RD
Lunes, 1 de junio 2009
Cada cinco años la Santa Sede obliga a los obispos de diversos países y de manera rotatoria- de todo el mundo a lo que se denomina "Visita Ad Limina Apostolorum" para presentar cuentas de sus actuaciones y ponerse al día con los asuntos de la Iglesia.
Varios obispos venezolanos ya viajaron , por separado, a Roma, pues la reunión comienza este fin de semana pero hay una docena de ellos a los que el Gobierno no les ha otorgado/renovado/prolongado su pasaporte a pesar de que el propio nuncio apostólico escribió al viceministro del Interior, solicitándolos.
Los desplantes a la jerarquía eclesiástica están creciendo de manera cada vez más frontal y abierta. Además del hostigamiento verbal oficial , de los intentos de creación de una iglesia "católica paralela" y de las invasiones de tierras que financian a seminarios o sustentan comunidades, se agrega ahora la "des-identificación", típico método de exclusión utilizado por monocracias de cualquier naturaleza.
Al obispo de Puerto Ayacucho, por ejemplo, le hicieron venir a Caracas, a la sede principal de la Onidex y, tras hacer antesala por 8 horas, le dijeron que lo llamarían otro día. Al representante papal no le atienden en la Cancillería pues saben que solicita su intermediación para que los prelados puedan cumplir el compromiso con Roma..
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