viernes, 8 de febrero de 2008

El Evangelio de hoy


Mateo 9. 14-15
Los seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—Nosotros y los fariseos ayunamos mucho, ¿por qué tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó:
—¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; entonces sí ayunarán.



¿Cómo ayunar? …

¿De qué privarme? …

¿Cómo dedicarle más tiempo a la oración?

¿Qué hábitos cambiar en esta cuaresma para dedicarle más tiempo al “novio”?


Le pido al Señor que mi oración no sea triste.


¿Qué novedad trae Jesús que no me lleva a la tristeza?

¿Cómo compartirla con los más necesitados?


¿Qué actos de justicia ofrecer como ayuno?

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