lunes, 28 de noviembre de 2016

JESUITAS. Kolvenbach: mística y política

Peter-Hans Kolvenbach, SJ

Ha fallecido el P. Peter-Hans Kolvenbach, que fue Superior General de la Compañía de Jesús entre 1983 y 2008. Como homenaje agradecido, ofrecemos aquí un resumen (o, mejor, una recopilación de frases selectas) de su conferencia “Mística y política de Ignacio de Loyola”, pronunciada en Bolonia (Italia) el 26 de febrero de 1991.
  • Ignacio, hombre místico y hombre político
Una precisión sobre el término “política”. Puede ser entendida como la concepción del gobierno de los estados y la organización del poder, el arte y la práctica del gobierno en una cierta sociedad por medio de un partido o de un programa. En este sentido “estatal”, la política no es ciertamente competencia del ámbito religioso en el cual se mueve la Iglesia. Pero la política significa también el servicio del bien común, la búsqueda de relaciones armoniosas y de soluciones a los conflictos entre las sociedades. Que el hombre quiera o no, estos hechos y gestos tienen una dimensión socio-política.
  • Ignacio en la política de su tiempo
El reconocer una estructura de pecado (según la expresión misma de Juan Pablo II) en el interior de la historia humana en la cual, a pesar de todo, Dios crucificado permanece presente, es el origen del realismo político y del optimismo místico de Ignacio.
  • La superación mística de la política
Es en la célebre contemplación del Reino de Cristo donde Ignacio muestra claramente que la política no basta. Para Ignacio “sola política” significaría solamente esto: penar con Cristo, trabajar como asociado en una empresa, aun siendo evangélica. Contemplando la persona de Cristo y su obra por el reino de su Padre, Ignacio toma conciencia de  que la respuesta a la llamada de Cristo no puede ser un simple acuerdo de trabajo para participar en la tarea evangelizadora, sino que implica siempre una consagración mística de todo su propio ser a la persona de Cristo. La política consistirá entonces en el estar, de ahora en adelante, señalado con los rasgos de los misterios de la vida de Cristo.
  • Mística de servicio
La de Ignacio es una mística de servicio; menos de estar en Cristo que de estar con Cristo en su obra de salvación. Es entonces un doble “estar con” como en la Alianza: un estar con Dios en un movimiento de consagración y un estar con el mundo, la creación, la sociedad humana por medio de un movimiento de comunión. Ignacio verifica poco a poco que sólo puede en verdad “estar con Dios” si consiente “estar con el mundo” y este doble estar con Dios y el mundo se unifica en la decisión de estar con Cristo.
  • La prioridad del pobre
Precisamente porque ama igualmente a todos los hombres, Dios concede una prioridad a los pobres. Cuando el rico y el pobre son tratados de igual modo, la igualdad en realidad no existe. Podríamos acusar a Dios de hacer acepción de personas, si no concediese una atención privilegiada a los pobres. Podríamos acusar a Ignacio de una política de élite si no concediese, en su acción hacia los que están arriba, una atención privilegiada a los que están abajo. Este aspecto de la actividad de Ignacio muestra claramente el punto de unión entre mística cristocéntrica y política social.
  • Mística de abajamiento
Ignacio ha aprendido místicamente de su Señor que una salvación ofrecida a todos sin excepción, universalmente, aunque según las palabras mismas de Cristo, la buena nueva sea anunciada a los pobres. Políticamente, Ignacio vive en una concepción del mundo donde la imagen de Evangelio es absolutamente imposible servir a los que están abajo sin entrar en una relación siempre más cristiana con los que están arriba porque, por otra parte, los que están arriba no pueden llamarse cristianos sin imitar al Señor que se hace siervo, siendo la bienaventuranza de los que están abajo.
  • Contemplativo en la acción
Fue Jerónimo Nadal quien definió a Ignacio como “un contemplativo en la misma acción”. Un  santo mundano: “en todo, palabras y acciones era consciente de la presencia de Dios, sensible a esta presencia, que sentía sobrenaturalmente atractiva”. Es cierto que este ideal puede llevar a una política que abusa de lo religioso o una mística manipulada hábilmente por la política; y de hecho, implica un problema concreto en la vida del que es llamado a vivir esta espiritualidad. Por eso, es necesario volver aquí a la orientación cristocéntrica de la espiritualidad de Ignacio. Quien es perfectamente contemplativo en la acción es ciertamente Cristo.
entreParéntesis

