martes, 12 de agosto de 2008

Crónica desde Fátima

Amigos(as)

Hoy ha sido el primer día de la asamblea. Un día especial ya que es el día en que las delegaciones llegan y nos vamos acomodando. Me tocó en suerte apoyar temporalmente el equipo de recepción en el aeropuerto y pude vivir la experiencia de tantos rostros distintos, de distintas razas y países entrar al hall de llegada con cara de perdidos y cómo le brillaban sus ojos al reconocer el logo de CVX y de la Asamblea. Es el ícono que nos une en nuestro trabajo apostólico. Y así fueron pasando alegres, esperanzados, Barcelona, Chad, Congo, Inglaterra, Nicaragua, Australia, Bolivia, Suiza, Argentina y tantos otros.


Ya estamos instalados en una casa que se asemeja algo a la de padre Hurtado que es el “Seminario del Verbo Divino” (ver foto).


Hoy visitamos con Cecilia la explanada del santuario de Fátima, donde hay dos basílicas inmensas, la última y la más moderna para 9.000 fieles sentados. El lugar es impresionantemente grande, harto más que Maipú en Chile y que San Pedro en Roma. (ver foto)


En la tarde tuvimos la primera misa que estando aún fuera de programa fue una experiencia de iglesia a nivel mundial magnífica. Ya estaba más de la mitad de los asistentes, fue celebrada por el padre Alberto Brito sj (vice asistente mundial) con otros dos sacerdotes (ver fotos) en tres idiomas: básicamente en inglés, la primera lectura fue en francés, el salmo en castellano y el evangelio en inglés. La homilía saltaba entre los tres idiomas. Es la comunidad mundial que agradece al Señor, es la CVX que salta las fronteras geográficas y de los idiomas para alabar, para agradecer, para buscar la voluntad de Dios en todo su pueblo preferido: la humanidad completa.









Amigos, no puedo dejar de comentarles que esto valida lo que hemos rezado en mi pequeña comunidad: Gravilla, lo que hemos hecho a nivel regional: Valparaíso, a nivel nacional, recordando tanto que salió en Malloco en la Asamblea de Chile, todo eso se mezcla en las conversaciones con otros cevequianos. Es la pequeña comunidad, la región y el país el que en cada uno de nosotros se hace presente para compartir nuestra experiencia y ponerla al servicio de todos … “ y ponían en común sus bienes, sus vidas …”

A la hora del té conversábamos con la representante de Sudáfrica, ellos son menos que nosotros y no tienen CVX secundaria ni de jóvenes. Le comentaba nuestra realidad. “Tenemos tanto que hacer” me decía y comentábamos las gracias y desgracias de ser pequeños y también de ser muy numerosos. Eso es solo algo de lo que sale por acá.

Mañana es el primer día de trabajo estructurado. Hoy ha sido un empezar a conocernos informalmente. Hay tanta diversidad: muchos llegamos por primera vez a esta experiencia. Para José Reyes es su quinta asamblea mundial. A mi alrededor hay una veintena de computadores que teclean en distintos idiomas a sus familias, amigos, comunidades.

Hoy ya llegó nuestro asesor nacional: Ismael Aracena sj y ya está completa nuestra delegación de Chile.

Gracias Señor por congregarnos en esta maravillosa experiencia. Gracias por darnos la energía que necesitamos, gracias porque en todos nosotros está la alegría de saber que estamos trabajando juntos para encontrar la voluntad de Dios para nuestra gran comunidad.

Un abrazo a todos y mañana les contamos más sobre como comienza esta, nuestra Asamblea Mundial de CVX.

Miguel

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