viernes, 28 de febrero de 2014

Los siete pecados capitales por José María Rodríguez Olaizola s.j.


¿Alguna vez has oído hablar de los siete pecados capitales? A veces hablamos poco de esto del pecado, quizás por temor a que se nos achaque ser excesivamente moralistas, a culpabilizar al personal, a hacer sentir a la gente que parece que la fe o el seguimiento de Jesús tiene más que ver con las prohibiciones que con la buena noticia. No es así. Pecado no es “lo que me gusta, pero mi religión me prohíbe”. No es lo bueno de la vida, que una religión castrante y represiva se empeña en anular. Son, más bien, aquellas circunstancias en las que uno elige y apuesta por cosas que hacen que la vida –propia y ajena–sea menos plena. En realidad es aquello que, aunque aparentemente me llena, en realidad me está vaciando, o está vaciando y dañando a otros. Y por eso, porque lo hace todo peor, merece la pena luchar contra ello. El pecado me aleja de Dios, de los otros, y probablemente me hace vivir fracturado por dentro, con mucha menos pasión, plenitud y alegría de la que tendría eligiendo otros caminos.
Pues bien, en la tradición de la iglesia hay, desde el siglo VI, una lista conocida como los pecados capitales (capitales, porque digamos que de ellos nacen otros). En las próximas semanas vamos a intentar ir ofreciendo una lectura actualizada de esta cuestión. ¿Qué son? ¿En qué sentido nos rompen? ¿Por qué luchar contra ellos? Tal vez la Cuaresma que comenzamos pueda ser un tiempo para reflexionar un poco sobre ello, y para seguir peleando por crecer, por dentro y por fuera, para hacer del mundo un lugar más pleno.

José Mª Rodríguez Olaizola sj
pastoralsj

Está pasando: Tocar la verdad


Gracias Paco de Lucía por aportar tanto. Tu camino de autenticidad es un legado necesario en este mundo. Gracias por tocar la verdad y por acercarnos a la belleza. Tu música forma parte de mi vida, son tantos momentos disfrutando de ella... Gracias por transmitirnos  de manera tan honesta y creativa tu pasión por la vida, tu alegría, tu sufrimiento, tu delicadeza, tu fuerza, tu amor, tu profundidad.. Me recuerdo a mí mismo, escuchándote, llorando de alegría, tantas veces... que aunque no te haya conocido personalmente, siento como si se hubiera ido un familiar muy querido.

Tu legado, tu aportación a este mundo, es que cada persona pueda descubrir el universo interior, que cada persona pueda apostar por ese gran viaje, sin miedo. Tu música sale del corazón, y ese es el único lenguaje que llega, es la verdadera comunicación, aun cuando vivimos en un sistema que nos enseña a buscar "afuera", y un sistema que nos moldea para no entrar a ese viaje que tú decidiste emprender.


Tu valentía es mi bandera ahora. Siempre has confiado en lo que brotaba de ti mismo de manera natural. Tu búsqueda es tan noble, tan valiente y tan auténtica que puede iluminar un millón de universos. Escuchar tu música es una garantía de conexión.
Nunca te conformaste con ser un buen músico, vender discos, o ser un virtuoso... Tu búsqueda fue más allá, más adentro... El éxito no te impidió continuar tu camino, o conformarte. La crítica tampoco te desanimó, sino que al contrario saliste fortalecido. Has conectado tantas cosas, has abierto el flamenco al mundo, y sobre todo has sido libre, has sido músico por encima de todo, abierto a la vida, Un ser humano excepcional.


¡Gracias por tanto Maestro!


Descansa en paz.


Vamos a seguir escuchándote. La magia de la música, es que sucede ahora. Y ahora... ¡ya te estoy escuchando!


¡óleeee!!¡ Qué grande eres!!


Pedro Pedrosa
pastoralsj

jueves, 27 de febrero de 2014

Hoy en Santa Marta: Francisco: "Un cristiano incoherente hace mucho daño, y el escándalo mata". Audio, video y extracto homilía


El Papa da razón a algunos ateos que piensan "Yo creo en Dios, pero no en vosotros"


"Todos somos pecadores, todos, pero tenemos la capacidad de pedir perdón"


Escuchar audio, aquí

(Radio Vaticana).- El cristiano incoherente provoca escándalo y el escándalo mata: son palabras muy fuertes las que el Papa ha pronunciado hoy en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta.

La homilía del Papa ha comenzado por una Confirmación administrada durante la Misa. Quien recibe este Sacramento, ha afirmado Papa Francisco, "manifiesta su voluntad de ser cristiano. Ser cristiano significa dar testimonio de Jesucristo, es una persona que "piensa como cristiano, siente como cristiano y actúa como cristiano. Esta es la coherencia de vida de un cristiano". Uno, observó, puede decir que tiene fe" pero si le falta una de estas cosas, no es cristiano", "hay algo que no funciona, una cierta incoherencia". Y los cristianos "que viven ordinariamente, comúnmente en la incoherencia, hacen mucho daño".

