RD/Efe>).-Por primera vez en la historia, un patriarca ortodoxo, Bartolomé I de Constantinopla, habló y rezó en la capilla Sixtina, uno de los símbolos del catolicismo y donde se reúne el Cónclave de cardenales para elegir al nuevo Papa.
El patriarca ecuménico de Constantinopla (actual Estambul) había sido invitado a hablar en ocasión del Sínodo de los obispos que se está celebrando en estos días en el Vaticano bajo el tema "La Palabra de Dios".
El patriarca ecuménico de Constantinopla (actual Estambul) había sido invitado a hablar en ocasión del Sínodo de los obispos que se está celebrando en estos días en el Vaticano bajo el tema "La Palabra de Dios".
En un principio estaba previsto que Bartolomé I leyese su intervención en el Aula Nervi del Vaticano, donde se está desarrollando la cumbre de los obispos, pero finalmente Benedicto XVI decidió celebrar junto a Bartolomé I una la ceremonia de las Vísperas sin precedentes en la capilla Sixtina.
Durante su intervención bajo los impresionantes frescos de Miguel Angel, Bartolomé I lanzó un llamamiento a un empeño común de todos los cristianos y creyentes contra la pobreza, el racismo y el fundamentalismo.
"Como discípulos de Dios, ahora más que nunca tenemos el imperativo de ofrecer perspectivas para erradicar la pobreza, promover el equilibrio del mundo global y combatir el fundamentalismo y el racismo, y promover la tolerancia religiosa en un mundo lleno de conflictos", dijo Bartolomé I.
Bartolomé I, que ha definido su intervención en el Sínodo como un "evento histórico", expresó su deseo de llegar algún día a la "plena unidad" entre católicos y ortodoxos, superando las actuales diferencias.
Por su parte, Benedicto XVI expresó su gran afecto y gratitud al patriarca de Constantinopla y añadió que hoy se vivió "una experiencia de comunión verdadera".
La Iglesia católica romana y la ortodoxa se dividieron tras el llamado cisma de Oriente en 1054.
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