sábado, 26 de noviembre de 2016

JESUITAS: Muere el padre Peter-Hans Kolvenbach



Fue General de la Compañía 24 años


Fue también el primer Prepósito que renunció al cargo


(Jesuitas).- Esta tarde ha fallecido en Beirut el P. Kolvenbach, quiere fuera durante 24 años y cuatro meses P. General de la Compañía de Jesús. Nació en 1928 en Druten, en los Países Bajos. Su padre era comerciante en Nimega, donde se traslada desde niño y donde es alumno en el Canisius College.
Su formación juvenil transcurre en los años de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi, un contexto que según reconoce él mismo, le provocó una desilusión por la política y las ideologías. El 1948 ingresa en la Compañía de Jesús, en el noviciado de Mariëndaal, en Grave. Cursa estudios de Filosofía y Lingüística, y en 1958 es enviado al Líbano. Estudia Teología en la Universidad de San José deBeirut, donde también ejerce como profesor. Estudia armenio y se ordena sacerdote por el rito cristiano armenio.
En el Líbano pasa más de 20 años, que marcan profundamente su formación y personalidad. Este período supone para él una inmersión en el mundo Oriental: estudia y conoce a fondo las lenguas así como las tradiciones culturales y espirituales orientales. Esta experiencia lo convierte en un defensor del ecumenismo y un experto en el Próximo Oriente, y marca su perfil dialogante y reservado. Es responsable de los estudiantes jesuitas de la Universidad de San José, ejerce como profesor en el Instituto de Filosofía de la misma universidad y como profesor de lingüística general y armenio en el Instituto de Lenguas Orientales de Beirut.
En 1974 es nombrado Provincial dela Vice-Provincia del Próximo Oriente, que abarca Egipto, Siria, Líbano y Turquía. El mismo año participa en Roma en la Congregación General 32, convocada por Pedro Arrupe, y que marca un momento muy importante en la historia de la Compañía de Jesús, por el compromiso adoptado por la promoción de la justicia como parte integrante de la fe. Ocupa el cargo de Provincial durante 7 años, en los que ha de vivir circunstancias dramáticas: son los años de la guerra civil en el Líbano, la misma Universidad de Beirut fue blanco de ataques y varios jesuitas fueron asesinados o secuestrados.
Como Provincial mantuvo contactos con varios grupos en favor de las víctimas y del diálogo. Años después reconoce que es quizás esta experiencia la que más le preparó para el cargo que ocuparía después como General de los jesuitas.
El año 1981, el P. Arrupe lo nombra Rector del Pontificio Instituto Oriental de Roma, que se ocupa de las Iglesias Orientales, y está muy comprometido en el diálogo ecuménico. Después de sufrir el P. Arrupe un grave problema de salud, se convoca la Congregación General 33, para elegir nuevo General. El 13 de septiembre de 1983, Peter-Hans Kolvenbach es elegido como Superior General de los Jesuitas.
Desde entonces, participó en numerosos Sínodos, dirigió los Ejercicios Espirituales del Papa Juan Pablo II y sus colaboradores, y presidió la Congregación General 34 de laCompañía de Jesús. Fue miembro de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, Vice-Gran Canciller de la Pontificia Universidad Gregoriana, del Pontificio Instituto Bíblico y del Pontificio Instituto Oriental. También fue Consultor de la Congregación para las Iglesias Orientales, y miembro de las Congregaciones para la Evangelización de los Pueblos y para los Institutos de Vida Consagrada.
El 7 de enero de 2008, en la primera sesión formal de la Congregación General 35, se aceptó su renuncia. Sería sucedido por el P. Adolfo Nicolás.
Volvería al Líbano, donde ha vivido sus últimos años.

