viernes, 14 de noviembre de 2008

Codicia o justicia social

En el editorial de la edición de noviembre del "Periódico Encuentro", de la Iglesia de Santiago, Mons. Cristián Contreras Villarroel, obispo auxiliar de Santiago, se refiere a la crisis financiera que, en su opinión, "pocas personas están en grado de entender y explicar desde el punto de vista teórico. Lo entenderán o sufrirán, en cambio, la mayoría de los ciudadanos por los efectos inmediatos en sus bolsillos".


Al comentar interpretaciones que apuntan a la codicia como causa de la crisis, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile recordó que "Codicia y ambición de poder son términos que bien conoce la tradición de la Biblia: es una forma de idolatría (san Pablo a los Colosenses 3, 5). Codicia y ambición son falsos dioses, y no faltan los profetas modernos que quieren hacerlos aparecer como razonables. Se equivocan. No conocen los criterios fundamentales para un juicio ético en materia económica ni las exigencias del bien común: la honestidad, la solidaridad, la corresponsabilidad y el respeto a la dignidad de la persona humana".


Mons. Contreras, citando una reciente declaración del Comité Permanente del Episcopado, recordó que "cuando el afán del lucro y la acción especulativa sin límites se imponen en los mercados, es que el hombre construye su casa sobre arena: quien construye su vida sobre estas realidades, sobre la materia, sobre el éxito, sobre todo lo que es apariencia, construye sobre arena (...) La experiencia, lamentablemente, nos demuestra que los más perjudicados por estas crisis terminan siendo los grupos más vulnerables de la sociedad, los pobres, los predilectos de Jesús. La tarea es compartida: necesitamos valorar, cuidar y promover las fuentes de empleo, dignificar el trabajo, hacerlo cada día mejor, comprender que un trabajo bien hecho y dignamente remunerado es el sustento de la familia, el pilar de nuestra sociedad. Por eso, los obispos pedimos a “empresarios y trabajadores, así como a las autoridades del Ejecutivo y del Parlamento, a aportar su mayor esfuerzo para impedir, en todo cuanto nos sea posible, la pérdida de fuentes laborales”. Sin justicia social no puede existir democracia integral, nos decía San Alberto Hurtado".


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Fuente: Prensa CECh

1 comentario:

Anónimo dijo...

NO PUEDO SINO CONCORDAR CON
MONSEÑOR CONTRERAS EN QUE LA CODICIA Y EL LUCRO NO SON
VALORES NI PROPIAMENTE HUMANOS
NI EVANGELICOS.
Por eso, en la práctica social,
hace falta un Derecho Económico
Internacional, dependiente de ONU, AUTONOMO, socializado,
y que efectivamente regule hacia el Soliadrio Bien Comun
TODOS los mercados de capitales
DESDE el capital-trabajo como
Categoria Antropológica.
No es mi ánimo poner la nota disidente ahora PERO
en honor a la VERDAD....
¿Acaso el Banco Ambrosiano, o
el Banco Vaticano, han salido
"mal parados" de la Crisis?
Caso negativo, ¿cómo no dan el
ejemplo, y el Norte a seguir?
Si fuera así, sería la Iglesia Católica digna de su
Mestro, si no, NO.