Marcos 4, 21-25.
También les dijo: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla bajo un cajón o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro. Los que tienen oídos, oigan.”
También les dijo: “Fíjense en lo que oyen. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes; y les dará todavía más. Pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.”
Traigo a mi oración tanto bien recibido de Dios …
¿porqué no dar testimonio de ello? …
Si a mi me ha hecho bien leer el evangelio, ¿porqué no contarlo? …
No ocultar la luz es multiplicarla …
Si tengo fe, con oración se aumenta.
Si decaigo en la oración hasta la poca fe que pueda tener, se morirá.
Multipliquemos la oración y seamos perseverante en ella.
Doy gracias al Señor por el gran regalo de la fe en su amor
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