jueves, 9 de octubre de 2008

Semana de la Familia: Misa para los Pololos: enriqueciendo su amor con Cristo


Un llamado a involucrar a Jesús dentro de su relación de pololos hizo el Padre Héctor Donoso durante la celebración de la Eucaristía que realizó para el “Día de los Pololos”, celebrado en el marco de la Semana de la Familia.


Con una Eucaristía, en la que participaron cerca de 15 parejas de pololos (muchos de ellos adolescentes), la Parroquia San Francisco de Pajaritos, en Maipú, celebró -este martes 07 de octubre- el “Día del Pololo”, conmemoración que se enmarca dentro de las actividades de la “Semana de la Familia”.


La misa fue presidida por el Padre Héctor Donoso, quien señaló a los jóvenes enamorados la importancia del compromiso y el respeto mutuo que debe existir al interior de la pareja, así como también la presencia de Cristo dentro de su relación.“Lo más hermoso de Dios es la entrega con gratuidad, es la entrega por amor. Lo más hermoso que Dios nos ha regalado a nosotros es la capacidad de amar. Lo que ustedes están viviendo es un regalo de Dios, es su amor que se derrama en sus corazones”, dijo el sacerdote.


Para el Padre Donoso, el pololeo es el fiel reflejo del amor al prójimo, en donde se manifiesta el amor verdadero, ya que “existe una donación de sí mismo hacia el otro, en la importancia que se le da a la persona que está conmigo, cuando se sobreponen los intereses de ambos por sobre los de cada uno”.



Sentido del pololeo

El sacerdote, dentro de su homilía, les indicó a las parejas presentes el verdadero sentido que tiene el pololeo, “el cual es una etapa dentro de la vida en donde se descubren los sentimientos, lo que cada uno es; además se van compartiendo las alegrías y tristezas, y especialmente se descubre lo que vale la otra persona para mí”, indicó.


A su juicio, es durante el pololeo en donde la pareja inicia su proceso de conocimiento, el cual –en algunos casos- culmina con un proyecto de vida en común y para siempre, como es el matrimonio. “Es aquí donde se inicia el camino para aprender a amarnos”, indicó.


El Padre Héctor Donoso también destacó el grado de compromiso que existe dentro de esta relación, en donde interactúan los sentimientos con la fidelidad. “Sin un sentimiento fuerte de cariño y amor, de respeto del uno hacia el otro, no hay un compromiso que permita proyectar la relación hacia el futuro”, insistió el sacerdote.

Para el Padre Jaime Fernández, el pololeo es la etapa de la vida que “tiene una importancia única, porque es la culminación del proceso de maduración además de marcar el comienzo de las decisiones que guiarán toda la vida futura”. A su juicio, este tipo de relaciones amorosas tienen que estar siempre en una perspectiva de compromiso; aunque reconoce que aún no es un compromiso formal. “El pololeo es una búsqueda que sólo se justifica en la perspectiva del compromiso formal. Estas relaciones amorosas son la preparación para un vínculo permanente que comprende toda la persona en la donación total a un tú, por amor, a fin de formar con esa persona una comunidad de vida”, plantea en su libro “El Pololeo” (2006).



Pololeo Cristiano

Es por ello que cobra vital importancia la presencia de Cristo en este tipo de relaciones, en donde “Dios está presente en su vida de pololos, entregándoles la posibilidad de amarse”, les indicó el Padre Donoso a las parejas presentes en la Eucaristía. Además –prosiguió el sacerdote- “es Cristo quien los fortalece en el amor de pololos, ya que es un don que viene de Él que se manifiesta en las personas”.


El presbítero instó a las parejas a que “den testimonio de que el amor está vivo y que es una experiencia divina que se hace humana en ustedes, los jóvenes”. Si bien reconoce que el pololeo es una de las experiencias más importantes de la juventud, también indica que ésta exige un compromiso de entrega, “como Cristo se entregó”, por lo que invitó a los jóvenes a “compartir su pololeo con Cristo, a través de la oración y la Eucaristía junto con su ser amado y en comunidad”.


Las palabras del sacerdote calaron hondo en el sentir de los presentes, quienes manifestaron sentir el amor de Dios a través de su pareja. Tal es el caso de Pamela y Roberto, quienes llevan cinco años de pololeo. “Hemos tenido momentos buenos y malos, en donde nos hemos distanciado, pero es el cariño y –sobre todo- el amor que nos tenemos, lo que ha hecho que permanezcamos juntos. Sin ese amor y la confianza que Dios está presente entre nosotros no habríamos durado tanto”, cuentan.


Isabel y Joaquín, ambos de 15 años, llevan sólo meses de romance. Sienten que este tiempo les ha servido para conocerse mejor y aceptarse tal cual son. A su corta edad no sienten que están formando un proyecto de vida, aunque sí reconocen que están dando los primeros pasos para consolidar algo más duradero. “Llevamos muy poco tiempo, un par de meses, pero sentimos que – con la ayuda de Dios- podemos durar mucho, porque nos queremos y hemos aprendido a aceptarnos”, indican.


Fuente: http://www.vicariaparalafamilia.cl/ -- Iglesia.cl

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