viernes, 8 de mayo de 2009

«Que Dios bendiga a Jordania»


Benedicto XVI es recibido por el Rey Abdalá y la Reina Rania en Ammán

Por José Manuel Vidal
RD
Viernes, 8 de mayo 2009

Con todos los honores, como se merece tan distinguido huésped. Con sus Reyes a la cabeza, Jordania abraza a Pedro, que vuelve a visitar el país, tras el inolvidable viaje del carismático Juan Pablo II. A pie de escalerilla, el Rey Abdala y la Reina Rania, monarcas de un país musulmán, se inclinan ante el Papa de Roma y jefe espiritual de los cristianos. En una primera muestra de la tolerancia que reina en este país con nombre de río sagrado para los católicos y en esta ciudad donde David se enfrentó a Goliat.

Cual nuevo David vestido de blanco, con su esclavina al viento, descendió del avión de Alitalia Su Santidad, Benedicto XVI. Y el viento y el sol de Jordania le acariciaron casi con rubor. Nada más salir al exterior de la aeronave, el Papa saludó con convicción y con una gran sonrisa de satisfacción. Por poder pisar, de nuevo, una tierra que quiere y que, para un estudioso de la Biblia como él, evoca infinidad de acontecimientos. Tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento.

Saludos de los Reyes de paisano. La Reina Rania con un terno blanco, siempre elegante, que se mantenía discretamente por detrás de su marido y del Papa. Con efusividad se estrechan las manos. Suenan las salvas de honor y el Papa recorre la enorme alfombra roja, para saludar a los que lo esperan. Primero, al Patriarca latino, monseñor Twal. A continuación, las tropas beduinas, tocadas con su clásica kefia de rombos rojos, le rinde honores e intepreta los himnos.

Tras un corto desfile al son de las cornemusas, que el Papa preside junto a los Reyes en un estrado. el Papa saluda a las autoridades hachemitas políticas, militares y religiosas. Un mosaico de sotanas diferentes, entre éstas últimas. Desde el cardenal Delly, patriarca de los caldeos de Irak, hasta arzobispos, obispos católicos, coptos, maronitas, ortodoxos.

El Rey hace lo mismo con el séquito del Papa, presidido por el cardenal Bertone, número dos del Papa, la comitiva se dirige a una haima blanca colocada en el propio aeropuerto, donde el Rey y el Papa intercambian sus primeros discursos. Emotivos y cercanos. El Rey Abdalá aoga por la "necesidad del diálogo desde la propia identidad", pide la paz para Oriente Pórximo, rinde homenaje a la libertad del pueblo palestino y concluye exhortando a un trabajo en común en aras de la paz.

En su intervención, el Papa, agradece la acogida y "las corteses palabras de bienvenidad del Rey Abdalá II", domenzó diciendo el Papa. Y añadió: "Vengo a Jordania c omo peregrino a venerar los santos lugares". Y recordó el Monte Nebo, Betania, "signos de respeto de este país por las religiones". Porque "la libertad religiosa es un derecho humano fundamental".

El Papa expresó tamibén su "profundo respeto por la comunidad musulmana" y por "las virtudes del Islam", alabó las iniciativas de paz promovidas por Jordania y concluyó agradeciendo la "acogida y la cortesía" de sus huéspedes. "Espero que esta visita nos ayude a crecer en el amor de Dios omnipotente y misericordioso. Gracias por vuestra aocgida. Que Dios bendiga a Jordania con la prsperidad y la paz". Unaspalabras rubricadas con una cálida y sentida ovación.

La visita del Papa es, para Jordania, un auténtico maná caído del cielo. La pone en el mapa d enuevo, la consagra como un país musulmán moderado y tolerante, donde conviven pacíficamente todas las religiones, y la relanza a nivel turístico. Por eso los jordanos están quer botan. Grandes carteles con la foto del Rey saludando al Papa están situadas en los centros neurálgicos y más simbólicos de la ciudad.

Tras la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto, el primer contacto con la gente común. En un centor especial, sobre todo para España. Se trata del centro de integración social para discapacitados físicos y psíquicos Nuestra Señora de la Paz o Regina Pacis. Este centro pertenece al Vicariato Latino en Jordania y su construcción concluyó en 2004 con el apoyo de la Fundación Promoción Social de la Cultura (FPSC), ONG española que desde 1993 trabaja en Oriente Medio con el objetivo de contribuir al desarrollo humano, la paz y la estabilidad social de la región (www.fundacionfpsc.org). En sus proyectos presta especial atención a los colectivos más vulnerables, entre los que se encuentran la minoría cristiana. En Jordania, la población cristiana representa el 2% de la población, es decir, que de una población de casi seis millones de habitantes, ciento diez mil son católicos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ
Que asi sea. Amén. "Ohm, ohm mani padme hum" (Salve al Verbo Interior, la oración mas antigua de la humanidad)
Avemaría Purísima.
Nuestra Señora nos dé la paz, Universal Madre Divina.
Paz a todos los vivientes, Paz a todas las naciones.-