"Hemos escuchado lo que el apóstol Santiago dice a los incoherentes, que se vanaglorian de ser cristiano, pero que se aprovechaban de sus dependientes, les dice así: "El salario de los trabajadores que han cosechado vuestros campos y que no habéis pagado grita y las protestas de los segadores han llegado a los oídos del Señor Omnipotente'. Es fuerte el Señor. Si uno escucha esto puede pensar: ‘¡Esto lo ha dicho un comunista!'. No, no ¡lo dijo el apóstol Santiago! Es Palabra del Señor.
La incoherencia. Cuando no hay coherencia cristiana y se vive con esta incoherencia, se provoca escándalo. Los cristianos que no son coherentes provocan escándalo".

"Jesús, prosiguió el Papa, habla muy fuerte contra el escándalo: ‘Quien escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, un solo de estos hermanos, hermanas que tienen fe, es mejor para él que se le ponga al cuello una piedra de molino y sea lanzado al mar'. Un cristiano incoherente hace mucho daño" y "el escándalo mata". Muchas veces, añadió el Papa Francisco, hemos escuchado: ‘Pero padre, yo creo en Dios, pero no en la Iglesia porque vosotros los cristianos decís una cosa pero hacéis otra'". Por eso: "Yo creo en Dios, pero no en vosotros". "Es por la incoherencia".

"Imaginemos que te encuentras ante un ateo y te dice que no cree en Dios, puedes leerle toda una biblioteca donde se dice que dios existe e incluso probar que Dios existe, pero él no tendrá fe. Pero si ante este ateo tu das un testimonio de coherencia de vida cristiana, algo empezará a trabajar en su corazón. Será propiamente tu testimonio el que le traerá esta inquietud sobre la que trabaja el Espíritu Santo. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: ‘Señor, que seamos coherentes'".
Por tanto, concluye el Papa, es necesario rezar "porque para vivir en la coherencia cristiana es necesaria la oración, porque la coherencia cristiana es un don de Dios y debemos pedirlo": "Señor, ¡que sea coherente! Señor que yo no escandalice nunca, que sea una persona que piense como cristiano, que sienta como cristiano, que actúe como cristiano". Y cuando caigamos en la debilidad, pidamos perdón.

"Todos somos pecadores, todos, pero tenemos la capacidad de pedir perdón. ¡Él nunca se cansa de perdonar! Tener la humildad de pedir perdón: ‘Señor, no he sido coherente aquí. ¡Perdón!'. Ir hacia delante en la vida con coherencia cristiana, con el testimonio del que cree en Jesucristo, que se sabe pecador, pero que tiene la valentía de pedir perdón cuando se equivoca y que tiene mucho miedo de escandalizar. Que el Señor nos dé esta gracia a todos nosotros".

Francisco: Los cristianos que viven de forma incoherente hacen mucho daño


En su homilía diaria en Casa Santa Marta, el Papa habló sobre la coherencia de los cristianos. Francisco explicó que un testimonio coherente puede acercar a los ateos a la fe.

FRANCISCO
"Si delante de un ateo das testimonio de coherencia de vida cristiana, algó empezará a trabajar en su corazón. Será tu testimonio el que le llevará a esta inquietud sobre la cual trabaja el Espíritu Santo. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: "Señor, que seamos coherentes”.

Francisco pidió a los cristianos humildad para pedir perdón y añadió que los que viven de forma incoherente hacen mucho daño.  

EXTRACTO DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)

"Hemos escuchado lo que el apóstol Santiago dice a algunos incoherentes, que presumían de ser cristianos, pero explotaban a sus empleados, y les dijo: ‘Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo’. El Señor es fuerte. Si alguno escucha esto, puede pensar: ‘¡Eso lo ha dicho un comunista!’. ¡No, no, lo ha dicho el apóstol Santiago! Es la Palabra del Señor. Es la incoherencia. Y cuando la coherencia cristiana no existe y se vive con esta incoherencia, se produce escándalo. Y los cristianos que no son coherentes hacen mucho escándalo”.

"Si te encuentras ante – ¡imaginemos! – ante un ateo y éste te dice que no cree en Dios, tu puedes leerle una biblioteca entera, donde está escrito que Dios existe y también probar que Dios existe, y el ateo no tendrá fe. Pero si delante de este ateo das testimonio de coherencia de vida cristiana, algo comenzará a moverse en su corazón. Será precisamente tu testimonio lo que lo llevará a esa inquietud sobre la que el Espíritu Santo obra. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: ‘Señor, que seamos coherentes’”.

"Todos somos pecadores, todos, pero todos tenemos la capacidad de pedir perdón. ¡Y Él jamás se cansa de perdonar! Tener la humildad de pedir perdón: ‘Señor, no he sido coherente. ¡Perdón!’. Ir adelante en la vida con coherencia cristiana, con el testimonio de aquel que cree en Jesucristo, que sabe que es pecador, pero que tiene el coraje de pedir perdón cuando se equivoca y que tiene tanto miedo de escandalizar. Que el Señor de esta gracia a todos nosotros”.

miércoles, 26 de febrero de 2014

JESUITAS: Se fue Luis García_Huidobro. La motivación principal es de carácter político al interior de la Iglesia y que no quiere "seguir complicando a los jesuitas".



