jueves, 28 de junio de 2018

ECOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL. Conversando con CLAUDIO PÉREZ de PUERTO MONTT



Claudio fue elegido como Delegado de Adultos en el nuevo Consejo Ejecutivo Nacional y conversamos con él antes del proceso de discernimiento. Nos entrega su visión de la CVX, indicando que "es una comunidad y un cuerpo que tiene una riqueza enorme dentro de la iglesia y voy a hacer una unión con algo que acabamos de ver en la reunión, que yo creo que nos falta comunicar de mejor manera la riqueza que tenemos para entregar a la igkesia y en ese sentido los desafíos son y siempre han sido enormes y no van a dejar nunca de serlo, porque las necesidades son muchas y la gente que estamos disponible es poca..."
Sobre la situación que vive nuestra iglesia indica que "...lo que uno visualiza es que el laicado tiene que tomar un rol relevante dentro de la iglesia y la pregunta que tenemos que hacernos que tan activa va a ser ese rol domo laico dentro de la iglesia y de qué manera, en acciones concretas lo vamos a llevar a cabo..." Habla también de la CVX en Puerto Montt con la iglesia local, como también de los nuevos desafíos que tendrá en uevo Consejo Ejecutivo Nacional para finalmente nos cuenta de su trabajo, desde la Fundación Chinquihue, con los pescadores artesanales.
Los invito a escuchar esta entrevista

martes, 26 de junio de 2018

¿Una iglesia sin eucaristías? por Jorge Costadoat sj


Imaginemos que entra en la humanidad un virus letal que mata a la tercera parte de los seres humanos y, por una razón desconocida, mueren todos los sacerdotes, todos los obispos y el Papa. El desastre eclesial que se produce es mayor. Los cristianos se encuentran completamente desorientados. Una vez que vuelve la calma, sin embargo, surge la necesidad de continuar juntos. He aquí que en distintas partes del planeta en que la iglesia aún está presente, surge la misma pregunta: “¿quién celebrará la eucaristía?”. El sacerdote al consagrar la hostia, alzándola lo más posible, los extasiaba. Ahora en cambio experimentan una carencia que no saben cómo calmar. Les parece que no hay iglesia sin lectura de las Escrituras y sin poder comulgar con Cristo. ¿Qué pueden hacer para recordar la entrega de Jesús, su muerte y su resurrección? Sin rememorar a Jesús y sin compartir su mesa, piensan, el cristianismo se licuará dentro de poco. Seguirá habiendo fe, sí, pero no en el Dios en quien Jesús creyó.
Hace tiempo que vengo escuchando de comunidades que no tienen un sacerdote que celebre en ellas la eucaristía. Me dicen que en Brasil la tercera parte de las comunidades carecen de él. Me parece que, puestos los ojos en el futuro, debiera ya ahora ensayarse nuevas modalidades de celebrar fraternalmente la fe.
Sé de una comunidad que se reúne una vez al mes: sus integrantes deciden allí mismo quién puede presidir la celebración eucarística, llevan pan y vino corrientes, cuentan con una plegaria eucarística que se consiguieron creo que en Bélgica, comparten lo que está ocurriendo en sus vidas y, por supuesto, leen y comentan entre todos la Palabra. Llaman a esta reuniones “eucaristías” como si realmente lo fueran. Los motivos para hacer algo así son varios. Pero ellos, por de pronto, no soportan más el modo en que los párrocos y otros curas celebran la eucaristía. Les parece que, conforme cambia la cultura, las maneras de hacerlo traicionan cada vez más la intención del Vaticano II de dar participación a los fieles. La fundamentación teológica para proceder así es esta: en el sacramento del bautismo, aseguran, están contenidos todos los sacramentos de la iglesia. Los bautizados y bautizadas pueden eventualmente extraer de su sacerdocio bautismal el servicio sacerdotal y actualizarlo. En los mismos cristianos, dicen, la iglesia se da en plenitud.
Este caso me ha hecho pensar en la posibilidad de realizar comidas eucarísticas. No en reemplazo de las eucaristías propiamente tales, sino a modo de complemento. Pienso en cenas al atardecer, a la hora del recogimiento, que recuerden que Jesús comía con todo tipo de personas. Los fariseos, que cuando comían hacían grupo aparte, decían de él ser “un comilón y borracho, amigos de publicanos y pecadores”. Estoy pensando en personas que quieren emprender un camino comunitario de seguimiento de Cristo; que no tienen dónde ir a misa porque carecen de una iglesia cercana; que no están dispuestas a que el cura las reprenda en público; que la liturgia de la iglesia se les ha vuelto un rito huero e insoportable; o que sufren con que sus hijos sean hoy alérgicos a la religión y quisieran ellas ofrecerles otra manera de entender la comensalidad cristiana. En estas comidas podría contarse con una pauta elaborada por la misma comunidad: comenzar y terminar con el signo de la cruz, preparar lecturas con anticipación, crear un momento de silencio profundo hacia el final, y comer, tal cual, comer y conversar sobre la vida, sobre lo que ocurre en el país, el mundo y la iglesia igual como se hace en las comidas entre amigos, solo que esta vez con un explícito propósito de dar gracias al Señor. ¿Pudiera resultar?
En Chile estamos lejos de la situación descrita al principio. Ningún virus hace peligrar a los sacerdotes. Pero los eclesiásticos estamos haciendo peligrar a la iglesia. Esto, a la vez, hace pensar que en los próximos cincuenta o setenta años, si se mantiene la tendencia de disminución de vocaciones, habrá poquísimos ministros que puedan celebrar la eucaristía.
Espero que el Papa Francisco pueda ayudar a reflotar el episcopado chileno y los católicos recuperen la confianza en sus autoridades. Igual así, creo conveniente ensayar nuevas modalidades de ser iglesia y de celebrar la fe. Las actuales, con o sin escándalos por los abusos del clero, difícilmente encausan el cristianismo de esta época.

