martes, 30 de septiembre de 2008

Jesuitas: Palabra de CPAL

MENSAJE FINAL DE LA 17ª ASAMBLEA
DE SUPERIORES MAYORES DE AMÉRICA LATINA

“actuar como un cuerpo universal con una misión universal”
(CG 35, d. 2, n.20)

A todos nuestros compañeros jesuitas y amigos:

Con nuestro cordial saludo queremos manifestarles que, desde el martes 23 al sábado 27 de septiembre, nos hemos reunido en la casa de retiros “Laura Vicuña”, en Manaus (Brasil), para celebrar la 17ª Asamblea de la CPAL.

En esta ocasión, la presencia del P. General, Adolfo Nicolás, animó nuestros trabajos y nos ayudó a mirar la agenda de la Asamblea desde su comprensión de la CG 35. El contacto cercano y fraterno con él en todo momento, como sus intervenciones, dieron a esta Asamblea una riqueza humana, espiritual y apostólica particular.

Como en otras asambleas, tuvimos la presencia del P. Marcos Recolons, asistente del P. General para América Latina Meridional. El P. Valentín Menéndez, asistente para América Latina Septentrional, no estuvo presente por estar a punto de entregar su misión. Al permanecer en Roma ha sido nombrado Vicario hasta el regreso del P. General. El P. Gabriel Ignacio Rodríguez, quien está próximo a entregar su cargo de Provincial (COL), también participó en la reunión. Por primera vez, contamos con la presencia de los PP. Peter Mc Isaac, superior regional de Jamaica y Christopher Llanos, su socio; del P. Dermot Preston, superior regional de Guyana. Así mismo, estuvieron presentes los PP. Daniel Leblond, provincial del Canadá Francés, Miller Lamothe, su delegado de Formación en Haití, y Malcolm Rodrigues de la región de Guyana, que ya han participado de otras asambleas. Por dificultades para obtener su visa de ingreso al Brasil, no pudo acompañarnos el P. Jorge Ambert (PRI).

La Asamblea contó con la presencia de 6 nuevos provinciales: Carlos Morfín (MEX), Eugenio Valenzuela (CHL), Fernando Polanco (ANT), Jesús M. Sariego (CAM), René Cardozo (BOL) y Francisco José de Roux (COL).

Fueron tres los grandes objetivos de la 17ª asamblea: primero, intercambiar información sobre cómo se viene realizando la “recepción” de la CG 35 y sobre las eventuales tareas que se pueden adelantar a este propósito; segundo, la elaboración de pautas que permitan formular un plan apostólico común que tenga en cuenta los desafíos de la región a la luz de la CG 35; y, tercero, avanzar en el discernimiento que la CPAL venía realizando desde hace varios años sobre los centros y casas interprovinciales de formación de América Latina para la etapa de Teología.

En cuanto a la recepción de la CG se constató que está siendo muy buena en cuanto que, más allá de la letra de los documentos, los Padres Congregados han logrado transmitir la gracia y la experiencia espiritual que vivieron allí. En todas las provincias se nota el deseo de participar del dinamismo que suscitó el Espíritu para la Compañía durante la Congregación. La “recepción” de la CG será posible si hay apertura al Espíritu allí ofrecido a la Compañía para renovarla en el impulso y en el fervor para la misión de modo que seamos “fuego capaz de encender otros fuegos”, como se dijera de San Alberto Hurtado.

En lo relacionado con la planificación apostólica para las provincias de América Latina, se establecieron pautas claras, sencillas e inspiradoras que permitirán al equipo central de la CPAL, con la debida asesoría técnica, ofrecer en la próxima Asamblea una propuesta de planificación que involucre a las Provincias y atienda a los retos apostólicos que enfrenta nuestra misión en el continente.

Punto decisivo de esta asamblea ha sido el discernimiento sobre cuántos y cuáles serían los centros y casas interprovinciales de formación en teología. La experiencia vivida en la CG 35 y la voluntad, en todos, de tomar una decisión que potencie nuestros recursos y talentos para alcanzar mayor calidad en la formación académica y religiosa, fortalecieron la dinámica que guió el discernimiento. El intercambio sereno, la sinceridad de las intervenciones y la escucha mutua, fueron características en el proceso. Con la guía del P. Benjamín González Buelta, la Asamblea dio los pasos convenientes para madurar espiritualmente una decisión que no se presentaba fácil. A un primer tiempo dedicado a clarificar la información, le siguieron momentos de oración personal y espacios para compartir las mociones en torno a los puntos que debían definirse.

El discernimiento condujo a la elección de 3 centros: las Facultades Jesuitas de Filosofía y Teología, en Belo Horizonte, Brasil; la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Santiago de Chile y la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana de Bogotá, en Colombia. El presidente de la Conferencia, P. Ernesto Cavassa, en nombre de la Asamblea, entregó al P. General el resultado del discernimiento, quien examinará el tema con sus Consejeros en Roma, tomará una decisión al respecto y hará las consideraciones que juzgue oportunas. En caso de recibir la aprobación del P. General, iniciarán sus actividades en el 2010.

Además, la Asamblea estableció una “hoja de ruta” para definir aspectos claves en la implementación adecuada de los centros y las casas interprovinciales de formación: el plan de formación que los orientará; los estatutos que permitirán su gobierno; el plan de colaboración con formadores y profesores por parte de las provincias; el modo de financiación; una propuesta de relación con los centros académicos escogidos, según sus vínculos con la Compañía y, un cronograma para ejecutar estas tareas y el inicio de los centros. De este modo, se ha dado un paso decisivo que abre una nueva etapa para la CPAL tomando una decisión que tendrá influencia significativa en la vida de las Provincias.

En el curso de la Asamblea, fueron elegidos miembros del Consejo de la CPAL los PP. Jesús M. Sariego (CAM) y Carlos Morfin (MEX) en sustitución de Juan Luis Orozco y de Gabriel Ignacio Rodriguez.

Nuestro agradecimiento sincero al Superior Mayor de la Región del Amazonas, el P. Roberto Jaramillo, y a los jesuitas del lugar que se esmeraron por acoger esta Asamblea generosamente y por atendernos hasta en los más mínimos detalles. Mención especial merece la presentación de su acción apostólica y de los arduos desafíos que enfrentan en esta extensa región. Un agradecimiento semejante es necesario manifestar a las Hermanas Salesianas, orientadoras de la casa de retiros que nos acogió y a sus colaboradoras, porque hicieron todo lo posible para que nos encontráramos a gusto y tuviéramos todas las condiciones necesarias para un buen trabajo.

Y, finalmente, bien vale la pena agradecer, también, a cuantos nos acompañaron con la oración a lo largo de estos días. Estamos convencidos de que esa unión espiritual nos ayudó a ponernos en sintonía con la voluntad de Dios Padre.

Manaus, Brasil, 27 de septiembre de 2008.
Aniversario de la aprobación de la Fórmula de la Compañía en 1540

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