miércoles, 25 de noviembre de 2015

CONCEPCIÓN SECUNDARIOS. COMPROMISOS 2015. el sábado pasado. Felicitaciones


JÓVENES SANTIAGO. La radicalidad Ignaciana en la Jornada Mar adentro


Este sábado 28 de noviembre en la Casa CVX, a las 18 horas.

Invitados Carolina Santelices y Sergio Corvalán

PUERTO MONTT. NUEVO CONSEJO EJECUTIVO REGIONAL. ¡FELICITACIONES!


En Asamblea realizada el sábado pasado, se eligió al Nuevo Consejo Ejecutivo Regional CVX Puerto Montt, el que quedó integrado  por los siguientes cevequianos

Presidenta: Joanna Lecaros Bastías
Vicepresidente: Sergio Avendaño Ojeda 
Tesorera: Fabiola Mansilla Zuñiga 
Secretario: Jorge Enrique Flores 
Delegado de vínculo con Arzobispado:  Verónica Marisol Acuña Hernández 


Felicitaciones y que el Señor los acompañe  en su servicio a la comunidad

sábado, 21 de noviembre de 2015

PUERTO MONTT. Hoy: ASAMBLEA JÓVENES - ADULTOS


Hoy a las 15.45 horas, en la sala Combes del Colegio San Javier: DISCERNIMIENTO CONSEJO EJECUTIVO REGIONAL.

Nuestra oración con ustedes

VALDIVIA. Hoy OLIMPIADAS DEPORTIVAS


Que tengan una buena jornada

VALPARAÍSO. Hoy. COMPROMISOS


En Eusebio Lillo 441, Valparaíso

Seis miembros jóvenes y adultos tomarán compromisos permanentes y temporales.

Nuestra oración por ellos y por la comunidad de Valparaíso.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Los jesuitas piden castigar la "corrupción sistémica" para poder "restablecer la confianza en la sociedad"


La Compañía de Jesús en España publica el informe "Crisis de solidaridad. Solidaridad ante la crisis"


Cristina Manzanedo: "Terrorismo y refugiados no tienen nada que ver. La lentitud con que se está respondiendo es exasperante"


 Es imprescindible lograr un gran Pacto Social por la inclusión y contra la pobreza, aunando los esfuerzos de los poderes públicos y de la sociedad civil y focalizándolos en las víctimas de la exclusión social

(Jesús Bastante).- Se trata de la primera ocasión en la que los sectores educativo, pastoral, social y universitario de los jesuitas españoles se ponen de acuerdo para abordar, en un solo documento, la actual crisis social, política y económica en España y el resto del mundo. De ahí surge "Crisis de solidaridad. Solidaridad ante la crisis", un documento programático que hoy fue presentado en la Universidad de Comillas y en el que la Compañía de Jesús reclama laregeneración de la vida pública y denuncia la crisis del estado social, que nos lleva a la corrupción, la crisis de los refugiados y la "Europa de los mercaderes".
Un texto con un decálogo de propuestas, que van desde la promoción de una "cultura de la solidaridad" al fortalecimiento de la sociedad civil, pasando por una educación de calidad y universal, la búsqueda de "políticas sociales de lucha contra la pobreza", la solidaridad con el medio ambiente y los ciudadanos del mundo, y la recuperación de un "consenso social", que persiga y castigue los abusos y la corrupción, para "restablecer la confianza en la sociedad de que, al menos al final, se hace justicia". Por ello, aboga el documento, "es imprescindible asegurar la transparencia, la calidad técnica y democrática de las instituciones públicas".

