sábado, 17 de febrero de 2018

El Papa renueva y fortalece la Comisión Pontificia para la Protección de Menores


DA UN NUEVO IMPULSO A SU "TOLERANCIA CERO" CONTRA LA PEDERASTIA

Confirma a O'Malley al frente del organismo e incluye en él a víctimas de abusos

Representantes de diversos nuevos países ofrecerán su sabiduría y experiencia a la Comisión. Hay víctimas de abuso entre los miembros anunciados

(C. Doody/Agencias).- El Papa de la "tolerancia cero" da otro paso decisivo hacia la erradicación de la pederastia en la Iglesia. Francisco ha renovado y fortalecido la Comisión Pontificia para la Protección de Menores (CPPM) al confirmar al Cardenal Seán O'Malley como Presidente del órgano, y al nombrar a él a ocho hombres y ocho mujeres, algunos de ellos conocedores en primera persona del mal de los abusos sexuales cometidos por clérigos.
Los nuevos Comisarios son: el Profesor Benyam Dawit Mezmur (Etiopía); la Hermana Arina Gonsalves, RJM (India); On. Neville Owen (Australia); Sra. Sinalelea Fe'ao (Tonga); Prof. Myriam Wijlens (Países Bajos); Prof. Ernesto Caffo (Italia); Hna. Jane Bertelsen, FMDM (Reino Unido); Sra. Teresa Kettelkamp (Estados Unidos); Sr. Nelson Giovanelli Rosendo dos Santos (Brasil).
Los siete miembros reconfirmados son: Dr. Gabriel Dy-Liacco (Filipinas); S.E. Mons. Luis Manuel Alí Herrera (Colombia); P. Hans Zollner, SJ (Alemania); Prof. Hanna Suchocka (Polonia); Hna. Kayula Lesa, RSC (Zambia); Hna. Hermenegild Makoro, CPS (Sudáfrica); Mons. Robert Oliver (Estados Unidos).
Según ha informado el Vaticano, la "sesión de apertura de la Asamblea Plenaria de abril comenzará con una reunión privada con varias personas que han sufrido abusos". Luego, los miembros "debatirán diversas propuestas para promover un diálogo permanente con las víctimas de todo el mundo".


La Iglesia necesita escuchar la voz de las personas que han sido abusadas
A propósito de la renovación de la CPPM, el Cardenal O'Malley ha declarado: "Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, ha mostrado mucha consideración y oración al nombrar a estos miembros. Los comisarios recién nombrados añadirán una perspectiva global a la protección de los menores y adultos vulnerables. El Santo Padre ha asegurado la continuidad del trabajo de nuestra Comisión, que consiste en ayudar a las Iglesias locales de todo el mundo en sus esfuerzos por proteger a todos los niños, jóvenes y adultos vulnerables de posibles daños".
El Pontífice ha elegido a estos ocho hombres y ocho mujeres en el campo multidisciplinario de los expertos internacionales en la protección de menores y adultos vulnerables contra el delito de abuso sexual. Representantes de diversos nuevos países ofrecerán su sabiduría y experiencia a la Comisión, reflejando el abrazo global de la Iglesia y el desafío de crear estructuras de protección en diferentes contextos culturales.
"Hay víctimas/supervivientes del abuso sexual clerical entre los miembros anunciados. Desde que se fundó la Comisión, personas que han sufrido abusos y padres de víctimas/supervivientes han estado entre sus miembros. Como siempre ha sido práctica de esta Comisión, la CPPM apoya el derecho de toda persona que haya sufrido abusos a revelar o no revelar públicamente sus experiencias. Los miembros nombrados hoy han decidido no hacerlo públicamente, sino sólo dentro de la Comisión. La CPPM cree firmemente que su privacidad es un valor que debe respetarse", afirmó el purpurado.

El mayor desafío: crear una cultura de protección 

Esta comisión fue instituida el 22 de marzo de 2014 por el Papa Francisco quien le encomendó "la tarea específica de proponer las iniciativas más oportunas de cara a la protección de los menores y de los adultos vulnerables, así como realizar todo lo posible para asegurar que crímenes como los ya sucedidos, no se vuelvan a repetir jamás en la Iglesia".
Tal y como se lee en el quirógrafo del Santo Padre para la institución de esta Comisión, "la tutela efectiva de los menores y el compromiso de garantizar su desarrollo humano y espiritual conforme a la dignidad de la persona humana son parte integrante del mensaje evangélico que la Iglesia y todos sus miembros están llamados a difundir en el mundo.
"Dolorosos hechos han impuesto un profundo examen de conciencia por parte de la Iglesia y, juntamente con la petición de perdón a las víctimas y a la sociedad por el mal causado, han conducido a iniciar con firmeza iniciativas de varios tipos con la intención de reparar el daño, hacer justicia y prevenir, con todos los medios posibles que se repitan episodios similares en el futuro".
La inculturación de la prevención y protección contra el abuso en la vida y en la acción de las Iglesias locales sigue siendo el objetivo futuro del CPPM y su mayor desafío.
Durante los últimos cuatro años, la CPPM ha trabajado con casi 200 diócesis y comunidades religiosas alrededor del mundo para concienciar y educar a la gente sobre la necesidad de proteger en nuestros hogares, parroquias, escuelas, hospitales y otras instituciones. Los miembros desean dar las gracias a todos los que han acogido este llamado y expresar su gratitud a la Santa Sede por apoyar y alentar estos esfuerzos.
RD

miércoles, 14 de febrero de 2018

40 días de conversión por Dani Cuesta sj



Imagínate que un día sales de casa, porque has quedado con alguien con quien sueles encontrarte siempre en el mismo sitio. Antes de salir, no ves que te ha escrito un e-mail diciéndote que no estará allí, sino en otro lugar. Sales de casa, sabiendo de sobra las calles por las que tienes que ir, el autobús que tienes que tomar y la parada en la que tienes que bajarte, porque no entra en tu esquema que haya cambiado sus planes.
Da la casualidad de que el autobús, se detiene en la parada donde te está esperando tu amigo. Él te ve y te hace señas para que bajes, pero vas a lo tuyo, oyendo música, mirando el reloj porque el autobús se ha retrasado y no te enteras.
Él echa a correr hacia la siguiente parada mientras te llama al móvil para decirte que te bajes. Pero con la música, no te das cuenta de que te está llamando. De hecho, ni siquiera ves que la persona que va a tu lado te hace señas indicando que te está sonando el móvil.
Tu amigo, viendo que no puede avisarte, decide esperar al siguiente autobús e ir al sitio de siempre y allí contarte lo ocurrido. Es verdad que el resultado es el mismo; un encuentro, pero todo hubiera sido más sencillo si te hubieras planteado que podía haber cambios, o hubieras prestado atención a tu móvil.
Creo que en la relación con Dios, muchas veces nos ocurre lo mismo. Salimos a buscarle donde siempre le hemos encontrado, sin pensar que puede estar esperándonos en un sitio nuevo. Por eso, tal vez la Cuaresma sea un buen momento para recalcular nuestra ruta y con todo, mirar al móvil de vez en cuando, atentos a sus mensajes.
Dani Cuesta sj
pastoralsj

domingo, 4 de febrero de 2018