jueves, 30 de julio de 2009

Cardenal, premio Neruda, critica la "dictadura" en Nicaragua y elogia a Chávez

RD/Efe
Martes, 28 de julio 2009


El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal calificó hoy de "dictadura" al Gobierno de su país y se declaró partidario del presidente venezolano, Hugo Chávez, tras recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en Chile. "Es un gran cambio. Lo que hay ahora ya no es la revolución. He escrito unas memorias que se llaman "La revolución perdida", porque lo que hay ahora no es revolución, ni es izquierda ni es sandinismo. Es una dictadura", dijo Cardenal.


"No puedo hablar más. Por lo mismo que es una dictadura, no tengo libertad para hablar más", remarcó el poeta, que exigió al presidente Daniel Ortega que descongele sus cuentas bancarias para poder emplear el dinero del premio en sus obras sociales.


El premio Neruda, la más alta distinción que concede el Estado de Chile a un poeta iberoamericano, está dotado de 30.000 dólares y le fue entregado a Cardenal por la presidenta Michelle Bachelet.


El poeta y sacerdote, que luchó contra la dictadura de Anastasio Somoza (1967-1972 y 1974-1979) y tras su caída formó parte del Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, pretende emplear el dinero del premio para financiar el taller de poesía que realiza para niños con cáncer, así como otras obras sociales en Solentiname, la comunidad que fundó y de la que fue párroco.


Las cuentas bancarias de Cardenal están congeladas por haberse negado a pagar una multa que le impuso un juez por una demanda presentada contra él por empresario alemán por un problema de tierras, un pleito que el autor de "Epigramas" y "Oración por Marilyn Monroe" considera una "venganza" de Daniel Ortega.


Tras declarar su "admiración y gratitud" hacia la presidenta chilena, Cardenal se declaró partidario del mandatario venezolano, Hugo Chávez. "Yo estoy con Chávez. También soy chavista", afirmó.


En cuanto a la situación en Latinoamérica, el ex ministro de Cultura observa "con una gran esperanza" el futuro en esta región.


"Hay una revolución en todas partes, la segunda independencia está siendo en todas partes, no en Nicaragua", recalcó.


Cardenal rehusó posicionarse sobre la crisis que vive Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya el 28 de junio.


"En Honduras no sé qué opinar. No estoy ni con unos ni con otros. Está muy enredado eso", declaró Cardenal, que concluyó que "en Honduras sí está peligrando (la democracia) y en Nicaragua no hay (democracia) ahora".


Por otro lado, el ex ministro de Cultura nicaragüense acusó al gobernador del estado venezolano de Anzoátegui, Tarek William Saab, de haberle plagiado algunas de sus poesías.


El galardón instaurado en 2004 con motivo del centenario del natalicio del Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda recayó en su primera edición en el mexicano José Emilio Pacheco.


Después fueron premiados el argentino Juan Gelman (2005), el peruano Carlos Germán Belli (2006), la cubana Fina García Marruz (2007) y la chilena Carmen Berenguer (2008).


El jurado de esta convocatoria estuvo integrado por la propia Berenguer y el también chileno Oscar Hahn, por el argentino Jorge Boccanera y el colombiano Juan Gustavo Cobo, así como por la filóloga española Selena Millares.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTOS"
CARDENAL es un gran poeta, un gran poeta popular por sobre banderías sectarias, su lúcida sencillez, su apócrifa fe cristiana, la hace ganarse millones de amigos, y, desafortunadamente, cientos de enemigos que nunca comprenderán el sentido DE NI SIQUIERA UNA SOLA METÁFORA, porque, como dijo Neruda,
son "tontos de capirote".
CARDENAL encantó la generacion de los sesentas y setentas, tanto Los Beatles, Silo, o el otro Ernesto.
La poesía de Cardenal, "clara como una lámpara, simple como un anillo", está por encima, y por dentro, de cualquier limitación inherente a la naturaleza humana; y su discurso no sabe decir "metafísica", es demasiado humilde para eso. Demasiado humano. Tanto, que las abstracciones como "Dios", "episteme" o "sincronismo", etc., llegan a ser verdaderamente despropósitos desde la Torre de Marfil de quienes han olvidado que la muerte iguala a TODOS lo hombres (y a todas la mujeres) por igual.