Es dramática la situación de los refugiados y son gravísimas las violencias contra mujeres y niñas en la Región de Kivu, en el norte de la República Democrática del Congo (RDC).
“La RD del Congo está en guerra desde 1998. Esta guerra se ha mostrado en seguida como una guerra de depredación regional e internacional”, escribe el Arzobispo de Bukavu, Mons. François-Xavier MAROY MUSENGO en una carta del 5 de noviembre al Primer Ministro de su país, Adolphe MUZITO. “Por el oro, los diamantes o el coltan, poblaciones enteras están siendo diezmadas, sus moradas ocupadas, destruidas o incendiadas por las bandas armadas congoleñas, a menudo claramente apoyadas por ejércitos extranjeros…”, denuncia el Arzobispo.
Al mismo tiempo, la Campaña de las mujeres congoleñas contra las violencias sexuales en la RD del Congo “lanza con rabia un grito de alarma hacia la comunidad internacional, para denunciar las atrocidades cometidas actualmente al este de la RD del Congo por los grupos rebeldes, así como por los elementos de las fuerzas armadas de la RDC. Desplazamientos masivos, asesinatos arbitrarios, pillajes, torturas y secuestros, … una guerra que otra vez más se hace en el vientre de las mujeres e las niñas”, escribe la Campaña, que exige acción inmediata de su gobierno y de la Comunidad internacional.
El 9 de noviembre el Papa hizo un llamamiento por la paz en aquel país africano: “Siguen llegando inquietantes noticias de la región de Kivu del Norte. Sangrientos enfrentamientos armados y atrocidades sistemáticas han provocado y están provocando numerosas víctimas entre los civiles inocentes. Destrucciones, saqueos y violencias de todo tipo han obligado a decenas de miles de personas a abandonar incluso lo poco que tenían para sobrevivir. Se calcula que los prófugos son actualmente más de millón y medio. A todos y a cada uno de ellos deseo expresar mi particular cercanía, mientras aliento y bendigo a cuantos están trabajando para aliviar sus sufrimientos, especialmente a los operadores pastorales de aquella Iglesia local. A las familias privadas de sus seres queridos les transmito mi pésame y les aseguro mi oración de sufragio. Finalmente renuevo mi urgente llamamiento para que todos colaboren en la consecución de la paz en esa tierra martirizada desde hace demasiado tiempo, en el respeto de la legalidad y sobre todo de la dignidad de toda persona” (VIS, 10-11-08).
Para leer la carta del Arzobispo MAROY MUSENGO, haga click aquí ARZOBISPOBUKAVU.doc .
Para leer el grito de alarma de la Campaña de las mujeres congoleñas, haga click aquí mujeres.doc .
CPAL
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