miércoles, 8 de febrero de 2017

JORGE COSTADOAT SJ y su nuevo libro CRISTIANISMO EN TEMPESTAD. FE, CORAJE Y ESPERANZA






Nos juntamos con Jorge Costadoat sj, antes de que él salga de vacaciones, y su primera noticia fue la de terminar su último libro a fines del año pasado y que espera poner en circulación a partir de marzo de este año.
"¿Qué quiero en este libro? Rápidamente pongo las cartas sobre la mesa. Me interesa convencer a los lectores de la grandeza del cristianismo. Quiero comunicar al Cristo que ha inspirado cada una de las columnas de que consta esta publicación.
Cristo y el cristianismo no son lo mismo. En el cristianismo hay de todo. En su larga historia se cuentan muchas equivocaciones. Se han llamado cristianos personajes que mejor olvidar. Cristo mismo es el criterio que nos permite juzgar la historia, y la historia de la Iglesia, y decir aquí sí, aquí no, ha actuado Dios. Pero el cristianismo, gracias a Cristo, ha dotado al mundo de humanidad. No sabemos que sería de la historia humana si se extirpara de ella lo que los cristianos han hecho a su favor. Al menos habría que decir que han procurado hermanar a hombres y mujeres por su fe en el Dios que Jesús llamó Padre.
¿Que quiero? Me gustaría que mis lectores continuen conmigo en esta historia bimilenaria viviendo de Cristo y trasmitiéndolo como la Iglesia tendría que hacerlo, aunque no siempre le resulta.
Este libro ha sido escrito en tiempos de tempestad. Lo recorre de punta a cabo una gran inquietud. La época es zarandeada por cambios gigantescos, cada vez más acelerados. Vivir da vértigo. ¿Cómo educar hoy a un hijo? Tremendo desafío. La Iglesia, evidentemente, no logra seguir el paso a los acontecimientos y queda rezagada. Eñseña peo no enseña. Es patente que la jerarquía eclesiástica, los obispos y los sacerdotes parecemos cada vez más atrasados.
Con este libro quisiera remover, sacudir con Cristo a unos cristianos que pierden demasiado tiempo quejándose contra la jerarquía eclesiástica. ¡Tragan agua salada! En la tempestad  en la que estamos los laicos se han acostumbrado a tomar palco y a disparar contra el clero y los obispos, como quien usa el telecomando. Me duele esta amargura crónica. Hay cristianos que en cualquier momento podrían renunciar a su Iglesia para hacerse socios de Apple, levantarse a las 3 a.m. y ponerse a la cola para comprar de la última versión del Ipad. ¡Todo porque no le gustó la prédica del párroco!
He escrito este libro por si alguien fuera a interesarle, en esta época de desconcierto cultural creciente, una tradición extraordinaria de humanidad que le sirva precisamente para interpretar lo que nos está pasando y trabajar por la paz. La inquietud es grande. No es mi intención agitar las aguas. Si Cristo calmó la tempestad, ¿qué otra cosa puedo tratar de hacer yo alentar la fe de los tripulantes de la nave?
La tempestad es la mesa. Estas columnas son mis cartas... es lo que Jorge escribe en su introducción a este libro. Por ahora les dejo a Jorge que nos cuente sobre este libro

Algo para pensar y orar en esta semana. Las instrucciones de Jesús



Jesús llama a sus discípulos y los envía lejos, entregándoles instrucciones claras y precisas. Los desafía a emplear un extenso rango de actitudes y formas de actuar. Algunas nos pueden parecer exageradas, incluso absurdas. Sería más fácil interpretar estas actitudes en forma simbólica o “espiritual”. Pero Jesús es muy preciso, muy claro. No les dice que pueden hacer lo que ellos quieran.
Veamos algunas de estas actitudes: “No lleven nada para el camino, fuera de un bastón; ni pan, ni morral, ni dinero.” “Quédense en la primera casa en que les den alojamiento, hasta que se vayan de ese sitio.” (Marcos 6: 8-11). Todo esto nos podría parecer poco real. Podríamos concentrarnos en las palabras pan, dinero, moral, bastón, sandalias y túnicas. Y estaría bien; pero me preocupa que una palabra clave se nos pueda pasar entre todas estas palabras. Es una palabra que está en el corazón de la espiritualidad cristiana y en nuestra experiencia en el discipulado: bienvenido.
Jesús, como un buen maestro, un buen profesor, los envía a ser bienvenidos, a experimentar la hospitalidad. Les dice: "Cuando entres en una casa, quédate ahí”. Los envía a conocer uno de los signos de la comunidad de creyentes. Podríamos decir que un cristiano es alguien que ha aprendido a dar la bienvenida a los demás, que ha aprendido a mostrar hospitalidad.
Papa Francisco
Espacio Sagrado

viernes, 3 de febrero de 2017

Los jesuitas de Centroamérica alzan su voz contra el muro fronterizo de Trump


Lo califican de "afrenta a nuestra misión y asalto a los valores cristianos"