Querid@s amig@s y compas:

Les cuento que hace un par de semanas dejé de vivir en comunidad jesuita. Hace pocos días viajé a Santiago a hablar con el Padre Provincial y oficializar mi salida de la Compañía de Jesús.


No dejo de ser compañero de Jesús. Sólo me siento dando un paso adelante para seguir caminando. Como dicen las reglas de la Compañía “aquel que constantemente sienta objeción de conciencia con lo que se le manda, tal vez debe buscar otro lugar donde servir al Señor”.
Me voy agradecido de los jesuitas, que desde niño han sido mis hermanos, papás y abuelos, más allá de congruencias o diferencias ideológicas o del estilo de vida que queremos vivir. Todo mi cariño a la que fue mi familia durante estos años.
Por mi parte, mucho que seguir aprendiendo del Buen Vivir. Me uno al camino de tantos cristianos españoles y chilenos que por siglos se dejaron conquistar y pacificar por la buena vida que llevan los mapuche y el aprender a tener la tierra como madre y no como fábrica de plata. Luego me verán casado con una lamgencita para que mis nietos no terminen en 100 años más como usurpadores de miles de hectáreas y explotando a la madre tierra, como tanto wingka ladrón que también ha llegado por aquí.

Luis García_Huidobro



Aseguró en conversación con CNN Chile que la motivación principal es de carácter político al interior de la Iglesia y que no quiere "seguir complicando a los jesuitas".

Chile: el Papa destraba nombramientos de obispos


El nuevo cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, comenta los resultados de la reunión entre un comité de obispos chilenos y el Papa Francisco

ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO

“Las diócesis en Chile sufren sin pastor. En los próximos días tendremos nuevos nombramientos de obispos”. Así lo anticipó el nuevo cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, al Vatican Insider. Una noticia muy esperada en el país sudamericano. Ese y otros temas, como los casos de abusos sexuales contra menores, estuvieron al centro de una reunión entre una comitiva de pastores chilenos y el Papa Francisco, hace unos días en Roma.


Debía durar 30 minutos pero se extendió por más de una hora. El 7 de febrero Jorge Mario Bergoglio recibió en la biblioteca del Palacio Apostólico al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Chilena, encabezado por el presidente Ezzati y compuesto por los obispos de Rancagua, Alejandro Goic Karmelic; de Valdivia, Ignacio Ducasse Medina; de Puerto Montt, Cristián Caro Cordero y de Concepción Fernando Chomali Garib.


El encuentro comenzó poco después de las 10:30 de la mañana. Al filo de las 11:00 el prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gaenswein, sonó a la puerta y abrió. El tiempo se había acabado, pero el pontífice -con un gesto- hizo saber que la conversación continuaría. Estaba en medio de un asunto importante.


“Hemos tenido la gracia de conversar con Pedro todos los problemas de la Iglesia en Chile, como la necesidad que tenemos de nuevos obispos. Ya el Santo Padre nombró dos obispos auxiliares de Santiago y el sábado pasado designó al nuevo obispo de Iquique. Sabemos que en los próximos días habrá otros nombramientos”, explicó en entrevista el arzobispo de Santiago.


Y agregó: “Esta visita obedeció a un mandato de la asamblea de la Conferencia Episcopal de Chile realizada en noviembre de 2013, allí nos encargaron a la presidencia de la conferencia tener la posibilidad de presentar al Papa la realidad de nuestra Iglesia en Chile”.


En efecto, hasta finales del año pasado se mantenía una especie de “bloqueo” a las nuevas designaciones de obispos. Un empantanamiento momentáneo pero que ya había despertado preocupación a nivel eclesiástico. Inquietudes que el Vatican Insider reflejó en octubre de ese año, con un artículo que abrió un intenso debate interno.


En ese entonces, entre sedes vacantes y sustituciones por concretar, se habían acumulado seis nombramientos. Desde diversos sectores se interrogaba sobre las razones del nuncio apostólico, Ivo Scapolo, para tal lentitud o exagerada prudencia.


Las dificultades no fueron ignoradas, sino todo lo contrario. La investigación publicada por este sitio web fue leída ante el pleno de la asamblea de los obispos, con el embajador vaticano presente. El ejercicio tuvo como intención ser el punto de partido de un franco intercambio de opiniones. Con buenos resultados, entre ellos el mandato de la visita a Roma de la comisión.


El 1 de febrero la Santa Sede anunció la designación de Galo Fernández Villaseca y Fernando Ramos Pérez como auxiliares de Santiago. El 22 de ese mes se informó que Guillermo Patricio Vera Soto se hará cargo de la diócesis de Iquique que estaba vacante desde 2012 a causa de la renuncia de Marco Antonio Órdenes, obispo acusado de abusos contra menores.


A esas designaciones se sumarán otras. Un nuevo obispo en cuestión de días y hasta tres más antes de la mitad del año. Todo producto del estilo concreto del Papa.


“Ha sido muy resolutivo y muy participativo. Hablamos de nuestro problema en relación a las vocaciones sacerdotales, también de las heridas y del dolor sufrido por las acciones de algunos clérigos, de la situación social, política, del nuevo gobierno que se apresta a asumir la responsabilidad de conducción del país”. comentó Ezzati.


