domingo, 5 de abril de 2009

Cobra fuerza la polémica por la invitación de una universidad católica a Obama


RD/Efe).-La invitación de la universidad católica Notre Dame para que el presidente de EE.UU., Barack Obama, sea el orador distinguido en su ceremonia de graduaciones el mes próximo ha ampliado la brecha entre el mandatario y la Iglesia católica en este país. Más del 54 por ciento de los votantes católicos respaldó a Obama durante las elecciones presidenciales de 2008 pero, desde entonces, la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. (USCCB, en inglés) ha marcado, con tono creciente, sus discrepancias con el nuevo presidente.

La invitación de Notre Dame, presidida por el reverendo John Jenkins, para el próximo 17 de mayo, sólo ha alimentado la discordia.
En la página de internet de la universidad, Jenkins dice que Obama es "un líder que inspira" pero que "afronta muchos retos", y que la invitación no significa que la universidad "apoye todas sus decisiones (...) respecto a la protección de la vida humana".
La controversia por la invitación y concesión de un diploma honorario de Notre Dame refleja tanto un distanciamiento entre Obama y los obispos, como entre éstos y sus feligreses.
Obama apoya el derecho de la mujer al aborto y la investigación con células madre embrionarias, dos asuntos a los que se opone la Iglesia católica.
Sin duda, la invitación de Notre Dame, en South Bend (Indiana), ha dejado mal sabor de boca entre los líderes católicos. El cardenal de Chicago y presidente de la USCCB, Francis George, se ha sumado a al menos trece obispos que quieren que se retire la invitación.
"Está claro que Notre Dame no entendió lo que significa ser católico cuando emitió esa invitación", afirmó recientemente George, al calificarla como "una extrema vergüenza".
Durante la contienda, los líderes católicos elogiaron el compromiso de Obama con los menos privilegiados de la sociedad, pero la conciliación duró poco: unos 300 obispos reunidos en Baltimore (Maryland) para su conferencia nacional, instaron en noviembre pasado a los católicos que lo apoyaron a que trabajen para penalizar el aborto.
El obispo de Steubenville (Ohio), Daniel Conlon, explicó entonces que se trataba de "un asunto de absolutos".
Desde su investidura, Obama ha tomado medidas como autorizar el uso de fondos federales para programas de salud y educación, dentro y fuera de EEUU, que incluyen la información sobre anticonceptivos, y para la investigación de las células madre derivadas de embriones humanos.
"La universidad, siendo católica, está comprometiendo sus principios al invitar a un hombre que ya ha tomado medidas para propagar el aborto en este país", se quejó a la cadena televisiva CBS Joseph Scheidler, graduado de Notre Dame en 1950 y ahora activista en contra del aborto.
Obama sería el sexto mandatario estadounidense en ofrecer un discurso en la ceremonia de graduaciones de Notre Dame, pero más de una decena de obispos católicos, mediante una campaña de cartas a Jenkins, quiere evitar que eso ocurra.
El comentarista conservador Pat Buchanan, acérrimo crítico de Obama, no ha tardado en recordar que, entre los católicos, el aborto equivale al infanticidio, en clara violación de uno de los mandamientos de la fe católica.

Buchanan enumeró las acciones que ha tomado Obama, incluso desde sus días como legislador estatal en Chicago (Illinois), en contra del derecho a la vida. A su juicio, la decisión de Notre Dame "contradice sus enseñanzas de que toda vida humana es sagrada".
Mientras, el alcalde de Chicago, Richard Daley, ha aconsejado que la universidad resista a las presiones porque "como en todo, siempre hay controversia cada vez que el presidente habla".
Otros líderes de la comunidad católica consideran que, en una democracia, es saludable escuchar opiniones distintas a las de la Iglesia, por muy controvertidas que éstas sean.
El enojo de la jerarquía y de los católicos más ortodoxos ha encontrado en internet una vía para desahogar su malestar: el sitio de internet "www.notredamescandal.com", creado por CatholicVote.org y la Sociedad Cardenal Newman, ya ha recopilado 237.568 firmas en rechazo a la invitación de Notre Dame.
El obispo de South Bend, John D'Arcy, ha dicho que boicoteará la ceremonia, y otros católicos han convocado actos de desobediencia civil, si Obama se presenta.

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