lunes, 7 de enero de 2008

El Evangelio del día


Mateo 4. 12-25.
12Cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. 13Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. 14Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías:
“Tierra de Zabulón y de Neftalí, al otro lado del Jordán, a la orilla del mar: Galilea, donde viven los paganos. 16El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.”
17Desde entonces Jesús comenzó a proclamar:
— “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.”
18Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. 19Jesús les dijo:
—Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.
20Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
21Un poco más adelante, Jesús vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó, 22y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
23Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. 24Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.
25Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús.


Jesús me dice ahora a mí. “Sígueme”

Quiere que sea su colaborador en la construcción del Reino.

¿Qué puedo hacer yo? …

¿Cómo le sigo? …
¿Qué siento ante este llamado?

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