Pero la conversación no se centró únicamente en las dificultades. También se abordó la vitalidad palpable en las congregaciones religiosas y las comunidades de fieles, cuyo ejemplo concreto se ha dado en la redacción de las nuevas orientaciones pastorales que comenzarán a tener vigencia a partir de marzo y en cuya redacción se involucraron laicos, consagrados, sacerdotes y obispos. Esperanza real para el futuro.


“En cada uno de los temas hemos escuchado muy atentamente las indicaciones, las sugerencias de un Papa que conoce muy de cerca nuestra realidad. Hemos escuchado y sentido la cercanía a nuestra Iglesia”, precisó el cardenal.

Vatican Insider

sábado, 22 de febrero de 2014

Francisco pide a los nuevos cardenales que sean "artesanos de la paz". Video completo y resumido


Benedicto XVI acompaña a Bergoglio en el primer consistorio de su pontificado


(Jesús Bastante).- Fue una muestra más de comunión, de hermanamiento, de una Iglesia que sigue adelante y que se abraza. Como esta mañana se abrazaron Francisco y Benedicto XVI en la basílica de San Pedro, durante el primer consistorio de Bergoglio que elevó al cardenalato a 19 nuevos purpurados, entre ellos el españolFernando Sebastián. "La Iglesia también necesita que seamos hombres de paz y construyamos la paz. Hacer la paz. Ser artesanos de la paz", pidió el Papa a los cardenales.
Por primera vez desde que abandonó el solio pontificio, Benedicto XVI regresó a la basílica de San Pedro en público. Tuvo un lugar destacado en la celebración, y el propio Francisco se salió de la procesión para abrazar a su antecesor, y departir con él breves instantes. Después, en el saludo de los nuevos cardenales, Pietro Parolin recordó la presencia de Ratzinger. Una sonora ovación resonó en la mayor basílica de la Cristiandad. Un momento histórico.
Junto a la emoción y la alegría, la austeridadtambién se hizo presente en una basílica coloreada como en pocas ocasiones. Se vieron pocas cruces doradas, porcos ornamentos en la ya de por sí recargada vestimenta cardenalicia.
Sólo faltó Loris Capovilla, que a sus 98 años se quedó en Bérgamo, pero fue recordado por el secretario de Estado. Pietro Parolin agradeció al Papa la "confianza manifestada hacia nosotros. Una confianza que responderemos con fidelidad y perseverancia a la llamada a la púrpura, hasta dar la sangre por la fe, la paz, la tranquilidad del pueblo de Dios y la libertad de la Iglesia".
Tras las gracias, la disponibilidad. "Aquí estamos para seguir adelante con valor, para edificar la Iglesia en la sangre del Señor y confesar la única gloria, y así la Iglesia irá adelante", en un "estado permanente de misión".
En su homilía, que sirvió como "hoja de ruta" para a labor de los futuros cardenales, Francisco recordó cómo Jesús caminaba junto a sus discípulos. "Hoy, Jesús camina delante de nosotros. Siempre está por delante de nosotros, nos precede y nos abre el camino. Y esta es nuestra confianza y nuestra alegría, ser discípulos suyos, estar con él. Caminar tras él. Seguirle".
"Caminar, construir y confesar". Estas fueron las tres acciones que Francisco pidió a los cardenales para seguir a Jesús, para parecerse al maestro. "Jesús caminaba e instruye a los suyos a lo largo del camino. Jesús no ha venido a enseñar una filosofía, una ideología, sino un camino para recorrerlo con él. Y esa senda se aprende caminando".
"Sí, queridos hermanos, esta es nuestra alegría: caminar con Jesús. Esto no es fácil, ni es cómodo. Porque el camino que Jesús escogió es la vía de la cruz", proclamó el Papa, quien recordó cómo los apóstoles se sintieron "sorprendidos y asustados" cuando Jesús les anunció su Pasión, Muerte y Resurrección.
"A diferencia de los discíuplos de entonces, sabesmos que Jesús ha vencido, y no tenemos que tener miedo de Jesús". "Nosotros somos humanos, pecadores, y estamos dispuestos a la tentación de pensar según piensan los hombres, pero no como piensa Dios". En este punto, les alertó contra "la rivalidad, la envidia y los bandos". "Y así esta palabra que nos dirige el Señor es muy saludable: proyecta luz en nuestra conciencia y nos ayuda a ponernos en plena sintonía con Jesús, y hacerlo juntos".
Siguiendo con el ejemplo de Jesús, el Papa recordó que "durante el camino, Jesús se da cuenta de que necesita hablar a los Doce, se para y los llama". "Dejemos que el Señor nos llame así. Dejémonos convocar por él, escuchémosle con la alegía de acoger juntos su palabra, de dejarnos enseñar por ella y por el Espíritu Santo. Para que cada vez más seamos un solo corazón".
"La Iglesia necesita vuestra colaboración, y vuestra comunión, conmigo y entre vosotros. La Iglesia necesita vuestro valor, para anunciar el Evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente y dar testimonio de nuestra verdad".
A la vez, instó a la oración por tantos cristianos y no cristianos que pasan "momentos de dolor y sufrimiento" en tantas partes del mundo. "Queremos expresar nuestra cercanía espiritual a todos los cristianos que sufen discriminación y persecución. Debemos luchar contra cualquier discriminación, y rezar por ellos, para que sean fuertes en la fe".
Una oración que "se se debe hacer extensible a todos los hombres y muejres que padecen injusticias a causa de sus convicciones religiosas". "La Iglesia también necesita que seamos hombres de paz y construyamos la paz. Hacer la paz. Ser artesanos de la paz". Por ello "imploramos la paz y la reconciliación para los puebos que en estos tiempos sufren la violencia, la exclusión y la guerra".
Tras la homilía, se produjo el momento más emotivo y ceremonial de la celebración. El abrazo y la imposición de la birreta y el anillo cardenalicios, así como la designación de su parroquia en Roma. A monseñor Sebastián, el penúltimo en arrodillarse ante el Papa, le correspondió la basílica de Santa Angela de Médici. Especialmente emotivo fue el saludo con su sucesor en Buenos Aires, Mario Poli. O el momento en que descendió para imponer el birrete a un cardenal de La Antilla, que estaba en silla de ruedas.

