Lucas 2: 33-35
Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: "Mira, este niño traerá a la gente de Israel, ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, mientras a tí misma una espada te atravesará el alma".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
A veces podemos leer los Evangelios y quedar asombrados por lo que Jesús dijo y por lo que se decía de Él.
María y José deben haber pensado cómo sería su hijo cuando creciera, y qué haría este niño tan especial.
Tenían el presentimiento que la vida y misión de Jesús les traería tiempos difíciles a ellos y al niño.
Las bendiciones de Simeón pueden haberlos fortalecido.
Demos gracias por todos los que nos han bendecido, ayudado y entusiasmado en nuestra vida de Fe.
Espacio Sagrado
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