RD

Kolvenbach, un General tranquilo para una época convulsa


No es fácil suceder a un personaje carismático, querido y conocido en todo el mundo. No es fácil porque inmediatamente surgirán expectativas, comparaciones y quizás críticas por no ser tu predecesor. Ese fue el formidable reto que se encontró Peter-Hans Kolvenbach cuando fue elegido General de la Compañía de Jesús por la Congregación General 33, tras el largo y complejo generalato de Pedro Arrupe. La renuncia de Arrupe, precipitada por la enfermedad, y un período de tensión con la Santa Sede que puso al frente de la Compañía de manera provisional a los padres Dezza y Pittau, terminó con el nombramiento de Kolvenbach el 13 de septiembre de 1983. Desde entonces, y durante los siguientes 24 años, llevó el timón de la Compañía de Jesús. Y consiguió lo que antes definíamos como tan difícil: suceder a Arrupe sin quedar eclipsado por su sombra. Kolvenbach fue el hombre tranquilo, de perfil sereno, de ingenio sutil, de voz templada, discurso sólido y actitud paciente, que se empeñó en continuar los cambios que había emprendido la Compañía de Jesús durante las décadas anteriores. Lo que con Arrupe había sido impulso, intuición y profecía, se consolidó con Kolvenbach en forma de tendencia, solidez y sabiduría. Su liderazgo ayudó a reparar algunas relaciones heridas, llevó a institucionalizar lo que había surgido de manera genial en los años anteriores, y dejó que el tiempo ayudase a reafirmar lo que el Espíritu había suscitado en la Compañía que abrazó la fe y la justicia. 
Durante más de dos décadas viajó por todo el mundo para encontrar a los jesuitas de un mundo en rápida transformación. Su reflexión y su palabra vino a ser un contrapeso a ese cambio acelerado que sacudía el mundo y la Compañía, que estaba transformándose demográfica y geográficamente como nunca antes. Sus discursos y documentos sobre distintos aspectos de la vida en la SJ, sobre todas las etapas de la formación y todos los aspectos de la misión siguen siendo hoy una referencia para entender quiénes somos los jesuitas en este siglo XXI.
Tras su renuncia, en 2008, volvió a Líbano donde había sido provincial con anterioridad. Y allí siguió, discreto, hasta su muerte este 26 de noviembre, sabiendo retirarse del primer plano y lejos de titulares y reconocimientos. Porque así son los jefes según el evangelio. Gente que sabe cómo servir, en la vanguardia y en la retaguardia, liderando y apoyando. Por todo eso, vaya aquí nuestra gratitud.  

Jesuitas de España

VALPARAÍSO: HOY. TALLER "LA ALEGRÍA DEL AMOR" con Tony Mifsud sj



"Amoris Laetitia nos hace percibir el Evangelio como Buena Noticia porque construye un puente sólido entre nuestra fragilidad y las ganas de ser auténticos discípulos y humildes testigos de Cristo. Sentir el bálsamo de un Dios cuyo nombre es Misericordia, en palabras de Francisco, nos anima a aceptar nuestras debilidades y confiar en que Dios Padre siempre está cerca" (Tony Mifsud S.j.)

Nos reuniremos junto a Tony Mifsud sj, Doctor en Teología Moral y actual director de la Revista Mensaje para conversar en torno a la invitación que nos hace el Papa Francisco con la Exhortación Apostólica "Amoris Laetitia" (La Alegría del Amor)

sábado, 12 de noviembre de 2016

JESUITAS. Finalizó Congregación Gneral 36. Eucaristía final de la Congregación: “Id a predicar el Evangelio!!”

Eucaristía final de la Congregación: “Id a predicar el Evangelio!!”