Texto completo de la homilía del Santo Padre Francisco:
«Y Jesús iba delante de ellos...» (Mc 10, 32)
También en este momento Jesús camina delante de nosotros. Él siempre está delante de nosotros. Él nos precede y nos abre el camino... Y ésta es nuestra confianza y nuestra alegría: ser discípulos suyos, estar con él, caminar detrás de él, seguirlo...
Cuando con los cardenales hemos concelebrado juntos la primera Misa en la Capilla Sixtina, «caminar» ha sido la primera palabra que el Señor nos ha propuesto: caminar, y después construir y confesar.
Hoy vuelve esta palabra, pero como un acto, como una acción de Jesús que continúa: «Jesús caminaba...». Nos llama la atención esto en los evangelios: Jesús camina mucho e instruye a los suyos a lo largo del camino. Esto es importante. Jesús no ha venido a enseñar una filosofía, una ideología..., sino un «camino», una senda para recorrerla con él, y la senda se aprende haciéndola, caminando. Sí, queridos hermanos, esta es nuestra alegría: caminar con Jesús.
Y esto no es fácil, no es cómodo, porque la senda que Jesús elije es el camino de la cruz. Mientras van de camino, él habla a sus discípulos de lo que le sucederá en Jerusalén: anuncia su pasión, muerte y resurrección. Y ellos se quedan «sorprendidos» y «asustados». Sorprendidos, ciertamente, porque para ellos subir a Jerusalén significaba participar en el triunfo del Mesías, en su victoria, como se ve luego en la petición de Santiago y Juan; y asustados por lo que Jesús habría tenido que sufrir, y que también ellos corrían el riesgo de padecer.
A diferencia de los discípulos de entonces, nosotros sabemos que Jesús ha vencido, y no deberíamos tener miedo de la cruz, aún más, en la Cruz tenemos nuestra esperanza. No obstante, también nosotros somos humanos, pecadores, y estamos expuestos a la tentación de pensar según el modo de los hombres y no de Dios.
Y cuando se piensa de modo mundano, ¿cuál es la consecuencia? Dice el Evangelio: «Los otros diez se indignaron contra Santiago y Juan» (v. 41). Ellos se indignaron. Si prevalece la mentalidad del mundo, surgen las rivalidades, las envidias, los bandos...
Así pues, esta palabra que hoy nos dirige el Señor es muy saludable. Nos purifica interiormente, ilumina nuestra conciencia y nos ayuda a ponernos en plena sintonía con Jesús, y a hacerlo juntos, en el momento en que el Colegio de Cardenales se incrementa con el ingreso de nuevos miembros.
«Llamándolos Jesús a sí...» (Mc 10, 42). He aquí el otro gesto del Señor. Durante el camino, se da cuenta de que necesita hablar a los Doce, se detiene y los llama a sí. Hermanos, dejemos que el Señor Jesús nos llame a sí. Dejémonos con-vocar por él. Y escuchémosle con la alegría de acoger juntos su palabra, de dejarnos enseñar por ella y por el Espíritu Santo, para ser cada vez más un solo corazón y una sola alma alrededor de él.
Y mientras estamos así, convocados, «llamados a sí» por nuestro único Maestro, también yo les digo lo que la Iglesia necesita: tiene necesidad de ustedes, de su colaboración y, por encima de todo, de su comunión, conmigo y entre ustedes. La Iglesia necesita su valor para anunciar el Evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente, y para dar testimonio de la verdad. La Iglesia necesita sus oraciones, - ¡no lo olvidemos! - para el buen camino del rebaño de Cristo, la oración que, con el anuncio de la Palabra, es el primer deber del Obispo. La Iglesia necesita su compasión sobre todo en estos momentos de dolor y sufrimiento en tantos países del mundo. Expresemos juntos nuestra cercanía espiritual a las comunidades eclesiales y a todos los cristianos que sufren discriminación y persecución. ¡Debemos luchar contra toda discriminación! La Iglesia necesita que recemos por ellos, para que sean fuertes en la fe y sepan reaccionar con el bien ante el mal. Y esta oración nuestra se extiende a todos los hombres y mujeres que padecen injusticia a causa de sus convicciones religiosas.
La Iglesia también necesita de nosotros para que seamos hombres de paz y construyamos la paz con nuestras obras, nuestros deseos, nuestras oraciones: ¡hacer la paz! ¡Artesanos de la paz! por ello imploramos la paz y la reconciliación para los pueblos que en estos tiempos sufren la prueba de la violencia, de la exclusión y de la guerra.
Gracias, queridos hermanos. ¡Gracias! Caminemos juntos tras el Señor, y en medio del Pueblo fiel - del santo Pueblo fiel de Dios - dejémonos convocar cada vez más por él a la Santa Madre Iglesia. ¡Gracias!

