Mateo 6,19-23
Jesús dijo a sus discípulos:
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los
consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo
estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los
consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo
estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
¿Cuáles son mis anhelos?
¿Qué busco?
¿por qué lucho?
¿qué tesoros acumulo?
¿cómo es mi relación con lo material?
¿con el dinero?
¿con la fama?
¿con el reconocimiento?
¿cómo anda mi vanidad?
¿Cuál es mi búsqueda? ¿Hacia donde dirijo mi mirada? ¿Qué ando buscando?
¿Cuál es mi búsqueda? ¿Hacia donde dirijo mi mirada? ¿Qué ando buscando?
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