Hoy Sábado 12 de noviembre, con una Eucaristía presidida por el P. General Arturo Sosa se celebró, en acción de gracias, la clausura de la Congregación General en la Iglesia de San Ignacio, parroquia de la Compañía de Jesús en Roma. Los concelebrantes principales eran los PP. Douglas Marcouiller y Antoine Kerhuel.  En su introducción, el P. General quiso solicitar la intercesión de María, invocada tradicionalmente en la Compañía bajo el nombre de Nuestra Señora del Camino, a fin que de ella acompañe a los “amigos en el Señor” que partirán por los diversos caminos del mundo tras su trabajo en la Congregación General. También pidió a María ayudar a todos los jesuitas a ser testigos verdaderamente auténticos del mensaje de Cristo, y que puedan ser también reflejo creíbles de su rostro en el mundo.
Los textos bíblicos de la liturgia de la Palabra fueron escogidos para la ocasión. De la primera carta de san Juan (4,7-16), se destaca la insistencia en el amor mutuo, reflejo del amor de Dios que debe animar el conjunto de las relaciones, no solamente entre jesuitas sino también con todos aquellos y aquellas con los cuales ellos sirven y hacia los cuales son enviados. El Evangelio fue el de san Marcos, capítulo 16. Se trata del envío de los apóstoles, en el momento de las Ascensión, a proclamar “la buena noticia a toda criatura”. El evangelista concluye subrayando que este envío ha dado frutos: “ellos salieron a predicar por todas partes, el Señor los asistía y confirmaba la Palabra acompañándola con señales”. Si los signos evocados por Marcos –serpientes y venenos mortales– pueden ser diferentes según los contextos y las épocas, su carácter de liberación y de salvación permanece siempre pertinente, y hoy puede ciertamente fundar el testimonio evangélico.
En su homilía, el Padre General a remarcado el vértigo que acompaña siempre el final de toda fuerte experiencia de discernimiento y la importancia de fortalecer la confianza en la elección realizada, fundamentándonos en “la consolación que proviene de estar en sintonía con la voluntad del Padre.” En continuidad con los diálogos tenidos durante la Congregación, el P. Sosa invitó a los asistentes a rezar una vez más el “Tomad Señor y Recibid” en unión de ánimos con los compañeros en situaciones de guerra. Para el Padre General el proceso de discernimiento de la Compañía reunida en Congregación General “nos pone ante el reto de convertirnos en ministros de la reconciliación en un mundo que no se ha detenido durante nuestras deliberaciones.” Haciendo referencia a las complejas situaciones de guerras, personas refugiadas, desigualdad y la creciente debilitación de lo político, el P. General nos invitó a “a ver este mundo con los ojos de los pobres y a colaborar con ellos para hacer crecer la vida verdadera.” Es nuestro discernimiento, insistió el P. Sosa, el que “nos invita a ir a las periferias y a intentar comprender cómo afrontar globalmente la integralidad de la crisis que impide las condiciones mínimas de vida a la mayoría de la humanidad y pone en riesgo la vida sobre el planeta Tierra, para abrir espacio a la Buena Nueva.”
Para el P. Sosa el apostolado de la Compañía de Jesús es necesariamente intelectual, buscando la comprensión de todo lo que oprime a las personas en este mundo, aprendiendo lenguas nuevas para comprender y compartir la Buena Nueva de la Salvación para todos y todas. “Si abrimos nuestro corazón a la acción del Espíritu Santo y nuestras mentes a la verdad del amor de Dios no beberemos el veneno de las ideologías que justifican la opresión, la violencia entre los seres humanos y la explotación irracional de las reservas naturales.”
La predicación terminó invitando a predicar el Evangelio por todas partes, consolados por la experiencia del amor de Dios. “Como a los primeros Padres, el Señor nos ha sido propicio en Roma, y nos envía a todos los lugares del mundo y a todas las culturas humanas. Vayamos confiados porque Él trabaja a nuestro lado y confirma con signos inéditos nuestra vida y misión.”
Luego de una plegaria con un carácter muy universal (las intenciones fueron proclamadas en polaco, rumano, japonés, francés, cingalés y árabe), el ofertorio comenzó con una procesión con danzas de tradición congolesa. Esta variante en relación a la tradición estrictamente romana fue para los jesuitas otra manera de subrayar el carácter universal de su servicio, que debe estar siempre en movimiento, en evolución, según las necesidades de épocas y personas. En el mismo espíritu, un rito indio, con ofrendas de flores, completó la pregaria eucarística.
Al final de la celebración, luego del canto latinoamericano “Santa María del Camino”, los coros se unieron en una nueva interpretación del Te Deum. Durante el cántico, el P. General y los miembros de la asamblea –representantes de las Asistencias, de los hermanos, de los estudiantes, des los laicos– se valieron del incienso para representar la oración que emerge de la compañía entera, dispersada por todos los lugares del mundo para “amar y servir”. Finalmente, se entonó este canto tan característico de la espiritualidad de la Compañía: “Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta”.
Ver homilía completa aquí

