RD/Agencias
Miércoles, 13 de mayo 2009
Benedicto XVI ha calificado el muro de Cisjordania de «trágico» y ha puesto su confianza en que se derribe algun día. «En un mundo en el que las fronteras se abren cada vez más al comercio, a los viajes, a la movilidad de la gente y a los intercambios culturales es trágico ver que todavía se levanten muros», ha denunciado esta tarde el Sumo Pontífice durante su visita al campo de refugiados palestinos de Aida, a dos kilómetros de la ciudad Cisjordana de Belén.
Pero al mismo tiempo, se ha mostrado esperanzado de que el muro desaparezca porque, «aunque se construyen con facilidad, sabemos que no duran para siempre, pueden ser derribados»..
Con el muro contruído por Israel en Cisjordania, la torre de vigilancia y la alhambrada como telón de fondo, el Papa ha asegurado que el muro provoca el «punto muerto» en las negociaciones entre israelíes y palestinos.
El Papa Benedicto XVI ha condenado hoy en Belén el muro de separación construido por Israel en Cisjordania y ha dicho que en un mundo en el que las fronteras son siempre más abiertas "es trágico ver que todavía se levantan muros", informa EFE. Benedicto XVI ha hecho esta condena en el campo de refugiados palestinos de Aida, a dos kilómetros de la ciudad cisjordana de Belén, en el que viven unas 5.000 personas y que se encuentra a apenas 15 metros del muro de seguridad levantado por Israel y considerado ilegal por la comunidad internacional.
El sumo pontífice ya había declarado hoy a su llegada a Belén que la Santa Sede "apoya el derecho del pueblo palestino a una patria palestina soberana en la tierra de sus antepasados, segura, en paz con sus vecinos y con fronteras reconocidas internacionalmente".
Es Belén el lugar preciso para decir lo que ha dicho. En la misa celebrada ayer en Jerusalén, el Papa fue mucho mas comedido. Aludió a la "frustración, el dolor y el sufrimiento" de los palestinos y también a la expulsión -aunque empleando la palabra desplazamiento- de quienes se convertirían en refugiados. Lo que esperan ahora quienes han asistido a la misa y los palestinos de a pie es que la comunidad internacional presione a Israel para que se cumpla ese deseo del pontífice. Fayez Saqqa, diputado por Belén de Al Fatah, se declaraba satisfecho por el tono del discurso papal.
Hablando ante el presidente palestino, Mahmud Abbas, el Papa ha pedido a la comunidad internacional que haga "todos los esfuerzos posibles para la paz en Oriente Próximo" y ha glosado las palabras de su antecesor, Juan Pablo II, en 2002, al decir que "no habrá paz sin justicia, ni justicia sin perdón".
"Sé lo que habéis sufrido y estáis sufriendo a causa de las agitaciones que han afligido a vuestra tierra desde hace años. Mi corazón se dirige a todas las familias que se han quedado sin casa, a los que lloran la pérdida de familiares en acciones hostiles, particularmente durante el reciente conflicto de Gaza", ha afirmado.
En la ciudad donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesucristo, hoy rodeada por un muro de cemento de nueve metros de alto construido por Israel, el máximo representante de la Iglesia Católica ha pedido "mayor libertad de movimiento" para los palestinos, y que se garantice el contacto entre familiares y el acceso a los lugares santos. "Los palestinos, como cualquier otro pueblo", ha dicho, "tienen un derecho natural a casarse, a formar una familia y a tener acceso al trabajo, a la educación y la asistencia sanitaria".
En una crítica firme pero indirecta de la ocupación israelí, Benedicto XVI ha recordado además que esta tarde visitará un colegio del campo de refugiados de Aida, situado dentro de Belén, para expresarles su solidaridad. "Soy solidario con el pueblo que ha perdido tantas cosas", ha dicho.
Muro
El colegio elegido para la visita está solo a unos metros del muro levantado por Israel.
El Papa hablará sobre un pequeño escenario habilitado en el patio, después de que Israel negara el permiso para realizar el acto en un anfiteatro de piedra construido por los palestinos a la sombra de la enorme pared porque se veía una torreta militar y la llave que simboliza el regreso de los refugiados a sus casas.
El Pontífice ha subrayado que recuerda frecuentemente en sus oraciones a las víctimas de Gaza, y que ofrece a sus familiares "toda su comprensión". "Os llevo a todos vosotros en mis rezos cotidianos, e imploro ardientemente al Excelso por la paz, una paz justa y duradera en los territorios palestinos y en toda la región", ha dicho.Luego ha "suplicado" a "todas las partes implicadas en el conflicto" que "aparten el rencor y la oposición" y emprendan con generosidad y sin discriminación un camino de reconciliación que "respete y reconozca los derechos y la dignidad de todos".
