Uno de los máximos exponentes de la Iglesia Católica, cardenal Martini, reclama en su más reciente libro que el Papa Benedicto XVI encare una nueva etapa al frente de la vida eclesiástica con amplias reformas que podrían revolucionar la vida de miles de millones de católicos.
Carlo María Martini, cardenal italiano y ex candidato a Sumo Pontífice, expone en su obra Coloquios nocturnos en Jerusalén, ideas más que progresistas para la mayoría de los católicos conservadores que acompañan al actual papa.
Carlo María Martini, cardenal italiano y ex candidato a Sumo Pontífice, expone en su obra Coloquios nocturnos en Jerusalén, ideas más que progresistas para la mayoría de los católicos conservadores que acompañan al actual papa.
Entre otros temas polémicos, Martini pide reconsiderar un tema que hasta el momento es considerado tabú para el catolicismo: la comunión de los divorciados. Para el cardenal, es tiempo de replantear este ítem como así también la prohibición al uso de anticonceptivos de todo tipo.
Pero seguramente el capítulo que mayor malestar provocará es el destinado a poner en duda el valor del celibato para los sacerdotes. Para Martini, en algunos casos se debería permitir el sacramento del matrimonio para los curas que así lo prefieran.
Incluso, el cardenal postula la necesidad de replantear el papel de la mujer en la conducción sacerdotal.
En la década pasada, la Iglesia Anglicana encaró esta reforma para repensar el papel de la mujer en la vida eclesiástica. "Es algo que podría ayudarnos también a nosotros a ser más justos con las mujeres y a entender cómo puede seguir el camino en el futuro", dice el cardenal.
"Hay que repensar la relación con la sexualidad y la comunión para los divorciados que han vuelto a contraer matrimonio", dice Martini en su libro, de próxima aparición en la Argentina.
En este sentido, el cardenal italiano critica la distancia que hay entre la encíclica Humanae Viate y la actualidad. "Muchos ya no toman más en serio a la Iglesia como interlocutora o como maestra. Sobre todo nuestros jóvenes que ya casi ni recurren a la Iglesia por temas como la planificación familiar o la sexualidad", asegura.
Martini, sin embargo, es pesimista acerca de la posibilidad de que Benedicto retire esa encíclica. "Hubiese sido mejor guardar silencio" sobre ciertos temas referidos a la sexualidad, dice el religioso jesuita.
"Con los homosexuales hemos sido insensibles en muchos casos", declara Martini en forma de autocrítica y propone revisar la forma de trato hacia estas personas. "En mi círculo de conocidos hay homosexuales y son muy respetados", manifestó.
Hace ya algunos años, Martini desató una gran polémica en la cúpula de la Iglesia: se había mostrado a favor del uso del preservativo en las relaciones sexuales, argumentando que de esta manera se estaba ante un "mal menor".
RD
1 comentario:
ES BUENO ENSAYAR DISTINTAS FORMAS DE COMUNION Y PARTICIPACION...PLENAMENTE CATOLICAS, VERDADERAMENTE UNIVERSALES...
El Sacerdocio bien puede tener dos Ordenes distintas o más, a saber, Diaconos casados que son ordenados después. Un comienzo.
Sacerdotes según el Rito Oriental, otro paso.
Mujeres Diáconas. Luego, mujeres
Vestales (sacerdotizas, lo mas Santo de los Antiguos Misterios)
Sacramentos Comunitarios, otra
opción de fondo.
Un Papa Laico, ¿y por qué no?.
VATICANO III ¿no era indispensable e inexcusable para Juan Pablo I?
Tomado con un poco de santo humor, ya que Jesús sonrió muchas, muchas veces, y no faltó el gnóstico
que lo escuchó "reirse del absurdo" incluso en la Cruz, diriamos (también para no escandalizar demasiado a los bebés
"literalistas fundamentales")
QUE AL CARDENAL MARTINI SOLO LE FALTA LA GUINDA MARRASQUINO.
A saber, declarar también Canónicos a varios Evangelios Esenios y Gnósticos. Vaya eso si seria tener fé EN LA TOTALIDAD DE LA REVELACION...
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