Los nuevos cardenales son:
- Arzobispo Pietro Parolin, Secretario de Estado.
-Arzobispo Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos
- Arzobispo Gerhard Ludwig Müller, emérito de Regensburg (Alemania) Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
- Arzobispo Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero.
- Arzobispo Vincent Nichols, de Westminster (Gran Bretaña).
- Arzobispo Leopoldo José Brenes Solórzano, de Managua (Nicaragua).
- Arzobispo Gérald Cyprien Lacroix, de Québec (Canadá).
- Arzobispo Jean-Pierre Kutwa, de Abidjan (Costa de Marfil).
- Arzobispo Orani João Tempesta, O. Cist., de Río de Janeiro (Brasil).
- Arzobispo Gualtiero Bassetti, de Perugia-Città della Pieve (Italia).
- Arzobispo Mario Aurelio Poli, de Buenos Aires (Argentina).
- Arzobispo Andrew Yeom Soo jung, de Seúl (Corea).
- Arzobispo Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B., de Santiago del Chile (Chile).
- Arzobispo Philippe Nakellentuba Ouédraogo, de Ouagadougou (Burkina Faso).
- Arzobispo Orlando B. Quevedo, O.M.I., de Cotabato (Filipinas)
- Arzobispo Chibly Langlois, de Les Cayes (Haití).
Los tres Arzobispos eméritos son:
- Arzobispo Loris Francesco Capovilla, Ex Prelado del Santuario de Loreto (Italia) y ex secretario personal del beato Juan XXIII.
- Arzobispo Fernando Sebastián Aguilar, C.M.F., emérito de Pamplona (España)
- Arzobispo Kelvin Edward Felix, emérito de Castries (Santa Lucía).

Consistory

Consistory for the creation of 19 new Cardinals. Their names have been announced by Pope Francis during the Angelus of 12th January.

Francisco crea 19 nuevos cardenales: La Iglesia necesita vuestro valor para anunciar el Evangelio


Es la primera ceremonia pública en la que participa Benedicto como Papa emérito. Asistió en primera fila, junto a los "cardenales obispos”. Llevaba un abrigo blanco para protegerse del frío de la basílica. 

Francisco llegó algunos minutos más tarde, rompió el protocolo y le saludó así

Benedicto reaccionó con timidez cuando lo mencionó Pietro Parolin, el más veterano de los 19 nuevos cardenales. 

CARD. PIETRO PAROLIN
"Saludamos con el mismo afecto y veneración al Papa emérito, Su Santidad Benedicto XVI, contentos de que esté aquí entre nosotros”. 

En su discurso, Francisco explicó a todos los cardenales lo que la Iglesia se espera de ellos. 

FRANCISCO
"La Iglesia necesita vuestro valor para anunciar el Evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente, y para dar testimonio de la verdad. La Iglesia necesita vuestra compasión sobre todo en estos momentos de dolor y sufrimiento en tantos países del mundo”.

El Papa recordó también a los hombres y mujeres perseguidos o discriminados por su religión, aunque no sean cristianos. 

FRANCISCO
"La Iglesia necesita que recemos por ellos, para que sean fuertes en la fe y sepan responder el mal con bien. Y que esta oración se haga extensiva a todos los hombres y mujeres que padecen injusticia a causa de sus convicciones religiosas”.

Era la primera vez que Francisco imponía la birreta cardenalicia. Al principio lo hizo con solemnidad, y después con emoción. 

Como históricamente, los cardenales procedían del clero de Roma, ahora los Papas les confían una iglesia de la Ciudad Eterna. Al arzobispo de Buenos Aires, Marco Aurelio Poli le asignó la misma que él tenía antes de ser elegido Papa. 

Y ya que el nuevo cardenal de Costa de Marfil Jean-Pierre Kutwa iba en silla de ruedas, el Papa se acercó personalmente para entregarle la birreta y el anillo cardenalicio. 

Tras esta ceremonia, el número de cardenales electores pasa a 122. Además, hay otros 96 cardenales mayores de 80 años. 

A la ceremonia participaron otros dos jefes de Estado: la presidenta de BrasilDilma Rousseff y el presidente de Haiti, Michel Martelly.