Daniel Izuzuiza, sj., director de entreparéntesis y Razón y Fe, fue el encargado de contextualizar el documento, que nace del convencimiento de estar "ante una situación de crisis que no ha pasado", y ante la que "tenemos que posicionarnos para tratar de eliminarlos". Izuzquiza puso especial empeño en resaltar que "éste es un documento pre-político, no tiene que ver con la campaña electoral, y que busca aportar principios y no tanto propuestas específicas".
El jesuita reconoció la "corrupción sistémica, que afecta a la convivencia" y mostró su confianza en que, "independientemente del resultado de las generales, se respire otro ambiente", y se abogue por "la transparencia, la democracia interna de los partidos, el fin de la politización de los órganos de la Justicia". "Hay esperanzas de cierto cambio y regeneración, pero no es automático".
Por su parte, Raúl González Fabre, sj, profesor de Comillas y coordinador de justicia y solidaridad de entreparéntesis, incidió en que "las respuestas de hace 30 años ya no nos sirven", pues la solidaridad "Norte-Sur está yéndose al garete", y "aceptamos los derechos, pero no los deberes".
Cristina Manzanedo, responsable de incidencia del Servicio Jesuita para los Refugiados, vio el texto como "una palabra que aúna las distintas sensibilidades de la Compañía, y que también quiere dialogar con el resto de la sociedad".
"Vivimos una globalización desigual, que presenta algunas incertidumbres", subrayó, denunciando que nos encontramos ante un mundo "lleno de fracturas", entre ricos y pobres, y que se ve acuciada por la crisis de los refugiados.
"Terrorismo y refugiados no tienen nada que ver", aclaró la experta. "Son dos fenómenos diferentes, y confiamos que unos actos terroristas no sirvan de excusas para poner en marcha de forma urgente la acogida a esas personas que están huyendo". Manzanedo, que denunció "la lentitud exasperante" con la que se está abordando el problema, reclamó el cumplimiento de la propuesta de cuotas de la Unión Europea.
"Es más que razonable. En nuestra mano está que estas personas se muevan con más garantías o con mucho más sufrimiento, porque esas personas que sufren se van a mover". "Se acerca el invierno, y podríamos llegar a ver consecuencias trágicas como las que hemos visto en el mar mediterráneo" si Europa no acoge a los refugiados. "Se puede hacer, no se quiere hacer. Hace falta capacidad intelectual y voluntad política, pero, como diría Silvio, cada vez pesan más en el alma los muertos de nuestra felicidad".


Éste es el decálogo de propuestas:


1-Promover una cultura de la solidaridad: para que los ciudadanos se conciban co-responsables de las necesidades de todos. Y reflexionar para revisar nuestros estilos de vida, caminando hacia una mayor austeridad ("vivir más sencillamente para que otros sencillamente puedan vivir"), así como buscar medios para participar en la vida pública y contribuir al bien común.

2-Fortalecer la sociedad civil: promoviendo su articulación con el Estado y el mercado para que los ciudadanos sean verdaderos cauces de participación en el espacio público.

3-Desarrollar la economía civil: que atienda a todas las dimensiones del ser humano, no sólo las económicas, impulsando las iniciativas novedosas de consumo, financiación o producción que constituyen un embrión de una nueva lógica económica.

4-Renovar el Estado social para fortalecerlo: para que sea más transparente, más eficiente, más participativo. Debe abrirse un debate, no para desmontarlo, sino para fortalecerlo, revisarlo y dimensionarlo.

5-Una educación universal de calidad: La solidaridad exige que la educación llegue a todos y no sea una fuente más de desigualdad y de discriminación. Además, la solidaridad debe ser objeto de la educación, como valor central del tipo de personas que queremos formar. Este doble aspecto debe ser el eje para lograr un pacto educativo entre todas las fuerzas políticas y sociales.

6- Políticas sociales de lucha contra la pobreza: es imprescindible lograr un gran Pacto Social por la inclusión y contra la pobreza, aunando los esfuerzos de los poderes públicos y de la sociedad civil y focalizándolos en las víctimas de la exclusión social que la crisis ha generado y en las familias más vulnerables. Especial atención requieren las personas migrantes. Y tampoco puede darse por cerrado el debate sobre una renta mínima de inserción.

7-Regeneración de la vida pública, calidad institucional y liderazgo social: Proponemos recuperar un consenso social que promueva la regeneración de la vida pública. Y deben ser perseguidos, esclarecidos y castigados todos los abusos y así restablecer la confianza en la sociedad de que, al menos al final, se hace justicia. Es imprescindible asegurar la transparencia, calidad técnica y democrática de las instituciones públicas.

8- Solidaridad con el medio ambiente: Se va haciendo más clara la crisis eco-social y se hace evidente que un sistema sostenible necesita encontrar caminos donde el consumo no sea el único motor de la economía.

9-Una Europa más solidaria: que debe volver a ser un espacio de impulso de los mecanismos de solidaridad, lo que significa "Más y mejor Europa".

10- Solidaridad planetaria, ciudadanos del mundo: La globalización no puede ser, sin más, un mercado global unificado. Hay que extender el bienestar a todas las personas de nuestro mundo. Y los gobiernos pueden llegar a acuerdos que atiendan a las exigencias de los intereses generales de la humanidad, y no se limiten a negociar los intereses particulares de unos y otros. Asimismo hay que recuperar la política de cooperación al desarrollo con más recursos, calidad y coherencia de políticas.

