sábado, 27 de junio de 2009

El Evangelio de hoy

Mateo 8. 5-17.
Al entrar Jesús en Cafarnaúm, un capitán romano se le acercó para hacerle un ruego. Le dijo:
—Señor, mi criado está en casa enfermo, paralizado y sufriendo terribles dolores.
Jesús le respondió:
—Iré a sanarlo.
El capitán contestó:
—Señor, yo no merezco que entres en mi casa; solamente da la orden, y mi criado quedará sano. Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.
Jesús se quedó admirado al oir esto, y dijo a los que le seguían:
—Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe como este hombre. Y les digo que muchos vendrán de oriente y de occidente, y se sentarán a comer con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, pero los que deberían estar en el reino, serán echados a la oscuridad de afuera. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.
Luego Jesús dijo al capitán:
—Vete a tu casa, y que se haga tal como has creído.
En ese mismo momento el criado quedó sano. Jesús fue a casa de Pedro, donde encontró a la suegra de este en cama y con fiebre. Jesús tocó entonces la mano de ella, y la fiebre se le quitó, así que ella se levantó y comenzó a atenderlo. Al anochecer llevaron a Jesús muchas personas endemoniadas; y con una orden expulsó a los espíritus malos, y también sanó a todos los enfermos. Esto sucedió para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: “Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.”


¿y mi fe … se compara con la del capitán romano? …
Recuerdo cuando he pedido algo con profunda fe y mi deseo se ha cumplido. ¿cuándo? …
¿con quien? …
Doy gracias al Señor. Observo la escena de la suegra de Pedro sanada …
¿qué hizo ella cuando fue curada? …
¿y yo? …
¿cómo he puesto mi vida al servicio de Jesús después de sentir su acción en mi? …

1 comentario:

Anónimo dijo...

"NO SOY DIGNO QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA SANARME".
Reza hasta el día de hoy la Liturgia Romana Universal, sea en latín, en griego, o en una lengua local.
JESUS es taumaturgo, o sea, tiene el poder de curar, lo mismo que muchos profetas (o avatares) en la historia, no ya solamente de israel mesiánico, sino de muchos otros pueblos, también elejidos, y también santos.
¿Qué es lo característico y esencial en Jesús, entonces?
Su Identidad con el Misterio de Dios, que rebasa la historia temporal, y se inscribe en en templo del Tiempo del Reino, transpersonal, universal, superando la dualidad de sujeto y objeto, hablando por boca de los inocentes y pobres de espíritu, de los niños, de sus discipulos, de la Mujer, y del anciano moribundo, ese VERBUM DEI ubicuo en su bondad, en su pureza, en su anhelo por el Sumo Bien.
Más que ser "Hijo de Dios" es UNO con él, más que mostrar la misericordia, como exaltación de la justicia del PADRE (verdadero y santo) El ES la misericordia viva de Dios, viva y substancial como "el pan nuestro de cada dia",
como el vino de las bodas, como el agua, como el Viento del Espiritu (koré cosmu, o Corán) que anima por doquier al "ánima mundi" al alma de este mundo, donde se construye el Reino de la paz para los que sufren, del amor para los desesperados, de la verdad para los que viven en el engaño, de la justicia y la reparación, para los que fueron agraviados, ¡ay de la Institución Humana que, conociendo cómo hacer el bien y mostrar la verdad, se esconda detrás de sus oropeles vacios!
"EL CUERPO MISTICO DE CRISTO GUARDE NUESTRAS ALMAS PARA LA VIDA ETERNA".