miércoles, 27 de mayo de 2009

El cardenal Hummes partidario de que los curas pederastas sean juzgados y castigados


RD/Efe
Miércoles, 27 de mayo 2009

El cardenal brasileño Claudio Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero, se ha mostrado a favor de que los curas pederastas sean "juzgados debidamente" y "castigados con la pena merecida" por los daños causados. Hummes ha hecho esas manifestaciones en la carta que ha enviado a todos los sacerdotes del mundo con motivo del "Año sacerdotal", convocado por Benedicto XVI y que comenzará el próximo 19 de junio, publicada hoy por el dicasterio vaticano.

"Es verdad que algunos sacerdotes se han visto implicados en graves problemas y situaciones delictivas. Obviamente es necesario continuar la investigación, juzgarles debidamente e infligirles la pena merecida. Sin embargo, estos casos son un porcentaje muy pequeño en comparación con el número total del clero", escribió Hummes.

El ex arzobispo de Sao Paulo agregó que la "inmensa mayoría" de los sacerdotes son personas "dignísimas, dedicadas al ministerio, hombres de oración y de caridad pastoral y subrayó que la Iglesia está "orgullosa" de sus sacerdotes esparcidos por el mundo.

Con este Año Sacerdotal la Iglesia celebra el 150 aniversario de la muerte de san Juan María Bautista Vianney, el Cura de Ars. Será abierto por el papa Benedicto XVI el 19 de junio y Hummes animó a los curas a celebrarlo "con determinación, profundidad y fervor".

"Deberá ser un año positivo y de propósitos en el que la Iglesia quiere decir, sobre todo a los Sacerdotes pero también a todos los cristianos, a la sociedad mundial, mediante los mass media globales, que está orgullosa de sus Sacerdotes, que los ama y que los venera, que los admira y que reconoce con gratitud su trabajo pastoral y su testimonio de vida", afirmó Hummes.

El cardenal también afirma en su carta a los sacerdotes que debe ser un año en el que se examinen "las condiciones concretas y el sustento material" en el que viven los sacerdotes," en algunos casos obligados a subsistir en situaciones de dura pobreza".

1 comentario:

Anónimo dijo...

SEXUALIDAD PROPIAMENTE HUMANA.
Hablando desde un punto de vista psicológico humanista, y no como teólogo, algunas precisones sobre un tema más que complejo:
La sexualidad humana es un valor intangible, que se funda en uniones vinculantes, de carácter corporal e íntimo, cuya motivación es tanto el sentimiento como el amor sexual.
Es por tanto un error separar la sexualidad de una vinculación profunda y estable entre dos personas que se amen al modo
cristiano.
Tampoco se puede decir que exista sexo sin amor, porque la sexualidad crea "eo ipso" (como mostró el sabio judío Sigmund Freud) un vinculo amoroso o ertótico que compromete la libido organísmica completa, y, de no ser asi, es "disociativo".
Estos parecen ser unos aprioris sin fundamento "analítico" como se podría decir ahora, pero acontece con el Sexo un HECHO propiamente metafísico, que, de evidente, pasa desapercibido:
La unión de dos corporalidades,
masculino/femenina, "advoca" una tercera Identidad, a la cual se debe acoger, para su nacimiento, también psicológico o integral, como primero lo es biológicamente.
Si se piensa de modo burdamente materialista y se niega el don de la vida al nuevo ser "advocado" por la unión sexual, ésta adquiere
o tiende a adquirir (según las motivaciones profundas y el contexto) un carácter propiamente psicopático (del afecto) y, en definitiva, sadomasoquista.
Con la misma lógica sistémica, si se usa una criatura de cortos años como "objeto" sexual, es una perversión, por cierto enferma, y psicopática desde el punto de vista
"clínico".
Soy contario también a la exhibición pública y morbosa del culpable, tanto cuanto a su ocultamiento, que es un acto grave.
Si la sociedad en su cojunto cambia arbitrariamente las sanas y rectas normas morales, lo mismo que si una orden o logia institucional lo hace, cae en la lógica psicopática de la "horda primitiva", de modo semejante a las huestes de Hitler.
Aqui no basta "meramente" el castigo de la la culpa o falta, sino el tratamiento psiquiátrico de una enfermedad.
En esto, debemos pedir la colabración de especialistas en neuropicología y neuropsiquiatría, asi como Educar en una sexualidad sana a los niños, para que conozcan, desde su punto de vista infantil, su derecho a la intimidad
y a la felicidad, que su etapa de desarrollo requiere.
La mejor prevención es, por el contrario, la vida familiar en un contexto de equilibrio psicológico, y amor interpersonal
normal, que traté de reseñar al principio de este comentario.-