Para leer el documento, pincha en http://crisis-solidaridad.jesuitas.es

entrevista Luis Arancibia nov2015


RD

La presencia de la Iglesia en los medios por Jorge Costadoat sj


"Es un hecho que la participación de la Iglesia en el foro público hace agua"


(Jorge Costadoat).- La presencia de la Iglesia en los espacios públicos (debate universitario, parlamentario, judicial, etc.), sobre todo su actuación en la sociedad de las comunicaciones y los medios se ha vuelto extremadamente compleja.
Centrémonos en la legitimidad y la manera en que la participación de la Iglesia en el mundo de la comunicación puede realizarse desde elpunto de vista dela misma fe cristiana. El otro punto de vista, es el de la sociedad en la que la Iglesia y demás religiones pueden comunicar sus creencias, lo cual es discutido por la filosofía política. No hablaremos de esto.
Esta presencia y participación de la Iglesia en el espacio público tiene al menos dos problemas.
Uno, la identificación de la Iglesia con la institución eclesiástica, siendo que la Iglesia está constituida por todos los bautizados. Los mismos católicos hablan de "la Iglesia" para referirse al Papa, a los obispos y a los sacerdotes. Este error por restricción acarrea como primera consecuencia que los laicos se van desentendiendo progresivamente de su pertenencia eclesial.Muchas veces dicen no estar de acuerdo con "la Iglesia", queriendo decir que no están de acuerdo con la institución eclesiástica, pero terminan por auto excluirse.
El otro problema es el infantilismo de los mismos bautizados; de todos, del clero y de los laicos. Estos no se sienten ni preparados ni autorizados a pensar por sí mismos y discutir con sus autoridades religiosas. El clero, por su parte, suele acudir en socorro de esta impreparación con solicitud, pero también cultivándola. Desde que los laicos, sin embargo, han comenzado a superar la minoría de edad la crisis eclesial se ha agudizado.
El mejor curso posible de esta emancipación ha podido ser levantar los laicos la cabeza y pedir razones a la institución, rendición de cuenta, accountability. Y, el peor, despedirse con un portazo o profundizando el cisma blanco: las autoridades hacen como que enseñan y los laicos hacen como que oyen. Por muchas partes se percibe una licuación de la pertenencia religiosa.
Es un hecho que la participación en la Iglesia, y de la Iglesia en el foro público, hace agua. Hablo de la Iglesia con mayúscula, la de todos los bautizados. Al interior de ella misma las comunicaciones son sumamente precarias. Pero si tampoco en público esta participación es bien vista, la situación es lamentable. Para el cristianismo no se llega a la verdad más que a través de la libertad y, por vía contraria, la verdad a la que se puede llegar solo puede ser liberadora. Pero no es esta la experiencia hodierna de los cristianos, al menos de los católicos.
Puesto que el Evangelio de la libertad es responsabilidad de todos, todos los bautizados han de poder participar en el foro público sin problemas e incluso a veces por obligación .La evangelización es una responsabilidad colectiva, institucional, pero primariamente personal: son personas que han tenido una experiencia personal de Dios quienes comunican a los demás, en privado o en público, qué les ha ocurrido con Él. Esta es la clave de bóveda del asunto que estamos abordando. La Iglesia no es una familia. No corresponde aplicarle el dicho "la ropa sucia se lava en casa", las veces que se hace público algún escándalo.
Ella pretende tener una buena noticia para todos los ámbitos de la vida humana, los privados y los públicos. La jerarquía eclesiástica no debiera mirar mal que cualquier bautizado, sea sacerdote o laico, anuncie el Evangelio como le parezca y pueda discutir públicamente los modos en que los demás lo hacen. Se dirá que algo así puede generar confusión en quienes no están preparados. Exacto: en la era de la Ilustración la institución eclesiástica no puede seguir tratando a los fieles como niños.
No hay vuelta atrás. Pero sí es posible quedarse abajo de la historia.
En este sentido ha sido impresionante que el Papa Francisco haya largado a los católicos 38 preguntas sobre la familia, y la vida sexual y afectiva, a través de los medios de comunicación, abriendo así un debate a todos los niveles, incluso sobre algunos temas considerados intocables.
Este gesto de apertura del Papa no ha sido suficientemente bien recibido. Sirva de botón de muestra. En muchos países la jerarquía eclesiástica no ha creado las vías para la discusión de estos asuntos. Ha temido a los laicos que piensan. La jerarquía alemana, poner un ejemplo contrario, triunfó en el Sínodo porque recogió la opinión de su Iglesia y supo fundamentar con argumentos teológicos el cambio que impulsó.
A propósito de otro asunto, no han faltado eclesiásticos que han lamentado que las víctimas de los abusos del clero hayan recurrido a los medios de comunicación pidiendo justicia. Pero, si estas víctimas no lo hubieran hecho no habríamos sabido lo ocurrido. Si estas víctimas no hubieran ventilado su drama en los medios, la institución eclesiástica no habría abierto los ojos ni habría comenzado a aprender de sus errores, cosa que sí está haciendo. Si alguna institución quiere elaborar protocolos de cuidado de menores, que acuda a las oficinas o a los colegios de Iglesia. Allí encontrará una opinión experta.
Otra razón teológica que obliga a la Iglesia (a todos los bautizados) a evangelizar y a revisar su evangelización en público, es el mandato del Concilio Vaticano I (1869-1870) de articular fe y razón.
El cristianismo no exige fe de carbonero. Es cierto que la fe en el Dios de los cristianos sobrepasa la mente humana; por cierto, no es fácil creer en un mundo tan sufrido que el secreto último de la realidad es el amor y que este amor triunfará al final de la historia. Pero el cristianismo cree en el Creador de la razón humana con la cual los cristianos tienen que pensar qué significa amar en las circunstancias privadas y públicas de su vida.
Los cristianos deben pensar, argumentar y dar razón a los demás de cómo el amor puede ser el primer motivo de la vida en sociedad. Ellos no tienen la receta, sino la obligación de pensar con otros, y aprender de otros, cómo vivir todos juntos.
La racionalidad es patrimonio de la humanidad. La fe no la suple ni nadie la posee con exclusividad. La razón opera a través del diálogo interpersonal y socio-cultural y, en el caso de los bautizados, a través de un Magisterio que, para orientar la participación de los cristianos en el mundo de los medios, debiera celebrar que lo hagan con libertad.
Jorge Costadoat sj