El coro también tuvo un significado personal para el nuevo cardenal de Londres, porque era la primera vez que cantaban juntos la Capilla Sixtina, que es el corooficial del Vaticano, y el coro de la Catedral de Westminster.

La basílica de San Pedro estaba especialmente engalanada por la fiesta de la cátedra de San Pedro. La majestuosa cátedra de San Pedro, hecha por Bernini, estaba decorada con velas. También la estatua de San Pedro, de Arnolfo di Cambio, llevaba las vestiduras pontificias. 

De hecho, Francisco primero se despidió de Benedicto, y antes de abandonar la basílica, rezó unos instantes ante esa estatua de Pedro. 

viernes, 21 de febrero de 2014

El Papa y los cardenales ponen las bases para el regreso a la comunión de los divorciados vueltos a casar


La decisión final, en dos años. Quedarían excluidos los que hayan formado parejas de hecho


Tagle, Damasceno y Vingt-Trois presidirán el Sínodo de la Familia de octubre


Por primera vez un Papa admite que los divorciados que se vuelvan a casar puedan comulgar. Francisco ha sorprendido a los cardenales reunidos en el Vaticano con esta propuesta. Sólo afectaría a divorciados que cumplan requisitos especificos comohaberse vuelto a casar por lo civil.Quedarían excluidos los divorciados que formen parejas de hecho.
Los cardenales reunidos en el Consistorio extraordinario que ha convocado el Papa Francisco han debatido sobre temáticas como la preparación al matrimonio y la espiritualidad en familia, así como los divorciados vueltos a casar o losprocedimientos de nulidad matrimonial.
Durante el segundo encuentro a puerta cerrada que mantiene el Papa Francisco con unos 150 cardenales para debatir sobre la pastoral familiar y profundizar en los desafíos a los que se enfrenta la familia en la actualidad, Lombardi ha destacado que los cardenales están trabajando para "buscar juntos el mejor camino para que la iglesia conjugue la doctrina de la Iglesia y la fidelidad a Cristo".
Además, desde el Vaticano se afirma que en las sesiones de trabajo reina un clima "de realismo", y no de "lamento", "tensión" o "ansia" y ha añadido que la temática de las intervenciones ha sido muy variada siempre centrada en la familia.
En este sentido, ha apuntado que no hay que esperarse "grandes decisiones" sino tomar este consistorio como una "valiente introducción al camino del Sínodo", que pone de manifiesto una "riqueza de horizontes" sobre la temática de la pastoral familiar. Será un proceso largo de reflexión que concluirá en unos dos años.
Hasta el momento, se han producido 43 intervenciones orales libres de los cardenales, pero es posible que "no dé tiempo a que intervengan todos", según ha añadido Lombardi, que ha matizado que también está previsto que algunos cardenales intervengan "por escrito". El portavoz de la Santa Sede ha recalcado que el consistorio "no es capítulo que se cierra en sí mismo, sino una contribución para un camino más largo".

El Papa Francisco ha nombrado además tres presidentes para el Sínodo sobre la familia que tendrá lugar en el Vaticano el próximo mes de octubre. Se trata del cardenal André Armand Vingt-Trois, arzobispo de París (Francia), el cardenal Luis Antonio Tagle,arzobispo de Manila (Filipinas), Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil) para el Sínodo de la familia.
(Rd/Agencias)

El Papa y los cardenales comienzan sus reuniones sobre la familia

domingo, 16 de febrero de 2014

Encuentros con la Palabra por Hermann Rodríguez S.J. “Ustedes han oído que se dijo… pero yo les digo…”