sábado, 5 de noviembre de 2016

JESUITAS: Elección de Asistentes Ad Providentiam y Nombramiento del Secretario de la Compañía

Elección de Asistentes Ad Providentiam y Nombramiento del Secretario de la Compañía

Ayer viernes 4 de Noviembre la Congregación General ha estado reunida eligiendo los Asistentes ad providentiam. A última hora de la tarde, el Padre General ha comunicado a toda la Compañía la elección como Asistentes ad providentiam a los siguientes padres:
  • P. Fratern Masawe (AOR)
  • P. Vernon D’Cunha (BOM)
  • P. Douglas Marcouiller (UCS)
  • P. John Dardis (HIB)
A su vez, ha sido elegido como Admonitor del Superior General el P. Douglas Marcouiller (UCS).
Hoy se ha hecho público también, que ayer 3 de noviembre, el Padre General ha nombrado al P. Antoine Kerhuel (GAL), Secretario de la Compañía de Jesús.
A partir de los decretos y las recomendaciones que apruebe la Congregación General es posible que se produzcan otros nombramientos en la Curia General de los que se dará puntual información en su momento.

CONOZCAN AL NUEVO SECRETARIO Y LOS ASISTENTES AD PROVIDENTIAM

Conozca al Nuevo Secretario y los Asistentes Ad Providentiam




Conozca al Nuevo Secretario y los Asistentes Ad Providentiam

En este artículo nos acercamos un poco más a los cuatro asistentes elegidos ayer. La Congregación ha elegido a cuatro jesuitas que, la semana pasada, ya habían sido nombrados por el P. Sosa como parte del Consejo General.

LOS CUATRO ASISTENTES AD PROVIDENTIAM



El P. Vernon D’Cunha, SJ pertenece a la provincia de Bombay (BOM). Nació
 en Mumbai, India, en 1956 y entró en la Compañía el 30 de Julio de 1977
e hizo sus últimos votos el 8 de Diciembre de 1994. En la actualidad es
Provincial de Bombay y la semana pasada ha sido nombrado Asistente
Regional para Asia Meridional (ASM).
El P. Douglas Marcouiller, SJ viene de la provincia Centro Sur de Estados Unidos (UCS). Nació en 1953 en Evanston (USA), y entró a la Compañía el 22 de
Agosto de 1978. Hizo sus últimos votos el 17 de Septiembre de 2005 y en la
actualidad es el Asistente Regional para Canadá y Estados Unidos. Además de
Asistente ad providentiam, el P. Marcouiller ha sido elegido admonitor del Padre
 General.
El P. Fratern Masawe, SJ viene de la provincia de África el Este (AOR), nació en Tanzania en 1956 y entró a la Compañía el 4 de Julio de 1978. El P. Masawe hizo
sus últimos votos el 8 de Diciembre de 1996. En la actualidad ya era Asistente
Regional de África y Madagascar.
El P. John Dardis, SJ proviene de la provincia de Irlanda (HIB). Nacido en Dublín
en 1956 entró en la Compañí el 23 de noviembre de 1974. El P. Dardis ha hecho
sus últimos votos el 9 de Octubre de 1998 y en la actualidad es el Presidente de
la Conferencia Europea de Provinciales. La semana pasada ha sido nombrado
Consejero para el Discernimiento y la Planificación Apostólica.
NUEVO SECRETARIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Ayer, además de la elección de los cuatro ad providentiam y el 