martes, 17 de noviembre de 2015

Francisco en Santa Marta: «No a los cristianos de doble vida». Video. Extracto homilía


No sirve ir a Misa, dijo el Papa, si luego se dan sobornos; no se puede vivir una vida cristiana conducida por la mundanalidad

DOMENICO AGASSO JR.ROMA

Nuevamente el tema de la mundanidad del llamado que lanzó Papa Francisco resuena, después de haber puesto en guardia frente a un peligro que entra «lentamente, crece, se justifica y contagia: muchos males provienen de ahí». Hoy, el Pontífice invitó a tener cuidado, porque este peligro «lleva a la doble vida». La ocasión para esta advertencia, como ayer, fue la Misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta. Otra relación con la homilía pronunciada ayer fue la definición de la identidad cristiana, cuya defensa se lleva a cabo mediante la coherencia y la lucha contra las tentaciones. Lo indicó La Radio Vaticana.

Francisco reflexionó sobre la Primera lectura del hoy, del Segundo Libro de los Macabeos, en el que se lee que el anciano Eleazar «no se deja debilitar por el espíritu de la mundanidad» y prefiere morir antes que rendirse al «pensamiento único», otro de los conceptos que afrontó ayer el Papa argentino. Eleazar no acepta comer carne de cerdo, como lo invitaban sus «amigos mundanos», preocupados por su salud: mantiene su dignidad «con esa nobleza» que «tenía por una vida coherente, va al martirio, da testimonio».


El punto crucial para Papa Bergoglio es que la «mundanidad espiritual nos aleja de la coherencia de la vida», y nos vuelve «incoherentes»: se «hace finta de ser así», pero en realidad se vive «de otra manera».


Es difícil conocer la mundanidad desde el principio, «porque es como la polilla que destruye lentamente, degrada la tela y luego esa tela» queda inutilizaban, «y ese hombre que se deja sacar adelante por la mundanidad pierde la identidad cristiana». Así, la polilla de la mundanidad «ha arruinado su identidad cristiana, es incapaz de coherencia: ‘Oh, yo soy muy católico, padre, voy a Misa todos los domingos, soy muy católico’. Y luego vas a trabajar, haces tus oficios: ‘Pero si tu me compras esto, hacemos este soborno y tu te quedas el soborno’. Esta no es coherencia de vida, esta es mundanidad, por poner un ejemplo». El Papa denunció: «La mundanidad te lleva a la doble vida, la que parece y la que es verdadera, y te aleja de Dios y destruye tu identidad cristiana».


Por este motivo, Cristo es «tan fuerte» cuando le pide al Padre que salve a los discípulos del espíritu mundano, «que destruye la identidad cristiana».


