«Los políticos se sirven de la política»

Pedro Miguel Lamet, escritor jesuita

“Cáncer al quehacer democrático”. Así califica Pedro Miguel Lamet, en su artículo del número de febrero de la revista 21, la actitud de los políticos en general, y de los españoles en los tiempos electorales que corren, en particular.

Además analiza los “espectáculos” de Sarkozy en Francia y la campaña electoral americana. “El espectáculo que habitualmente nos dan los políticos hiere a los ojos. Mucho más en tiempos de elecciones. Se les llena la boca a nuestros líderes de ampulosas aserciones sobre que nos están representando; que son la voz del pueblo, los que defienden nuestros derechos en el Parlamento, la imagen viva del poder democrático. Pero ahí los tienen: cada día parece más evidente que se sirven de la política como peanas de sus crecidos egos”. Con estas palabras comienza Pedro M. Lamet su artículo en el número de febrero de la revista 21.

“¿Qué están consiguiendo con esa manera tan egoísta de hacer política?”, se pregunta el autor. “Que el español medio se vea cada día más tentado de quedarse en casa o irse al campo el día de las elecciones, aburrido de tamaña ausencia de ética profesional”.

Pero lo que Lamet califica de “cáncer que aqueja al quehacer democrático” no ocurre sólo en España: “Uno se pregunta si el flamante presidente francés Nicolas Sarkozy es un político o una estrella mediática. Los rumores que lanzó un diario de que el presidente podría haberse casado con la modelo y cantante Carla Bruni en una pequeña ceremonia secreta en el Palacio del Elíseo sobrenadan a los grandes temas de Estado en el país vecino”.

Actitud reprobable que encuentra su eco inmediato al otro lado del océano: “Una información despachada por Reuter desde Washington indica que, si bien todavía no se conoce el resultado de las elecciones presidenciales 2008 de EEUU, una cosa es cierta: que dichas elecciones generales suponen un evento del mayor gasto en la historia norteamericana. La revista norteamericana Fortune apunta recientemente que el total de los gastos llegará posiblemente a 3.000 millones.
Uno se imagina las escuelas, hospitales e instalaciones hidráulicas que podrían montarse en los países del Tercer Mundo con tamañas cifras”.

Para el autor, de todo ello surge una conclusión bastante clara: “Hoy los políticos no sólo no están preocupados, como su vocación requeriría, por representar la defensa de los derechos del pueblo que les vota ni inquietan por lo que son, sino por lo que parecen: la imagen que de ellos ofrecen los medios, las veces que salen en televisión y el poder de los periódicos y emisoras que los apoyan. Ahí vale todo. Y lo más terrible: ya ni siquiera se disimula. El ego sobre todo. Maquiavelo hace striptease”.

Fuente: El periodista Digital