Joseph Ratzinger también abordó el bloqueo que padece Gaza desde hace tres años, agravado en junio de 2007 después de que Hamás expulsara de la franja a las fuerzas de seguridad leales a Abbas. "Por favor, estad seguros de mi solidaridad con vosotros en el inmenso trabajo de reconstrucción que afrontáis, y de mis oraciones para que el embargo sea levantado pronto".
Benedicto XVI ha pedido además una "reconstrucción rápida de las escuelas y hospitales" destruidos en Gaza, y ha animado a los jóvenes palestinos a "resistir" la tentación de recurrir a actos de violencia o de terrorismo. Hablando en el exterior de la sede de la presidencia palestina, Abbas ha saludado la visita del Papa y ha denunciado la política de ocupación israelí: "En esta Tierra Santa están los que siguen construyendo muros de separación en vez de puentes; los que intentan empujar a musulmanes y cristianos a abandonar esta tierra", ha dicho pocos minutos después de atravesar la imponente barrera de cemento que ha convertido Belén en una ciudad aislada de Jerusalén, vital para su desarrollo.
1 comentario:
CIUDADES AMURALLADAS, MUROS INTERIORES, Y, SIN EMBARGO, ESPERANZA...
La inmensa mayoria de la Grandes Ciudades de la Antiguedad estaban demarcadas por gruesos muros de contención, para prevenir invasiones y revueltas populares.
Esta estructura se retoma en los Castillos del feudalismo europeo.
Y subsiste para las elites gobernantes, que tienen generalmente una Ciudadela Interior
dentro de la capital de su metrópoli imperial: La Ciudadela del Kremlin, del Vaticano y de Pekin ("ciudad prohibida").
Es un asunto de poder temporal, exclusivo y excluyente.
Y lo misma segregación urbanística en función de Poderes Fácticos rodea al Pentágono,y a edificaciones subterráneas con fines militares, a menudo disfrazados de proyectos científicos "muy respetables" (se trata de usar tecnologia de punta, como como la nano-robótica o la bio-computación con fines primordialmente bélicos).
De modo que los ciudadanos comunes sabemos sólo una parte, y generalmente nos peleamos por "las migajas del sistema de dominación/alienacion", como lo han mostrado eminentes pensadores tanto Judios (Marx) como de ascendencia africana (Luther King), norteamericana (Marcuse)
latinoamericana (Gutiérrez, Castro)
Y no sé si de Palestina, en qué sentido porque ha sido muy "demonizado" todo ese drama, de modo que la etiqueta no siempre coincide con el contenido.
Así que, con las debidas reservas y notas al pié de página, creo que todos estamos de acuerdo en que la caida del Muro de Berlín fué un triunfo de la paz, y lo mismo debería caer (lentamente, es verdad, no se trata de derrumbarlo a la mala) tanto el Muro de la Ciszjordania, como el que levantaron contra los inmigrantes mexicanos, eso, en el llamado "corazón de la democracia".
Los otros muros, de los que son "sordos como tapia" para oir palabras de paz y reonciliación, los que creen más en sus dogmas y prejuicios a priori que en el dolor de los demás, los que por una ignorancia muy bien cuidada y almidonada (como esa del aborto aséptico) practican cualquier forma de maldad.
Y el Papa, ¿que va a decir? No puede ni debe ni quiere decir otra cosa que el mensaje evangélico.
No es el caso de "todos" los Católicos, los habemos que buscamos un Vaticano III para acoger todo lo valioso de la posmodernidad, buscamos un Ecumenismo Universal y la lectura eidéticamente depurada de la Totalidad de la Revelación. "Solo la revelación, pero TODA la revelación" quisiéramos decir.
Pero el Católico "progresista" tiene poco espacio formal en el tiempo litúrgico de la Iglesia.
¡Si comprendiera! Si se diese cuenta que la tierra prometida y el Reino, son un estado de gracia del corazón, concedido por la Santísima Madre, a los pobres y a los débiles, a los enfermos y afligidos. A los explotados, a los injustamente excomulgados y perseguidos, a los mojados, los resigandos y pacientes, a los miles de miles de víctimas, sean pacíficas o rebeldes.
Que son la Iglesia de Cristo-Dios, donde renovadamente se Encarna en su humanidad y, en excelso, en su divinidad.
"El pan, y las estrellas".
Nada más, pero nada menos.
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