Francisco subrayó: «El espíritu cristiano, la identidad cristiana, nunca es egoísta, siempre trata de cuidar con la propia coherencia, cuidar, evitar el escándalo, cuidar a los demás, dar un buen ejemplo. ‘Pero no es fácil, padre, vivir en este mundo, en el que las tentaciones son muchas, y el truco de la doble vida nos tienta todos los días, no es fácil’. Para nosotros no solo no es fácil, es imposible. Solo Él es capaz de hacerlo. Y por eso hemos rezado en el Salmo: ‘El Señor me sostiene’. Nuestro sostén contra la mundanidad que destruye nuestra identidad cristiana, que nos lleva a la doble vida, es el Señor».


Dios es el único que puede salvar a las mujeres y a los hombres, insistió Francisco, y la oración será: «Señor, soy pecador, de verdad, todos lo somos, pero te pido tu sostén, dame tu sostén, para que no haga finta de ser cristiano, por una parte, y, por otra, viva como un pagano, como un mundano».


Al final, el Papa invitó a leer la Biblia, «el segundo Libro de los Macabeos, el capítulo sexto, y lean esta historia de Eleazar. Les va a hacer bien, les dará valentía para ser ejemplo para todos, y también les dará fuerza y sostén para sacar adelante la identidad cristiana, sin compromisos, sin doble vida».

Vatican Insider


El Papa advierte del peligro de no vivir como se piensa




Durante su homilía de Casa Santa Marta, el Papa Francisco pidió a los católicosque no lleven dobles vidas, que vivan lo que prediquen y no se queden solo en las palabras.

PAPA FRANCISCO
"Esto lleva a una doble vida: una de apariencias y una que es verdad. Te aleja de Dios y destruye tu identidad cristiana”

El Papa añadió que es por esto que es necesario "rezar con humildad”. Dijo que los cristianos deben pedir a Dios la fuerza para llamarse a ellos mismos cristianos y para vivir también de esa manera.

EXTRACTOS DE LA HOMILÍA
(Fuente: Radio Vaticana)

"La mundanidad espiritual nos aleja de la vida coherente – refirmó el Santo Padre – nos hace incoherentes”, uno "finge ser así” pero vive "de otra manera”. Y la mundanidad – añadió – "es difícil conocerla desde el inicio porque es como la carcoma que lentamente destruye, degrada la tela y después esa tela se vuelve inservible” y el hombre que "se deja llevar adelante por la mundanidad, pierde su identidad cristiana”: 

"La carcoma de la mundanidad ha arruinado su identidad cristiana, es incapaz de coherencia. ‘Oh, yo soy tan católico, Padre, yo voy a Misa todos los domingos, tan católico’. Y después vas a trabajar, a realizar tu profesión: Pero si tú me compras esto, hacemos este tráfico de influencias y tú recibes el soborno’. Esta no es coherencia de vida, ésta es mundanidad, para dar un ejemplo. La mundanidad te conduce a la doble vida, a la que aparece y a la que es verdadera, y te aleja de Dios y destruye tu identidad cristiana”. 

Por esto – prosiguió explicando el Papa – Jesús es "tan fuerte” cuando pide al Padre que salve a los discípulos del espíritu mundano, "que destruye la identidad cristiana”. Un ejemplo de bastión contra este espíritu es precisamente Eleazar que piensa en los jóvenes que si hubieran cedido al espíritu mundano, se habrían perdido por su culpa: 


"El espíritu cristiano, la identidad cristiana, jamás es egoísta, siempre trata de cuidar con la propia coherencia, cuidar, evitar el escándalo, cuidar a los demás, dar un buen ejemplo. ‘Pero no es fácil, Padre, vivir en este mundo, donde las tentaciones son tantas, y el truco de la doble vida nos tienta todos los días, no es fácil’. Para nosotros no sólo no es fácil, es imposible. Sólo Él es capaz de hacerlo. Y por esto hemos rezado en el Salmo: ‘El Señor me sostiene’. Nuestro apoyo contra la mundanidad que destruye nuestra identidad cristiana, que nos lleva a la doble vida, es el Señor”. 

