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Jueves, 20 de agosto 2009
Cuenta Oriana Fernández en La Tercera de Chile que fue durante una caminata por la Plaza de San Pedro, en Roma, en abril de 2004, que el ex sacerdote chileno Patricio Cerda (44) expuso al cardenal Joseph Ratzinger, en ese entonces jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe y hoy convertido en Papa Benedicto XVI, los antecedentes que él había recibido respecto de denuncias en contra de Marcial Maciel, el fallecido fundador de los Legionarios de Cristo. En concreto, entregó un dossier con los casos de ocho ex seminaristas que acusaban de abusos sexuales a Maciel y que no tenían respuesta por parte del Vaticano. Además, Cerda le describió supuestas vejaciones contra menores por parte de religiosos en España.
"Estuvimos conversando 45 minutos. Me escuchó y luego dijo que confiara que habría una solución. Meses después se nombró al sacerdote Charles Scicluna para que investigara y se le sancionó en 2006", relata a La Tercera Cerda desde España. El dejó la congregación de los Legionarios de Cristo en 2002 (aún no recibe la dispensa eclesiástica) y comenzó a contactar a ex seminaristas denunciantes de Maciel.
El encuentro entre Cerda y Ratzinger había sido gestionado por otro chileno: el cardenal Jorge Medina, entonces uno de los religiosos más influyentes del Vaticano y quien era prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. "Me dirigí a Medina porque tenía antecedentes de que él era una persona correcta. No es alguien a quien los Legionarios pudieran cerrarle la boca. También sabía que él era muy cercano al Papa y había una posibilidad de que la información llegara directamente al Santo Padre sin filtros", dice Cerda.
INVESTIGACION
Cerda, hoy funcionario de una firma de seguros en Sevilla y casado hace un año, cuenta que llegó a esa instancia en Roma tras presenciar abusos contra niños en Santander, España. "Di a conocer los hechos en esa época, pero nadie hizo nada. Cuando vi eso, pedí que me sacaran de allí. Pero en Roma también hubo otros maltratos", asegura. El es una de las personas que fueron entrevistadas para una investigación de Informe Especial sobre Maciel, que fue emitida anoche por TVN.
Dejó la congregación en 2002 y comenzó a recopilar datos de otros ex legionarios que denunciaban a Maciel, datos que entregó a Medina y Ratzinger. "El actual Papa fue muy valiente. A pesar de todo, siguió adelante con la indagación", sostiene.
Cerda agrega: "Además de los abusos, les hablé de irregularidades como la interceptación de la correspondencia, el aislamiento de los miembros de sus familias y que Maciel no tenía que ver con el espíritu de pobreza que todos cumplían debido a sus altos gastos", dice.
Cerda dice poseer aún un fuerte lazo mediante una "asociación de víctimas", a través de la cual se da apoyo a ex religiosos, "porque todos han sufrido mucho". Añade que "vivíamos en una burbuja, porque dependíamos completamente de la institución. Cuando se fueron quedaron en la calle, sin apoyo económico pese a haber estado trabajando para ellos".
Este año, Benedicto XVI encargó una investigación sobre la congregación a cinco obispos en los continentes donde funciona esta entidad. Entre ellos está el obispo de Concepción, Ricardo Ezzati.
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