Jesús no vino a suprimir la ley judía, ni las enseñanzas de los profetas de Israel. Jesús vino a llevar esta enseñanza a su plenitud, que es la ley del amor. El texto del evangelio que nos presenta hoy la liturgia, está marcado por esta alternancia entre lo que decía la ley del Antiguo Testamento, y lo que Jesús viene a proponer de parte de Dios y fundamentado solamente en el amor. Se trata de un cambio que no elimina el momento anterior, sino que, conteniéndolo, lo supera. Va mucho más allá de lo que los mismos profetas hubieran querido y más allá de lo que la ley pretendía alcanzar en lo que toca a la regulación de las relaciones entre las personas y con Dios.
Muchos seguidores de Jesús hubieran disfrutado mucho si Jesús hubiera acabado con todo lo pasado. De la misma manera, había muchos otros que hubieran querido un Mesías que no los hiciera cambiar nada de sus tradiciones y costumbres. Conservar todo o cambiarlo todo, son dos extremos que se juntan. Los radicales que no aceptan nada de lo pasado y los radicales que se apegan a las tradiciones porque ‘así se ha hecho siempre’, están hechos con el mismo material dogmático y cerrado.
En la Iglesia de hoy, encontramos también estas dos tendencias que se encontró Jesús en su tiempo. Hay quienes quieren que no les cambien nada de lo que han pensado y hecho toda su vida… y hay otros que quisieran que todo se reformara o se cambiara radicalmente. La propuesta de Jesús es vivir desde la plenitud y la libertad del amor.
En esta perspectiva, quisiera ofrecer hoy una reflexión que me parece muy sugerente. Se trata de un escrito del famoso y polémico teólogo católico, Hans Küng sobre su permanencia en la Iglesia. Cuando fue sancionado por el Vaticano y le suspendieron su cátedra de teología en una universidad católica, había personas que le preguntaban por qué seguía en la Iglesia y por qué no abandonaba su sacerdocio. Su respuesta fue esta:
“En esta situación se escucha la pregunta: ¿por qué sigo en la Iglesia o en el ministerio eclesial? Ya no se puede amenazar correctamente con el infierno. La secularización de la existencia y del saber modernos ha derribado muchas motivaciones sociológicas. Y por otra parte parece que el tiempo de la Iglesia estatal, popular tradicional, toca a su fin. Responder convincentemente a esta pregunta no es fácil. Para un judío o para un musulmán no puede carecer de importancia el hecho de que él nació en esta comunidad, y sigue determinado –lo quiera o no– por ella en forma positiva o negativa (al menos ha sucedido así la mayoría de las veces). Y no da igual mantenerse unido a la familia o bien alejarse de ella por ira o por indiferencia. Lo mismo para un cristiano”.
“Esta es al menos una causa por la que algunos permanecen hoy en la Iglesia e incluso en el ministerio eclesial. Querrían atacar las tradiciones congeladas, que dificultan o imposibilitan ser cristiano. Pero no por ello renuncian a vivir fundados en la gran tradición cristiana y eclesial de veinte siglos. Criticarán instituciones y constituciones eclesiales cuando la felicidad de las personas se inmola en provecho de estas constituciones e instituciones. Pero no quieren renunciar a la necesaria institución o constitución sin la cual no puede vivir a la larga una comunidad de fe”.
“Habiendo asistido a horas mejores, ¿debía yo abandonar el barco en la tempestad y dejar a los demás con los que he navegado hasta ahora que se enfrentarán al viento, extraerán el agua y lucharán por la supervivencia? He recibido demasiado en la comunidad de fe para poder defraudar ahora a aquellos que se han comprometido conmigo. No quisiera alegrar a los enemigos de la renovación, ni avergonzar a los amigos… Pero no renunciaré a la eficacia EN la Iglesia. Las alternativas –otra Iglesia, sin Iglesia– no me convencen: los rompimientos conducen al aislamiento del individuo o a una nueva institucionalización. Cualquier fanatismo lo demuestra. No defiendo en absoluto un cristianismo de selectos que pretenden ser mejores que otros ni tampoco defiendo las utopías eclesiales, que sueñan con una comunidad limpiamente animada por los mismos sentimientos. ¿No sería más emocionante, interesante, exigente –a pesar de todo– y finalmente más reconfortante y fructífero luchar por un «cristianismo con rostro humano» en esta Iglesia concreta, en la que al menos sé con quién me comprometo? ¿No sería mejor una exigencia siempre nueva de responsabilidad, de postura activa, de perseverancia tenaz, de libertad más vivida, de resistencia leal?”
“Mi respuesta decisiva sería: permanezco en la Iglesia porque el asunto de Jesús me ha convencido, y porque la comunidad eclesial en y a pesar de todo fallo ha sido la DEFENSORA DE LA CAUSA DE JESUCRISTO y así debe seguir siendo. La posibilidad efectiva dependerá de que en algún lugar un párroco predique a este Jesús; un catequista enseñe cristianamente; un individuo, una familia o una comunidad recen seriamente, sin frases; de que se haga un bautismo en nombre de Jesucristo; se celebre la Cena de una comunidad comprometida y que tenga consecuencias en lo cotidiano; se prometa misteriosamente por la fuerza de Dios el perdón de los pecados; de que en el servicio divino y en el servicio humano, en la enseñanza y en la pastoral, en la conversación y en la diaconía el Evangelio sea predicado, pre-vivido y post-vivido de verdad. En pocas palabras, se realiza el verdadero seguimiento de Cristo; el «asunto de Jesucristo» es tomado en serio. Por tanto, la Iglesia puede –¿quién lo haría sino ella?– ayudar a los hombres a ser hombres, cristianos, hombres-cristianos, y a seguir siéndolo de hecho: a la luz y en la fuerza de Jesús, poder vivir, actuar, padecer y morir de una forma verdaderamente humana por estar mantenidos desde el principio hasta el fin por Dios, poder comprometerse hasta el fin por Dios, poder comprometerse hasta el fin por los hombres”.
“Está en manos de la Iglesia el modo de superar esta crisis. El programa no falta. ¿Por qué sigo en la Iglesia? Porque de la fe hago ESPERANZA: esperanza de que el programa, es decir, de que el asunto de Jesucristo es más fuerte que todos los abusos que se dan en y con la Iglesia. Por esto vale la pena la decisiva toma de postura EN la Iglesia; por esto vale la pena la toma de posición más concreta en el ministerio eclesial a pesar de todo. No permanezco en la Iglesia AUNQUE sea cristiano: no me tengo por más cristiano que la Iglesia. Sino que permanezco en la Iglesia PORQUE soy cristiano”.
Que estas palabras nos ayuden a reflexionar sobre nuestra apertura al amor que Jesús vino a proponer, para llevar a plenitud la ley y los profetas.
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
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