La UNESCO declara patrimonio de América Latina el archivo de Ignacio Ellacuría


La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró "Patrimonio Documental" de América Latina al archivo del jesuita Ignacio Ellacuría, asesinado en El Salvador en 1989, informó hoy el Museo salvadoreño de la Palabra y la Imagen (MUPI).
El documento que certifica la declaración fue entregado por el delegado del Comité Regional para América Latina y el Caribe del programa Memoria del Mundo de la UNESCO y director del MUPI, Carlos Henríquez Consalvi, al rector de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), Andreu Oliva.
Según el MUPI, el archivo de Ellacuría reúne "documentos manuscritos, conferencias, artículos, grabaciones de audio y otros importantes documentos de carácter personal" que contienen una "producción intelectual, filosófica y teológica, y análisis socio-políticos sobre de la realidad salvadoreña y centroamericana".
La fuente destacó que el religioso es "reconocido internacionalmente por sus aportes teóricos a la teología y a la filosofía" y por el rol que jugó en la "búsqueda de una salida negociada" de la guerra civil salvadoreña (1980-1992).
"Este acervo contiene elementos únicos e irremplazables de fuentes primarias para estudiar el pensamiento de Ignacio Ellacuría y generar su aplicación en la comprensión y resolución de los graves problemas que enfrentamos en El Salvador", dijo Casalvi durante la conmemoración de los 26 años del asesinato de 6 padres jesuitas de la UCA, encabezados por Ellacuría.
Los sacerdotes fueron asesinados por el ejército la madrugada del 16 de noviembre de 1989, durante la ofensiva guerrillera "Hasta el tope" en el marco de la guerra civil salvadoreña.
En dicho conflicto armado se enfrentaron al Ejército de ese país centroamericano y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y se saldó con unos 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.
Los sacerdotes asesinados fueron los españoles Ignacio Ellacuría (entonces rector de la UCA), Segundo Montes, Armando López, Ignacio Martín Baró y Juan Ramón Moreno, así como el salvadoreño Joaquín López.
En el ataque también murieron la colaboradora Elba Julia Ramos y su hija Celina, de 16 años, ambas salvadoreñas.
Este lunes, el procurador de Derechos Humanos de El Salvador, David Morales, pidió a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) del país centroamericano que deje de "obstaculizar" el proceso seguido en la Audiencia Nacional de España contra los militares acusados de participar en la matanza.
La CSJ evitó en 2012 la extradición de 12 de los 20 militares supuestamente involucrados en la masacre requeridos por el juez español Eloy Velasco.
El Diario

domingo, 15 de noviembre de 2015

UCA Conmemora a sus mártires tras 26 años de impunidad. El asesinato de los jesuitas de la UCA y la memoria


UCA Conmemora a sus mártires tras 26 años de impunidad


Como una luz de esperanza que sigue vigente, después de haberla intentado apagar, cientos de personas recorrieron las instalaciones de la Universidad Centroamericana “Jose Simeón Cañas” (UCA), con un farolito en mano para recordar la obra y el martirio de seis sacerdotes jesuitas y dos colaboradoras.
Como ya es una tradición, cientos de personas participaron de las actividades conmemorativas al 26 aniversario del martirio de los jesuitas y sus colaboradoras.
Flores, alfombras y velas dieron un toque de solemnidad a la conmemoración de la muerte de los mártires,  desde las primeras horas de este sábado, comunidad estudiantil, comunidades religiosas y público en general participó de las diferentes actividades.
Han pasado 26 años, desde que elementos militares, del Batallón Atlacalt ingresaron a la UCA, la madrugada del 16 de noviembre de 1989, para cumplir la orden de asesinar a los padres jesuitas Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Amando López, Joaquín López y López  y eliminar a las testigos de la masacre, las empleadas Elba Ramos y su hija Celina Ramos de 16 años.
El padre José María Tojeira recordó a los mártires de la UCA, con la esperanza de poder obtener no solo justicia a 26 años de su muerte, sino que las autoridades de la Fuerza Armada de El Salvador y las instituciones de Justicia, pidan perdón y acepten el error cometido.
“Nosotros exigimos más la ejemplaridad de los mártires para la juventud, lo que falta a 26 años es el reconocimiento de las instituciones de justicia que hicieron mal, por lo que deben de pedir perdón”, comentó el padre Jesuita.