admonitor, se hizo público el nombramiento del P. Antoine Kerhuel, 

SJ como nuevo Secretario de la Compañía. EL P. Kerhuel
pertenece a la provincia de Francia (GAL). Nació en Lorient,
Francia, en 1957 y 
entró a la compañía el 5 de Octubre de 1981. Hizo sus últimos votos 
el 5 de septiembre de 1998 y en la actualidad está terminando como 
Asistente Regional para Europa Occidental (EOC).
Con estas elecciones y nombramientos, el equipo del gobierno central se va configurando. Ayer, en un comunicado a toda la Compañía, el Padre General indicó que espera poder comenzar el trabajo con el nuevo equipo en los primeros días del próximo enero.
Por último, el P. Sosa expresó el agradecimiento, en nombre de la Compañía a las personas que finalizan su servicio en el Gobierno General y que esperan recibir un nuevo destino: Los PP. Miguel Cruzado, Ignacio Echarte, James E. Grummer y Federico Lombardi. Su dedicación, generosidad y disponibilidad, han sido de gran ayuda para la Compañía.
UN EQUIPO DE GOBIERNO PARA LA MISIÓN
Los elegimos ayer. Ha sido una jornada larga, llena de expectativas para quienes siguen las noticias de la CG36. Es que ellos son importantes. Tendrán un rol protagónico en el gobierno del nuevo Prepósito General. Ahora está completo el equipo. Se trata de los asistentes ad providentiam y el admonitor. Son miembros del Consejo del General. Estarán muy cercanos, velando el devenir apostólico de la Compañía, pero sobre todo cuidando que el Superior Mayor de la Compañía de Jesús pueda hacer su tarea contemplando asuntos que no tienen solo que ver con la misión de manera directa, sino también con su vida espiritual, con su descanso, con su manera de ver el universo mundo y ahondar en los problemas que más llamen la atención.
Ellos tendrán que ser capaces de abordar al General cuando consideren que hay aspectos que no fluyen por caminos que van acorde a nuestro modo de proceder, al Instituto, a la calidad de la misión. Incluso estarán atentos a ciertas actitudes que pudieran haber sido inapropiadas para la situación que se está viviendo. Son su gente de confianza, a quienes él aprenderá a escuchar detenidamente. Es que la vida de un General demanda todos estos avatares de lo cotidiano. Es un hombre con defectos y virtudes como cualquier otro, e Ignacio quiso ofrecer este apoyo al Prepósito para que su gobierno pudiera ser más fructífero, más acorde a lo que le exigen las circunstancias que se le presentan.
En la fórmula No. 137 dice que el admonitor “sea un hombre apreciado como persona religiosa, familiar con Dios en la oración, entrado ya en edad, de buen juicio, maduro y muy estable emocionalmente…” Esto nos da el talante de su trabajo. Será quien acompañe, anime y guíe el espíritu de servicio con el que el General se entregará cada día. Nos tenemos que situar en la vida normal de un ser humano común y corriente, que tendrá aciertos y desaciertos. Ahí, este acompañamiento se torna primordial para la sostenibilidad de la misión.
Los hombres de cinta verde han ejercicio la democracia. Sí, exacto. Algunas personas piensan que en la Compañía todo es verticalidad, pues que sepamos todos que los cargos más relevantes de gobierno de los jesuitas se eligen por votación directa de representantes de la Compañía universal. Ellos se quedarán hasta la próxima congregación general, a no ser que se produjera alguna situación contemplada por nuestras normas. Arturo Sosa está listo para gobernar. Encomendamos su labor. Orar, discernir y tomar decisiones. La congregación ha terminado de elegir el equipo central, un gobierno para la misión. Estamos en marcha.
Gustavo Calderón Schmidt, S.J.
GC36

GC36: Ad Providentiam Elections, 90 Second Recap!