martes, 24 de junio de 2008

El Evangelio de hoy


Lucas 1. 57 –66. 80

Al cumplirse el tiempo en que Isabel debía dar a luz, tuvo un hijo. Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. A los ocho días, llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. Pero su madre dijo:
—No. Tiene que llamarse Juan.
Le contestaron:
—No hay nadie en tu familia con ese nombre.
Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: ‘Su nombre es Juan.’ Y todos se quedaron admirados. En aquel mismo momento Zacarías volvió a hablar, y comenzó a alabar a Dios. Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. Todos los que lo oían se preguntaban a sí mismos: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él. El niño crecía y se hacía fuerte espiritualmente, y vivió en los desiertos hasta el día en que se dio a conocer a los israelitas.



Juan tuvo la misión de anunciar la venida de Jesús, el Mesías.


¿Quiénes me han anunciado a Jesús en mi vida?


¿Quiénes me han ayudado a seguirlo?.



Recuerdo a esas personas y cómo me anticiparon mi fe en Jesús. …



Una oración por ellos y por los que me acompañan en mi vida espiritual. …


Sacerdotes, religiosos(as), laicos, familiares, amigos(as).


Menciono sus nombres y se los presento al Señor.


¡Gracias a nuestro juanes!

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