El asesinato de los jesuitas de la UCA y la memoria



Luis Armando González
Este 16 de noviembre se conmemora a los jesuitas de la UCA, en el XXVI Aniversario de su asesinato. Como si nada, el tiempo ha transcurrido con su irreversibilidad indiscutible haciendo que aquellos dolorosos acontecimientos se alejen cada vez más de nosotros. En la medida que eso pasa –y que es inevitable que así sea— sólo queda la memoria como resguardo no sólo de esa tragedia para la inteligencia y la ética, sino de lo que esos jesuitas hicieron por el cultivo del conocimiento, el compromiso y la búsqueda de un proyecto de convivencia social más justo y solidario.
Como enseñaron los teóricos críticos de la escuela de Frankfurt, la memoria es la que permite mantener vivo el recuerdo de las víctimas, es decir, de quienes padecieron una violencia injusta por parte de individuos, grupos o instituciones de poder.
En la medida que el tiempo pasa, sólo queda la memoria como resguardo de lo que esos jesuitas hicieron por el cultivo del conocimiento, el compromiso y la búsqueda de un proyecto de convivencia social más justo y solidario.
Y los jesuitas asesinados en la madrugada del 16 de noviembre de 1989, lo mismo que Elba y Celina Maricet Ramos, fueron víctimas de una violencia injusta que terminó, de manera salvaje, con su vida.
Hay que asegurarse que ese hecho de muerte –con el dolor real que causó en las víctimas y sus seres queridos— no se olvide, no por un afán masoquista, sino porque se trató de un hecho real que si no se recuerda en sus dimensiones reales puede conducir, en el futuro, a una idealización que denigre la dignidad de quienes sufrieron en sus cuerpos un ejercicio de violencia irracional.
No hay que olvidar, pues, la realidad de lo sucedido esa trágica madrugada. La memoria de colectiva del país debe ser refrescada permanentemente con el recuerdo, lo más fiel posible, de esos terribles asesinatos.
Separar la vida de los jesuitas asesinados de su obra intelectual, política y cívica es una afrenta a su dignidad. En virtud de esa vinculación, su muerte adquiere un sentido histórico que no se debe ocultar ni soslayar.
Pero también debe conectarse ese recuerdo con lo sucedido antes de ese día, lo cual remite a la trayectoria, intelectual y ética, de los jesuitas asesinados, y a la imbricación de esa trayectoria con la realidad nacional salvadoreña. Es decir, su muerte no fue algo aislado o algo accidental; de alguna manera, fue la culminación de un compromiso con un país distinto, más inclusivo, humano y justo.
Separar la vida de los jesuitas asesinados de su obra intelectual, política y cívica es una afrenta a su dignidad. En virtud de esa vinculación, su muerte adquiere un sentido histórico que no se debe ocultar ni soslayar. Quienes planificaron y ordenaron su muerte querían acabar con esa trayectoria de compromiso y de responsabilidad intelectual y ética. De alguna manera, se cobraban caro el desafío que la obra de los jesuitas en El Salvador –comenzando con Rutilio Grande— había significado para sus privilegios y abusos de poder.
No hay que olvidar, pues, la realidad de lo sucedido esa trágica madrugada. La memoria de colectiva del país debe ser refrescada permanentemente con el recuerdo…
Mirar hacia atrás en el tiempo, antes del 16 de noviembre, es importante para entender lo sucedido esa madrugada en el campus de la UCA. Sin un ejercicio comprometido y honrado de la memoria, esa tarea no será posible. Ese ejercicio es una obligación de quienes aún vivimos, especialmente si decimos identificarnos con los ideales y principios de los jesuitas asesinados el 16 de noviembre de 1989.
Diario Co Latino

Caso Jesuitas - Reportaje de Univisión (2009)