Señalan su intención de "trabajar juntos/as, para que se respeten los derechos humanos"


(Israel González Espinoza, corresponsal en Centroamérica).- La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús expresó este jueves por medio de un comunicado la construcción de un muro fronterizo que la administración del presidente estadounidense Donald J. Trump pretende construir a lo largo de la guardarraya que divide los Estados Unidos de América y México.
"La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, la Comisión Provincial de Apostolado Social y la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica expresamos nuestra preocupación y total rechazo a las medidas migratorias anunciadas en los últimos días por el presidente de Estados Unidos, tales como el aumento de la seguridad fronteriza, la suspensión del derecho a solicitar asilo, el aumento de centros de detención y de procedimientos de deportación expedita, y la prohibición de entrada a personas de varias nacionalidades, entre otras", expresa el primer párrafo del contundente comunicado de los jesuitas de América Central.
El comunicado de la Compañía de Jesús en América Central llega días después que los jesuitas de Canadá y EE.UU. condenaran por medio de un comunicado conjunto las medidas de control migratorio que ha firmado por medio de decreto ejecutivo el presidente Trump.
"Nos sumamos a las denuncias de los hermanos jesuitas de Canadá y Estados Unidos, quienes consideran dichas disposiciones una afrenta a nuestra misión como Compañía de Jesús, y un asalto a los valores cristianos. Y nos sentimos cuerpo con ellos cuando expresan su solidaridad con nuestras hermanas y hermanos migrantes, reafirman su decisión de no ceder ante el miedo, y su intención de continuar la larga tradición de defender y acompañar a las personas migrantes y refugiadas, sin importar su origen o religión", remarca otro párrafo de dicho comunicado.
Según los sacerdotes jesuitas en América Central, las órdenes ejecutivas de la administración estadounidense de Donald Trump tienen a "estigmatizar y criminalizar a los migrantes" y violan derechos humanos fundamentales. Del mismo modo, subraya que dichas medidas restrictivas tienden a agravar la crisis migratoria del triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), dónde la situación de violencia y la injusticia social enraizada en la sociedad obliga a miles a buscar un mejor destino en Estados Unidos.
"En tiempos de muros, nos sentimos llamados a construir puentes entre personas, culturas y sociedades. A levantar nuestras voces y trabajar juntos y juntas para que los Estados centroamericanos y norteamericanos, respeten los derechos humanos y el principio de la dignidad humana, celebren las diferencias y fomenten una cultura de hospitalidad y fraternidad", finaliza el comunicado de la Provincia jesuita en América Central.


Por su importancia, reproducimos íntegro el comunicado de la comunidad jesuita en América Central:
Es tiempo de construir puentes, no muros
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, la Comisión Provincial de Apostolado Social y la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica expresamos nuestra preocupación y total rechazo a las medidas migratorias anunciadas en los últimos días por el presidente de Estados Unidos, tales como el aumento de la seguridad fronteriza, la suspensión del derecho a solicitar asilo, el aumento de centros de detención y de procedimientos de deportación expedita, y la prohibición de entrada a personas de varias nacionalidades, entre otras.
Las órdenes ejecutivas emitidas por la Administración Trump suponen violaciones graves a los derechos humanos y "representan una política dirigida a estigmatizar y criminalizar a los migrantes o a cualquier persona percibida como migrante", tal y como reconoce la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su comunicado del 1 de febrero del presente año. Su implementación no tiene otro efecto más que agravar la crisis y vulnerabilidad de los miles de centroamericanos y centroamericanas, que se ven obligadas a salir de sus países porque éstos no les brindan las condiciones mínimas para poder llevar una vida digna, y en muchos casos, para poder salvar sus vidas.
Nos sumamos a las denuncias de los hermanos jesuitas de Canadá y Estados Unidos, quienes consideran dichas disposiciones una afrenta a nuestra misión como Compañía de Jesús, y un asalto a los valores cristianos. Y nos sentimos cuerpo con ellos cuando expresan su solidaridad con nuestras hermanas y hermanos migrantes, reafirman su decisión de no ceder ante el miedo, y su intención de continuar la larga tradición de defender y acompañar a las personas migrantes y refugiadas, sin importar su origen o religión.
En tiempos de muros, nos sentimos llamados a construir puentes entre personas, culturas y sociedades. A levantar nuestras voces y trabajar juntos y juntas para que los Estados centroamericanos y norteamericanos, respeten los derechos humanos y el principio de la dignidad humana, celebren las diferencias y fomenten una cultura de hospitalidad y fraternidad.
RD