sábado, 29 de agosto de 2009

José Saramago: "Las cuentas con Dios no son definitivas"

RD/Efe
Jueves, 27 de agosto 2009


El escritor José Saramago vuelve a ocuparse de la religión en 'Caín', su nueva novela, que se publicará en octubre, en la que redime a su protagonista del asesinato de Abel y señala a Dios "como el autor intelectual al despreciar el sacrificio que Caín le había ofrecido". Su editor en portugués, Zeferino Coelho, la llevará a la Feria del Libro de Frankfurt el próximo octubre y a finales de ese mes estará en las librerías de Portugal, América Latina y España.


Será en Lisboa, en su presentación mundial, donde el Nobel hable por primera vez de su nuevo libro. Pero desde su casa de Lanzarote, donde pasa el verano aunque ya prepara las maletas para volver a Lisboa, ha explicado a Efe a través del correo electrónico que lo que ha querido decir con 'Caín' es que "Dios no es de fiar. ¿Qué diablos de Dios es éste que, para enaltecer a Abel, desprecia a Caín?"


Casi veinte años después de su discutido 'El evangelio según Jesucristo', que fue vetado por el Gobierno portugués para competir por el Premio Europeo de Literatura, el Nobel luso hace un irreverente, irónico y mordaz recorrido por diversos pasajes de la Biblia pero no teme que vuelvan a crucificarle.


"Algunos tal vez lo harán -explica Saramago-, pero el espectáculo será menos interesante. El Dios de los cristianos no es ese Jehová. Es más, los católicos no leen el Antiguo Testamento. Si los judíos reaccionan no me sorprenderé. Ya estoy habituado. Pero me resulta difícil comprender cómo el pueblo judío ha hecho del Antiguo Testamento su libro sagrado. Eso es un chorro de absurdos que un hombre solo sería incapaz de inventar. Fueron necesarias generaciones y generaciones para producir ese engendro".


José Saramago no considera este libro su particular y definitivo ajuste de cuentas con Dios -"las cuentas con Dios no son definitivas", dice-, pero sí con los hombres que lo inventaron.


"Dios, el demonio, el bien, el mal, todo eso está en nuestra cabeza, no en el cielo o en el infierno, que también inventamos. No nos damos cuenta de que, habiendo inventado a Dios, inmediatamente nos esclavizamos a él", explica el autor.


El dramaturgo niega que la cercanía de la muerte, hace ahora un año debido a su enfermedad, le hiciera pensar más en Dios. "Tengo asumido que Dios no existe, por tanto, no tuve que llamarlo en la gravísima situación en que me encontraba. Y si lo llamara, si de pronto él apareciera, ¿qué tendría que decirle o pedirle, que me prolongase la vida?"


Y continúa Saramago: "Moriremos cuando tengamos que morir. A mí me salvaron los médicos, me salvó Pilar (su esposa y traductora), me salvó el excelente corazón que tengo, a pesar de la edad. Lo demás es literatura, y de la peor".



Un escritor 'en trance'

Hace un año, el escritor sorprendió a sus lectores por la ironía y el humor que destilan de las páginas de 'El viaje del elefante' y ahora vuelve a las andadas con 'Caín'. Para él es un misterio.


Y reflexiona: "No fue deliberado ni premeditado, la ironía y el humor aparecen en las primeras líneas de ambos libros. Podía haberlo contrariado e imprimirle un tono solemne a la narrativa, pero lo que está me vino ofrecido en una bandeja de plata, sería una estupidez rechazarlo".


El escritor empezó a pensar en Caín hace muchos años, pero se puso a escribirlo en diciembre de 2008 y lo terminó en menos de cuatro meses. "Estaba en una especie de trance. Nunca me había sucedido, por lo menos con esta intensidad, con esta fuerza", recuerda para EFE.


Saramago, que una vez escribió que "somos cuentos de cuentos contando cuentos" y así sigue viéndose, escribe más y más rápido que nunca (tres libros en un año), quizás como la mejor manera de seguir vivo."


Es verdad. Tal vez la analogía perfecta sea la de la vela que lanza una llama más alta en el momento en que va a apagarse. De todos modos, no se preocupen, no pienso apagarme tan pronto", sentencia.


En su blog aparece el anuncio de la nueva novela y una carta de la presidenta de la Fundación Saramago, Pilar del Río, en la que anuncia a los lectores del Nobel que este 'Caín' no les dejará indiferentes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

EXACTO, SABEMOS POR LA NEW AGE Y SU EVANGELIO DE JUDAS, que éste no fué un traidor a su Maestro, sino que actúo por inspiración divina:
"Lo que tengas que hacer, hazlo pronto" de modo que el suyo es un Magisterio de la Sombra.
Como Magisterio Oculto debe ser el de CAIN que era vegetariano.
¿Cómo que no leemos la Boblia los Católicos? Caín quemaba granos, frutos y vegetales, en tanto que ABEL, quemaba carnes animales.
En cambio, DIOS, en Sodoma y Gomorra, con azufre y fuego quema personas; y lo mismo acaecerá en el Apocalipsis, tan anunciado, tan mediático, y sadomasoquista.
Pero se olvidan de un detalle monumental estos ateistas de segundo grado: que la divinidad originaria del Pueblo de Pastores, antes de las cautividades y holocaustos, era EIWE, una diosa madre de bondad infinita.
De modo que el sacrificio de los primogénitos es lo que, simbolicamente expuesto por el Ritual, conjura y sacraliza los crímenes del Neoliberalismo Sionista.
Hasta Massada, pasando por Abraham y su hijo, y desde JESUS,
mito y misterio, de los cuales se confecciona un "dogma", y una "religión de diseño" a medida del Imperio en el siglo IV.
¿Y cuál es el Diseño Imperial actual? Angeles extraterrestres,
abducciones, visiones parapsicológicas, fenómenos inexplicables, mitos urbanos, todo al servicio de las clases e instituciones de Poder.
Gracias, Saramago, por traernos de vuelta a la realidad. Por el lejano mirar nos reconocemos; somos, simplemente, humanos, ni ángeles ni dioses, sino algo mucho mas cercano y profundo.
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