miércoles, 8 de julio de 2009

El Evangelio de hoy



Mateo 10. 1-7.


Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús.
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: “No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado


Imagino mi nombre entre los otros doce ...
Siento que Jesús me manda a misionar ...
¿Qué me pide a mi? ...
hoy, en mi vida ...
con todo lo que soy ...
¿Cómo puedo demostrar que el reinado del Señor está ya aquí?
¿Qué debo hacer para proclamar esa buena noticia?

1 comentario:

Anónimo dijo...

PREGUNTAS:
Nuevas Preguntas: hay textos o evangelios firmados por casi todos, y otros, de los doce discípulos, y de los después llamados setenta seguidores. De este modo, por ejemplo, hay un Evangelio de Tomás, que, según se dice, es apócrifo, o no está reconocido por la tradición de la Iglesia Primitiva.
¿Implica esto que es falso? Creo que no de todo, ya que su rico simbolismo permite conocer mucho de las distintas vertientes del cristianismo, anterior al siglo III incluso, además, a veces, coincide con textos canónicos, y contienen información historiológica que debería verificarse, o, más, no están excentos de "pasajes maravillosos".
¿No hay algo de Dios, o mucho, en todo lenguaje poético que habla del amor, la solidaridad (caridad integral), la paz y la esperanza?
Sin duda, si, entonces, ¿porqué confiar ciegamente en los canónicos, cuando la versión es incierta, o no suficientemente clara?
Como solía decir el Maestro Divino:
"Id, pues, con cuidado"
DIOS ES MAS GRANDE QUE NUESTRO CORAZÓN, ... y más pequeño que una biblia infantil, ¡sin duda!