Mateo 5. 17-19.
“No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento. Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.
Recuerdo esos momentos en que he sentido que de verdad he podido hacer lo que Dios me pide …
cuando he enseñado a otros a buscar y cumplir los deseos del Señor …
Doy gracias por ello.
Pienso en esos otros momentos en que me rebelo contra lo que se espera de mi como cristiano …
Pido perdón, …
pido ayuda para estar cada día más cerca de lo que Dios me pide …
¿qué quiere Dios que yo haga, … hoy?
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