CIUDAD DEL VATICANO, 24 MAR 2009.-Benedicto XVI departió con los periodistas del vuelo papal a su regreso a Roma tras el viaje apostólico efectuado a Camerún y Angola la semana pasada.
El Santo Padre dijo que a lo largo del viaje le impresionó sobre todo "la cordialidad casi exuberante, la alegría de una África en fiesta. Me parece que han visto en el Papa, por decirlo así, la personificación del hecho de que todos somos hijos y familia de Dios. Esta familia existe y nosotros, con nuestras limitaciones, formamos parte de ella y Dios está con nosotros. (...)
También me ha impresionado mucho el espíritu de recogimiento en las liturgias, el fuerte sentido de lo sagrado: en las liturgias no hay auto-presentación de los grupos, ni auto-animación, sino la presencia de lo sagrado, del mismo Dios; los movimientos también eran movimientos de respeto y de conciencia de la presencia divina".
"Me ha afectado profundamente -prosiguió- la muerte de las dos chicas durante la avalancha de público en el ingreso del Estadio dos Coqueiros, el sábado. Recé y rezo por ellas. (...) Todos nosotros rezamos y esperamos que en el futuro las cosas se organicen para que un hecho así no vuelva a suceder."
"Conservo un recuerdo especial (...) del Centro Cardenal Léger: me ha llegado al corazón ver el mundo de los múltiples sufrimientos -todo el dolor, la tristeza, la pobreza de la existencia humana-, pero también ver cómo el Estado y la Iglesia colaboran para ayudar a los que sufren. (...) Se ve que las personas cuando ayudan a quienes sufren se vuelven más personas y el mundo se vuelve más humano".
Por último, Benedicto XVI recordó la distribución del "Instrumentum laboris" (o documento de trabajo) para el próximo Sínodo dedicado a África. "El día de San José por la tarde -dijo- me reuní con los miembros del Consejo para el Sínodo -12 obispos-, y cada uno de ellos habló de la situación de su Iglesia local, de sus propuestas, de sus expectativas y así nació una idea muy rica de la realidad de la Iglesia en África: cómo se mueve, cómo sufre, qué hace, cuales son sus esperanzas y cuales los problemas. Podría hablar mucho, por ejemplo, de la Iglesia en Sudáfrica, que ha atravesado una experiencia de reconciliación difícil, pero sustancialmente lograda, y que ahora contribuye con su experiencia al intento de reconciliación en Burundi e intenta hacer lo propio, aunque con enormes dificultades, en Zimbabwe".
Ecclesia
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