Por José Manuel VidalRDMiércoles, 19 de agosto 2009
Se sienten perseguidas y vigiladas por Roma. Por el simple pecado de ser fieles al Vaticano II, las autoridades de la Curia romana están investigando a las monjas católicas estadounidenses. Y las hermanas se rebelan. La mayor asociación de monjas de Estados Unidos, la Leadership Conference of Women Religious, protesta vehementemente contra el Vaticano, que las está sometiendo a un examen en profundidad, dirigido nada menos que por la Congregación para la Doctrina de la Fe, ex Santo Oficio.
Se sienten perseguidas y vigiladas por Roma. Por el simple pecado de ser fieles al Vaticano II, las autoridades de la Curia romana están investigando a las monjas católicas estadounidenses. Y las hermanas se rebelan. La mayor asociación de monjas de Estados Unidos, la Leadership Conference of Women Religious, protesta vehementemente contra el Vaticano, que las está sometiendo a un examen en profundidad, dirigido nada menos que por la Congregación para la Doctrina de la Fe, ex Santo Oficio.
Las monjas consideran que la investigación vaticana es, entre otras cosas, poco “transparente. Por eso, las 800 superioras estadounidenses reunidas en Nueva Orleans, en su asamblea anual, subrayan en su comunicado final que “sus co0ngregaciones religiosas siempre han sido plenamente leales a la Iglesia” y piden a los investigadores que “modifiquen algunos de sus métodos de trabajo”.
Hace algún tiempo que Roma está investigando a las 59.000 monjas estadounidenses de vida activa (se excluyen, por lo tanto, las monjas de clausura), con el objetivo de examinar “su estilo de vida”, asi como la cuestión más delicada de su obediencia doctrinal.
Las superioras no sólo critican el opaco método vaticano de la investigación, sino también la falta de explicaciones sobre su motivación, asi como el hecho de que las conclusiones se presenten directamente a Roma, sin pasárselas a las congregaciones examinadas.
Conscientes de que no tienen nada que ocultar, las superioras aseguran que las congregaciones miembros “siempre han permanecido fieles a las reformas y a la renovación del Concilio Vaticano II, que pedía a frailes y monjas adaptar su vida, su oración y su trabajo para cumplir más eficazmente con su misión”.
La Leadership Conference of Women Religious está integrada por 1.500 superioras y representa al 95% de las 69.000 monjas estadounidenses
1 comentario:
DIVERSIDAD DE CARISMAS
VOCACIONALES ...
Seamos capaces de distinguir entre las vocaciones de claustro, las vocaciones de servicio al prójimo sufriente (Cristo) desde una Institución que aspira a ser Comunidad abierta, y la inserción vocacional "mar adentro" en las realidades contingentes, sociales y morales.
No es del "todo" ilegítima la preocupación del santo oficio: de hecho la mujer religiosa estadunidense se ve expuesta a "seducciones del mundo" que pueden llevarla por caminos muy otros que su "opción original".
En todo caso, los interrogatorios, citas formales autoritarias, delación, etc., no son lo mas recomendable. No caigamos en la lógica de las "conspiraciones" u órdenes secretas dentro del Catolicismo.
La mujer demanda sus derechos como "vestal" de Cristo, como una figura epicentral de la revelacion, la liturgia, y la fé.
Su papel no puede ser MENOR que el de María Santísima, María Magdalena
y muchas otras, en el texto y contexto de la revelación primordial.
¿Debo repetirlo? Sólo la reflexion desde las comunidades de base, desde las conferencias episcopales y, Dios lo quiera, desde un VATICANO III, serian esenciales para una renovación completa (una conversión) de la Iglesia Institucion a la totalidad de la revelación, y al mismisimo cuerpo místico de Cristo. Los pueblos, y sus pastores, indisolublemente unidos asi en la gracia y el amor evangélico integral.-
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