Hasta la Catedral Metropolitana llegaron en la mañana del 1 de Mayo sindicalistas, autoridades de gobierno, parlamentarios, dirigentes políticos y numerosos trabajadores y trabajadoras con sus familias, con la finalidad de celebrar la festividad de San José Obrero, en el Día Internacional del Trabajador. La Eucaristía –organizada por la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores- fue presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y concelebrada y por los obispos auxiliares Andrés Arteaga y Cristián Contreras Villarroel, además de numerosos vicarios episcopales y sacerdotes, entre ellos los presbíteros Rodrigo Tupper y Alfonso Baeza.
Entre las autoridades presentes se encontraban el presidente del Senado, Jovino Novoa; el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Álvarez; los ministros José Antonino Viera Gallo, Claudia Serrano; la directora del Trabajo, Patricia Silva; el senador Eduardo Frei, entre otros parlamentarios. Entre los dirigentes sindicales destacó la presencia del Presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente; y de representantes de la CUT y la CATH. Por otra parte, entre los dirigentes políticos estaban Jorge Arrate, Guillermo Tellier.
El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, inició su homilía recordando que con esta eucaristía la Iglesia honra a San José Obrero y recuerda la familia que él formó con su esposa María, “como también su taller artesanal, en el cual aprendió y practicó su hijo Jesús el mismo oficio de carpintero de su padre. No fue un hecho casual que Jesucristo naciera y creciera en ese hogar y en esas circunstancias. Así lo quiso el Padre de los cielos en su infinita sabiduría y bondad. El Hijo de Dios vendría a este mundo como nuestro hermano y salvador, y se haría semejante a nosotros en todo menos en el pecado, y de una manera muy especial, semejante a los trabajadores que se ganan el pan de cada día con el esfuerzo de sus manos y el sudor de su frente”, dijo el Cardenal Errázuriz. Y agregó:” Recordando a San José Obrero, ese hombre justo y fiel que escogió Dios como padre adoptivo para su propio Hijo, y admirando su espíritu de servicio y su opción permanente por cumplir la voluntad de Dios, conmemoramos asimismo el Día Internacional del Trabajo. La Iglesia no puede olvidar su cuna en casa de un carpintero, ni la vocación sublime de cada ser humano, de colaborar con Dios para crear con él, guiados por su mano, un mundo más humano para todos”.
Crisis económica
Más adelante, el Cardenal Errázuriz se refirió a la crisis económica actual y al respecto recordó el reciente mensaje que los obispos de Chile dieron a conocer al concluir su última Asamblea Plenaria. El Arzobispo de Santiago, apeló a la creatividad y responsabilidad social del Estado, de los empresarios y de los mismos trabajadores, para que no se pierdan fuentes de trabajo. También formuló una invitación a todos los sectores sociales a superar las brechas de inequidad en materia laboral y a mejorar las condiciones de los trabajadores. Monseñor Errázuriz fue más allá, convocando a políticos, empresarios y trabajadores a suscribir un acuerdo concreto a favor de la equidad.
“Invitamos a todos para el en el Bicentenario podamos ofrecer al Señor en la fiesta de San José Obrero un gran acuerdo nacional por el trabajo digno, con participación de todos los sectores; académicos, gobierno, parlamentarios, representantes de los trabajadores y de los empresarios. Desde ya saludamos las proposiciones que planteen en este campo los candidatos al Parlamento y al Gobierno Supremo de la Nación”, exhortó el Arzobispo de Santiago. “Un gran acuerdo nacional –continuó en su homilía- donde asumamos con voluntar férrea la decisión de combinar adecuadamente: la valoración y protección de la dignidad de los trabajadores y el aumento de la productividad; los derechos laborales y la participación; la protección social y la competitividad; la igualdad de trato y remuneración, en trabajos de la misma calidad, del hombre y la mujer; la valoración adecuada del trabajo que ambos realizan en sus hogares, en bien de sus familias, con los deberes asumidos en sus contratos laborales”.
Acogen llamado
Tanto el llamado de los obispos a promover un mayor sindicalismo, como esta invitación a un acuerdo nacional tuvieron inmediata acogida entre los numerosos representantes políticos y sociales presentes en la Catedral.