Meditación sobre el 13N por José Ignacio González Faus sj


(José Ignacio González Faus).- Escribo estas reflexiones sobre todo para mí mismo: por necesidad de serenarme ante la barbarie del atentado del viernes en París. Temo que muchos no las acepten. Pediría que intenten reflexionarlas antes de condenarlas.
1.- Hay al menos una cosa en la que todos estaremos de acuerdo: los autores de semejante salvajada son unos verdaderos monstruos. Agrava esta constatación el que no se trata de seis o siete monstruos excepcionales sino de decenas o centenas de miles; y sin duda más monstruosos los organizadores que los pobres ejecutores.
2.- Pero no es eso todo lo que cabe decir: porque todos los seres humanos somos capaces de lo peor y de lo mejor: podemos llegar a ser santos pero también podemos llegar a ser monstruos. Y entonces, queda la pregunta: ¿cómo estos muchachos han podido llegar a semejantes niveles de inhumanidad? Al intentar comprenderlo me encuentro con los siguientes datos:
3.- El profeta Isaías dejó escrito que “la paz es fruto de la justicia”. Parece lógico entonces que el fruto de un mundo tan injusto como el nuestro y donde las diferencias entre los seres humanos son escalofriantes, haya de ser, necesariamente, la guerra y la violencia.
4.- Todo ser humano muerto antes de tiempo violentamente, es una tragedia que debe ser llorada. Y no cabe establecer aquí unos muertos de primera clase (que son los nuestros), y otros muertos sin importancia que no merecen ni un día de luto.
5.- Hablando de monstruos, recuerdo un célebre cuadro de Goya: “el sueño de la razón produce monstruos”. Esos monstruos del 13N ¿no habrán sido producidos, en parte al menos, por el sueño de nuestra razón económica? ¿Por esa razón del máximo beneficio, del mínimo salario, de nuestra monstruosa “reforma” laboral, de las jubilaciones de 3 millones para los banqueros, del saqueo del tercer mundo, del lujo, el despilfarro y la ostentación como motores de la economía, del acaparamiento del petróleo y del armamento cada vez mayor, para defensa de ese todo desorden?…
¿Son esos en realidad nuestros verdaderos valores, o los otros a los que apelamos para justificarnos? No cabe olvidar que, en la historia, cuando las cosas se han torcido y no se enderezan a tiempo, acaban llevando a situaciones insolubles, o cuya solución sólo puede venir de un cambio radical de rumbo que sólo puede hacerse poco a poco y a largo plazo.
6.- Según la moral cristiana, todo lo que una persona tiene de más, una vez ha cubierto suficiente y dignamente sus necesidades, deja de pertenecerle y pasa a ser de quienes lo necesitan. La propiedad privada no es un derecho absoluto sino un derecho secundario que sólo vale en la medida en que sirva para realizar “el destino común de los bienes de la tierra” que es el verdadero derecho primario (ver p. e. Populorum progressio n. 22).
De acuerdo con esto, muchos emigrantes a quienes rechazamos de mil maneras, no vienen a quitarnos lo nuestro sino a recuperar lo que es suyo. ¿No sería entonces más seguro, en vez de cerrar nuestras fronteras, poner fronteras a nuestra avaricia?
7.- Ignacio Ellacuría hablaba con insistencia de “una civilización de la sobriedad compartida” como única salida para nuestro mundo (él lo formulaba aún más duramente: una civilización “de la pobreza”). El ensueño de un crecimiento constante de la riqueza está destrozando el planeta: en estos momentos destruimos anualmente casi un 50% más de lo que la tierra puede reponer.
Por eso, además de las medidas urgentes que haya que tomar ahora (de investigación y protección) ¿no parece imprescindible encaminarnos a largo plazo hacia esa nueva civilización? No creo que ningún cristiano que se oponga a ese proyecto de Ellacuríapueda merecer con verdad el nombre de cristiano.
8.- Ese “desorden establecido” (E. Mounier) o ese “pecado estructural” de nuestro mundo desarrollado, del que nosotros disfrutamos y que otros padecen ¿no será uno de los progenitores de ésos y otros monstruos?.
Porque cuando el odio se junta con la religión, ésta se corrompe, el odio se potencia y se acaba cumpliendo el sabio refrán latino: “la corrupción de lo óptimo es lo pésimo”. Por eso, dado lo infinitamente manipulable que es el nombre de Dios, es necesario recuperar lo que escribió antaño José A. Marina: la ética nace de las religiones, pero luego éstas deben criticar a la madre: para evitar que algo tan valioso como la fidelidad se confunda con algo tan monstruoso como el fanatismo.
9.- Todo esto debería ayudarnos a no reaccionar con odio, para no entrar en aquella espiral de violencia que tanto temía Helder Camara. Habrá que hacer justicia, por supuesto. Pero sin que llamemos justicia al placer de hacer daño: porque entonces estaríamos poniéndonos al mismo nivel humano que esos monstruos.
10.- Afirman algunos sociólogos que hoy estamos ya, en “la tercera guerra mundial”. Sólo que hoy las guerras se hacen de otra manera, para evitarnos bajar a pelear al campo de batalla. Por eso puede ser bueno concluir recordando que la humanidad ha salido de catástrofes y calamidades aún peores que la que nos amenaza hoy. El pueblo judío, tras el desastre del exilio, donde se sintieron abandonados por Dios, pudo regresar, reconstruir el Templo y preservar su monoteísmo.
En el siglo pasado, tras la atrocidad del holocausto y la segunda guerra mundial, la humanidad vivió, según muchos economistas, una pequeña edad de oro. No siempre es posible hacerlo todo, pero siempre es posible hacer algo. Y ese algo, por poco que sea, se convierte hoy, para todos nosotros, en una obligación grave.

José Ignacio Gonzpalez Faus sj
Miradas cristianas
RD