martes, 8 de enero de 2008

El Evangelio del día


Marcos 6. 34-44.
34Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35Por la tarde, sus discípulos se le acercaron y le dijeron:
—Ya es tarde, y este es un lugar solitario. 36Despide a la gente, para que vayan por los campos y las aldeas de alrededor y se compren algo de comer.
37Pero Jesús les contestó:
—Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron:
—¿Quieres que vayamos a comprar pan por el equivalente al salario de doscientos días, para darles de comer?
38Jesús les dijo:
—¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a verlo.
Cuando lo averiguaron, le dijeron:
—Cinco panes y dos pescados.
39Entonces les mandó que hicieran sentar a la gente en grupos sobre la hierba verde; 40y se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. 41Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. Repartió también los dos pescados entre todos. 42Todos comieron hasta quedar satisfechos; 43recogieron los pedazos sobrantes de pan y de pescado, y con ellos llenaron doce canastas. 44Los que comieron de aquellos panes fueron cinco mil hombres.


Observo mi entorno …

¿Quiénes me rodean y andan pidiendo guía, quienes necesitan de mi ayuda y andan como ovejas sin pastor? …


¿qué puedo compartir con ellos?

Probablemente para mi sea algo insignificante, pero Jesús puede multiplicar lo que yo quiera compartir

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