Lucas 6. 36-38.
Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
“No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.”
Recuerdo aquellas veces en que no fui tan compasivo como quiero que sean conmigo…
También aquellas veces en juzgué precipitadamente …
cuando condené a alguien …
Traigo a mi memoria aquellas personas a quienes me cuesta perdonarles, recuerdo sus nombres …
traigo a mi mente sus rostros. …
Le pido al Señor me ayude para tener más compasión y perdonar más.
Termino mi oración con un Padre Nuestro y me quedo en la frase “perdónanos nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”
Espacio Sagrado
1 comentario:
M A R A V I L L O S O.
JESUS, manso y humilde de corazón, cuya carga es ligera y su yugo liviano para los que de verdad lo aman, Jesús, que nos hace "pobres en espíritu" y ricos
en piedad filial, ES la Misericordia del Padre.
LOS DIOSES PAGANOS eran ajenos a los dolores y sacrificios del pueblo. Los humildes pensaban que Dios sólo amaba y bendecía a los ricos, a los nobles, a las clases dominantes, a los que sabian oraciones secretas. A las victimas de un sistema opresivo, los esclavos, los enfermos, los ancianos, las viudas y huérfanos, los lisiados de las guerras imperiales, los de corazón oscuro y mirada doliente, DIOS NO LOS AMABA.
Jesus les dijo: "No crean eso, dios no es un tirano, no es un opresor, no es una Institución o Casta sacerdotal dominante, Dios es como un Padre Misericordioso, cuya justicia infinita esta impregnada, transida, de infinita MISERICORDIA.
Dijo más: Dijo "Yo soy la misericordia viva de Dios". "Yo voy a ser la Victima de todas las victimas, yo moriré y sufriré CON ustedes y POR ustedes para darles la Vida Eterna".
Que de esto, que casi es textual, se haya hecho un negocio y un comercio, una hipocresia y un dogma ciego, lo supo muy bien, demasiado bien, el POBRE JUDAS, el lado oscuro del discipulado cristiano.
Tengamos sabiduria y amor. Pero tampoco nos dejemos engañar.
Hay cosas en la vida que son muy dificiles de perdonar, sobretodo porque el responsable no muestra el más mínimo arrepentimiento o consciencia del mal causado.
Entonces, y ahora, nos oponemos terminantemente a que Cristo sea de nuevo crucicado, en una historia que recuerda su descenso (de Cristo) a los Infiernos.
Pero hay Esperanza. "Dios es más grande que nuestro corazón" (Catecismo Holandés).-
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