viernes, 15 de junio de 2018

Felipe Berríos: Una voz autocrítica de la Iglesia Católica en el programa Más Vale Tarde con Soledad Onetto


El sacerdote Felipe Berrios fue entrevistado por la periodista Soledad Onetto en el programa de Mega "Más Vale tarde", donde realizó duros cuestionamientos a la situación actual de la Iglesia Católica chilena y sus principales autoridades, luego de la ola de denuncias de abusos por parte de religiosos.


"No entré a cura para estar dando explicaciones sobre cosas que me gustaría sacarle la cresta a las personas que lo hicieron", dijo Berrios sobre los casos. 

Añadió que "da lata porque hay que estar dando explicaciones. No me creo superior al resto, pero hay cosas que están mal y están mal. A veces dan ganas de mandar todo a la cresta y decir no 'entré a cura para esto'. Pero seguimos en la pelea".

Consultado por su relación con el cardenal Ricardo Ezzati, dijo: "No me llevo. Hablé una vez con él cuando llegué de Africa. Quería que me retractara de una entrevista en El Informante. Fui a su casa y desde ahí nunca más he hablado".


Consultado sobre los dichos del obispo Alejandro Goic, quien dijo "no estudié para ser detective, estudié para ser pastor" para referirse a las denuncias de abuso en Rancagua, Berrios dijo que fue "una pésima frase de un gran hombre, que admiro mucho".

El sacerdote también se refirió a la declaración del cardenal Ezzati sobre el debate del registro de personas transgéneros: "No porque yo a un gato le pongo nombre de perro, comienza a ser perro".

"Se podría parafrasear esa frase y decir 'no porque me vista de cardenal, voy a ser cardenal'. Es una pésima frase, muy hiriente. No puede ser tan hiriente en un tema tan delicado. Estoy completamente en desacuardo con eso. Admiro la lucha que ha dado la gente trans, nos han hecho un bien enorme, Dios nos habla a través de ellos."

Sobre la frase "es una situación inventada y no tiene fundamento" del cardenal Francisco Javier Errázuriz en cuanto al caso del obispo Juan Barros, sostuvo que "la sociedad chilena ya ha hecho un juicio sobre estas frases y quienes las dijeron".