La Ministra del Trabajo, Claudia Serrano, valoró a idea de alcanzar un acuerdo nacional para el próximo 1º de mayo y agradeció la exhortación de la iglesia a multiplicar los sindicatos y a que los trabajadores participen en ellos. “Invitar a los trabajadores a formar parte de sus organizaciones es parte de la agenda del gobierno el proyecto de ley que mejora la capacidad de organización y fortalece los sindicatos y las relaciones laborales. El momento que ese proyecto ingrese a la discusión parlamentaria no la hemos definido, nuestra prioridad es el empleo, pero no significa que ese tema haya perdido la relevancia en la agenda del Ministerio del Trabajo”.
El ex presidente Eduardo Frei también valoró el llamado de la Iglesia Católica en torno a lograr un acuerdo nacional para el Bicentenario y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y su organización. “Hay solamente 11% de trabajadores organizados que pueden negociar colectivamente, hay 6 millones de trabajadores que no negocian colectivamente y eso es un escándalo y eso tenemos que cambiarlo. Si queremos realmente hablar de justicia, hablar de pacto cambiemos el sistema laboral y que los trabajadores chilenos tengan la capacidad de reunirse, trabajar, asociarse, tener su sindicato y poder negociar colectivamente sus derechos y eso lo vamos a discutirlo en la campaña presidencial”. También se comprometió a hacer aportes para el Gran Acuerdo Nacional en el marco de su postulación presidencial como candidato de la Concertación.
El candidato presidencial del pacto Junto Podemos Jorge Arrate destacó el mensaje del Cardenal Errázuriz por reafirmar la sensibilidad social por la equidad y la justicia: “Valoro el rescate que hace de la dignidad del trabajo, que es avasallada por el mercado. Recuperar la dignidad del trabajo es una de las grandes tareas culturales y políticas que están pendientes en nuestro país. Comparto su positiva intención que los chilenos logremos llegar a acuerdos para tener un sistema de más justicia en el mundo del trabajo”.
- Homilía completa del Cardenal Errázuriz
- Saludo introductorio Pbro. Rodrigo Tupper, Vicario Pastoral Social y los Trabajadores
Fuente: Dop Santiago -Área de ComunicacionesVicarías de Pastoral Social y de los Trabajadores
3 comentarios:
NO SOLO DE PAN Y PALABRAS AMABLES VIVE EL HOMBRE
NO SOLO DE RITUALES Y CORTESES GESTOS DE CONSENSO APARENTE.
¿Por qué digo lo que parece un despropósito? Simplemente, porque las reparticiones públicas no tienen derecho a huelga legal,
ni los Sindicalistas tienen fuero, y cuando salen a reivindicar sus derechos sectoriales o globales, simplemente son tratados como individuos delincuentes.
Que verguenza, que, mientras unos pocos socializan sus pérdidas, y privatizan sus ganancias, muchos cientos de miles sufren hambre y sed de Justicia, cuando no la miseria dura de la discriminación y la denegación de sus derechos humanos esenciales.
En tanto, connotados comentaristas de una prensa ideológicamente pagada, "anatematizan" los discursos y las propuestas de la CUT.
Y que claras las palabras de Rodrigo Tupper, quien, estoy seguro, quizo decir mucho mas, decir que el neoliberalismo materialista y hedonista, decadente y oprobioso, es una bofetada más a Rostro Divino, que, por mil millones de Cristos, quiere traer la verdad y la luz,
a un Mundo sin alma.
INSPIRADAS PALABRAS DEL CARDENAL PRIMADO...
Y la necesidad de trabajar sin exclusiones por la Justicia Social que pasa por los fundamentos éticos de los Evangelios, por una cultura del amor, la solidaridad y el diálogo.
Esto significa multiplicar las iniciativas de empleo rentable, empleo subsidiado, e innovación.
Parte de la "buena fé" de todos, que ha de traducirse en los hechos y en las prácticas sectoriales y globales.
No es primera vez que la Iglesia Católica es una instancia de moderación, de llamado a los equilibrios sociales, pero también de denuncia clara e inspirada, frente a múltiples situaciones que no siempre son adecuadamente cubiertas por los medios informativos, y que debieran ser llevadas al debate a nivel de bases sociales, y mesas de diálogo, y ser puestas como una constante de la vida cívica, y no un movimiento de excepción, o solamente ceremonias anuales.-
Como profesor normalista, opino que la LGE, acentúa el proceso de privatización de la Ed.Pública.Por eso no estoy de acuerdo con la alegría manifestada por el señor Cardenal aprobando esta ley.
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