Continuando con la entrevista a Ismael Aracena SJ, le consultamos acerca del crecimiento de la CVX y los desafíos que ello implica
Ismael: ¿qué es lo que significa crecer? Yo creo que en algunos casos crecer es a veces convocar más personas. Crecer, también, en algunos otros casos, en una comunidad, que tenga mayor raigambre en Jesucristo.
Crecer en algunos casos será renovarnos en nuestra vida espiritual.
Crecer en algunos casos es preguntarnos si Dios estará pidiendo algunas otras cosas de nosotros.
Crecer también será mostrar externamente en la Iglesia el aporte que significa el aporte de la Comunidad de Vida Cristiana.
Yo creo que tenemos que discernir muchísimo como crecer. Crecer no es marketing. Crecer es desde el Evangelio, saber como tenemos que responder, porque muchas veces, aunque a gente de CVX no les guste, entre ellos me incluyo yo, mostrar mucho externamente que estamos haciendo.
Crecer en algunos casos será renovarnos en nuestra vida espiritual.
Crecer en algunos casos es preguntarnos si Dios estará pidiendo algunas otras cosas de nosotros.
Crecer también será mostrar externamente en la Iglesia el aporte que significa el aporte de la Comunidad de Vida Cristiana.
Yo creo que tenemos que discernir muchísimo como crecer. Crecer no es marketing. Crecer es desde el Evangelio, saber como tenemos que responder, porque muchas veces, aunque a gente de CVX no les guste, entre ellos me incluyo yo, mostrar mucho externamente que estamos haciendo.
Es sumamente importante que el aporte a la Iglesia del mundo ignaciano, con gente valiosísima. Este año hemos tenido el reconocimiento de Josefina Errázuriz, como primera vez una mujer, en el mundo ignaciano, por todo lo que ha hecho en el mundo de los Ejercicios, en el CEI, en el Trabajo para un hermano, como guía, como testimonio de mamá, creo que es un gran don para la Comunidad de Vida Cristiana.
P. Esto de salir al exterior, que algunos no les gusta mucho, pero hay personas que plantean que es importante que se note más la CVX. ¿Cuál es tu opinión?
Yo creo que tenemos que salir al exterior, siempre. O sea, el apostolado, la misión, dónde nos comprometemos, es externamente, pero otra cosa es lo que se note externamente.
Que se note en algunos casos será, para que otros se entusiasmen. Será para que otros vengan a trabajar con nosotros, para que otros colaboren con nosotros. Por ejemplo en un ayuda económica en una obra pastoral que tu dices, estamos trabajando en un colegio con gente pobre. Eso necesita recursos.
Quizás habrá muchas maneras de que se note. Uno es que se vea que hay gente que es capaz de comprometerse con los pobres. Se vea que hay gente que quiere aportar algo a la educación.
También que vean otros que pueden aportar porque disponen de recursos para que los pobres se formen mejor.
O sea, yo creo que se tiene que notar, el justo medio.
Qué dimensión se tiene que notar es lo que tenemos que nosotros discernir.
P: Hay, efectivamente mucha gente en distintos lugares haciendo apostolado, pero ¿crees que también se debe hacer un apostolado masivo?
Yo creo que en algún momento tendríamos que preguntarnos una cosa así.
Ahora este año viene la Asamblea Nacional. Hay Asamblea Mundial, a la que nos han invitado de EXCO Mundial a reconocer las gracias recibidas por nuestra comunidad durante estos 40 años que ya lleva como comunidad de Vida Cristiana, por ejemplo en Chile.
Pero eso no es para decir, que bonito, que recuerdos sino hacia dónde nos quiere inspirar el Señor a seguir caminando como cuerpo apostólico.
Podría ser que el cuerpo apostólico decidiera en algún momento. Es complicado porque hay de repente ver distintas vocaciones, distintas necesidades, pero yo creo que tenemos que estar abierto a una posibilidad de ese tipo.
P: Mencionaste los 40 años de los Principios Generales, ¿Cómo se notó que esto ocurrió aquí en Chile?
Es la gran noticia los Principios Generales de la Comunidad de Vida Cristiana es la cantidad de personas que tenemos en estos momentos y lo que ha aportado la Comunidad durante estos 40 años.
Hay gente que se ha formado en Ejercicios; hay gente que se ha formado dentro de la Comunidad de Vida Cristiana. Esto transformó en muchas pastorales, en colegios jesuitas, esto ha llegado a una red educacional ignaciana; esto ha llegado a una manera de vivir.
Este año hubo un acto para recordar y mirar. Todas las reuniones en mucho lugares se reflexionó sobre esto.
Esta es la oportunidad de mirar hacia el futuro con estos Principios Generales, pero también para agradecer tanto bien recibido, como se dice en los Ejercicios, de lo que ha significado la Comunidad de Vida Cristiana para nosotros; ha significado al cuerpo de la Compañía; ha significado el Centro de Espiritualidad Ignaciana, ha significado formadores de Ejercicios. Ha significado acompañantes de comunidad, también con los defectos más propios.
Hay muchos –me incluyo porque yo fui de los que se estaban formando en el colegio en esos momentos- que nos ha tocado nuestras vocaciones nacieron en la CVX. Mi vocación a la Compañía de Jesús nació en la CVX. Entonces yo creo que es una riqueza histórica de trabajo juvenil.
Nosotros acabamos de estar con el Padre Roblero en una reunión de Asistentes Eclesiásticos de toda América Latina. El trabajo juvenil, escolar y universitario, en Chile, de la Comunidad de Vida Cristiana en estos 40 años ha sido muy, muy grande, muy positivo, muy formador.
Lo que si tenemos que decir, hacia dónde tenemos que seguir caminando. Qué es lo que nos está pidiendo el Señor.
Que aparezcan nuevos bríos, nuevas formas, nuevas formas de organizarnos.
A veces el sentido de cuerpo, nos está faltando a veces como un espíritu.
Creo que también nos está faltando una llegada más adecuada a los momentos actuales, al mundo del adulto joven. Ahí tenemos un desafío muy grande.
Lo que si tenemos que decir, hacia dónde tenemos que seguir caminando. Qué es lo que nos está pidiendo el Señor.
Que aparezcan nuevos bríos, nuevas formas, nuevas formas de organizarnos.
A veces el sentido de cuerpo, nos está faltando a veces como un espíritu.
Creo que también nos está faltando una llegada más adecuada a los momentos actuales, al mundo del adulto joven. Ahí tenemos un desafío muy grande.
Un desafío muy grande para los profesionales, el adulto joven, el inicio de su vida profesional, el inicio de su vida matrimonial. También el inicio de la educación de sus hijos más pequeños.
El aporte para formar a nuestras parejas, para acompañar a nuestras parejas.
El aporte que significa el ejemplo a los que están estudiando en la universidad, que se están formando.
El mundo del adulto joven yo creo que es otro desafío.
Otro desafío es que –a mi me tocaba antes asistir a discernimientos en que había 10 o 15 personas disponibles para puestos de servicio al interior de la comunidad y ahora cuesta encontrar a esa gente, si con una gran fuerza apostólica.
Para finalizar, pienso que cada uno de nosotros, en la experiencia de ejercicios, la experiencia comunitaria, tendrá que recoger el año, tendrá que decir, Gracias Señor, por los pasos que me has dado dar este año. Perdón, también por haberme recogido a mi mismo, por no haber respondido a tu llamado y, ¿cómo poder seguir aportando?
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