"Creo que quienes son los rostros de las víctimas, Juan Carlos Cruz, James Hamilton, José Andrés Murillo, me refiero, son héroes de la iglesia católica. Les creí desde el principio", sentenció.
Ver y escuchar el programa aquí

viernes, 1 de junio de 2018

Comunicado de la Compañía de Jesús en Chile



La Compañía de Jesús desea informar a la opinión pública lo siguiente:
  1. Con fecha 10 de mayo de 2018, el abogado Sr. Waldo Bown ha concluido la investigación previa sobre nuevas denuncias presentadas por abuso sexual a menores en contra del P. Jaime Guzmán SJ, por hechos que ocurrieron con anterioridad al año 1994.
Con fecha 25 de mayo de 2018, el Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, P. Cristián del Campo SJ, decretó el cierre de la investigación y envió al P. General de la Compañía de Jesús todos los antecedentes recopilados por el Sr. Waldo Bown, para que estos sean remitidos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el órgano eclesiástico competente para juzgar los casos de denuncias por abuso de menores.
En la actualidad, el P. Guzmán cumple una sanción canónica por abuso contra menores impuesta en 2012, que conlleva la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal y del contacto con menores.
  1. En el contexto de la situación de crisis que atraviesa la Iglesia chilena y los pasos y medidas que el Papa Francisco ha pedido dar, con el fin de avanzar en transparencia, verdad, justicia y reparación, la Compañía de Jesús desea informar a la opinión pública de otros dos miembros de la Congregación que, en años anteriores, y luego de haberse recibido las denuncias y haberse realizado las investigaciones canónicas correspondientes, se les impuso una sanción canónica:
(a) El Hermano Raúl González SJ fue denunciado en octubre de 2011 por un ex alumno de la Escuela San Ignacio de Valparaíso, por hechos de abuso sexual ocurrido en 1999, cuando el denunciante era menor de edad. Luego de acoger a la víctima y de recibir la denuncia, la Compañía de Jesús inició una investigación canónica que, en marzo de 2012, concluyó confirmando la culpabilidad del Hermano González en los hechos denunciados. Se impuso inmediatamente como pena el traslado del Hermano Raúl González a la Residencia San Ignacio en Santiago, la suspensión permanente de toda actividad pastoral y la prohibición de todo contacto con menores y adolescentes, sin presencia de otros adultos responsables. Desde esta misma fecha, el trabajo del Hno. González se limita a labores domésticas de su comunidad religiosa.
Durante el día de hoy, la dirección de la Escuela San Ignacio de Valparaíso está también comunicando a su comunidad escolar esta información.
(b) El P. Juan Pablo Cárcamo SJ fue denunciado en julio de 2016 por abuso de conciencia y transgresión en el ámbito sexual a una mujer adulta, en el marco de un retiro espiritual. Se recogieron los antecedentes y testimonios, y el P. Cárcamo reconoció su responsabilidad en la situación abusiva ocurrida. También se indagó en el Centro de Espiritualidad Ignaciana, donde se desempeñaba el P. Cárcamo, para saber si existían otras informaciones similares, no encontrándose antecedentes adicionales sobre este tipo de situaciones. Al P. Cárcamo se le redefinió su trabajo pastoral y fue sancionado canónicamente, dentro de su ministerio sacerdotal, con la suspensión de todo servicio de acompañamiento espiritual y de dar retiros personalizados. Se informó de la resolución a la víctima y se le ofreció apoyo para su camino de sanación.
  1. Como Compañía de Jesús estamos comprometidos en avanzar en nuestros procedimientos de acogida, cuidado y prevención, así como en todo aquello que permita una mayor transparencia y diligencia para enfrentar cualquier situación abusiva. Asimismo, buscaremos poner todos los medios de justicia y reparación que contribuyan a sanar el daño del abuso a las personas afectadas. Confiamos en el trabajo que está realizando la Comisión independiente creada en marzo de 2018 (https://www.jesuitas.cl/sobre-constitucion-de-comision-de-estudio-y-propuesta-sobre-prevencion-y-abuso/) con el fin de conocer en profundidad todo lo que sea necesario cambiar para que el drama del abuso no se vuelva a repetir.

Santiago de Chile, 31 de mayo de 2018
Jesuitas.cl