Con la entrega de los antecedentes al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, terminó en Santiago la investigación sobre un supuesto milagro atribuido al beato español Faustino Míguez, fundador del Instituto Hijas de la Divina Pastora Calasancias.
El eventual hecho extraordinario para la medicina ocurrió en favor de Verónica Stobert, una madre chilena, apoderada y catequista del Colegio Divina Pastora, a quien los médicos no daban oportunidades de sobrevivir a un cuadro fatal de preclampsia y hemorragia en su cuarto embarazo. Su esposo e hijas atribuyen el caso al beato español Faustino Míguez.
La religiosa Patricia Olivares, que acompañó en esos momentos a Verónica, recuerda que “cuando ya no había nada más que hacer y la iban a desentubar, el marido dijo que lo único que le quedaba era volverse a Dios. Entonces él fue a colegio de nosotras, pidió la capilla, entró con sus hijos; yo entré con ellos y me quedé unas bancas más atrás y les dije que íbamos a interceder ante nuestro fundador, el Padre Faustino. Verónica no coagulaba nada y en la tarde ya estaba coagulando. Quienes hemos vivido este proceso pensamos que es un tremendo milagro, por intercesión del Padre Faustino”.
La agencia Aciprensa precisa que el 10 de septiembre de 2003, Verónica Stobert se encontraba en la 36ª semana de embarazo. Esa tarde sintió un fuerte dolor abdominal, presión alta y episodios de pérdida de conciencia. Aunque pensó que se trataba de un parto prematuro, en el hospital le diagnosticaron preclampsia y le practicaron una cesárea de emergencia.
En las horas siguientes, la madre chilena presentó un cuadro de estallido hepático con una grave hemorragia que no podía ser controlada, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, problemas neurológicos y fallo multiorgánico. Los médicos esperaban su muerte. El sábado 13 de septiembre, su esposo, Pedro Núñez, y sus tres hijas, todas alumnas del colegio Divina Pastora de la Florida, en Santiago, llegaron hasta la capilla de la escuela a rezar por la vida de Verónica ante la imagen del Beato Faustino Míguez. En pocas horas, Verónica presentó una inexplicable mejoría y al cabo de unas semanas su recuperación era total, sin secuelas, para sorpresa de los médicos que la atendieron.
Numerosas religiosas del colegio Divina Pastora acompañadas de religiosos escolapios del Colegio San José de Calasanz, entregaron los documentos de este supuesto milagro al Cardenal Errázuriz, con lo que quedó clausurada esta etapa, que debe continuar después en Roma. También concurrió Verónica Stobert, cuyo hijo nacido milagrosamente ya tiene 5 años. En declaraciones a este medio que “desde que pude despertar de mi enfermedad me he ido dando cuenta de apoco de la grandeza de Dios. Cada vez que recuerdo me emociono mucho. Cuando tuve esta enfermedad estaba esperando mi cuarto hijo, Sebastián, que, gracias a Dios está bien ahora, es feliz y ya está comenzando en el colegio. Yo doy gracias a Dios cada día por la maravilla que hizo en mí, en mi familia y en toda la gente que me conoció. De repente somos personas tan desabridas con Dios, no les demostramos amor y él se vale de cosas tan grandes como ésta”.
El beato Faustino Míguez
Manuel Míguez nació en Xamirás, una aldea de Acevedo del Río, Celanova, en la provincia de Orense, España, el 24 de marzo de 1831. Fue el cuarto hijo de una familia cristiana, creció en un ambiente de profunda fe, solidaridad con los más necesitados y responsabilidad en el trabajo.
A los 16 años decidió comenzar sus estudios para ser sacerdote y lo hace según la espiritualidad espíritu de San José de Calasanz. En 1850 ingresó al Noviciado de las Escuelas Pías de San Fernando, en Madrid, y tomó el hábito escolapio con el nombre de Faustino de la Encarnación.
Luego de su ordenación sacerdotal en 1855, fue enviado a Cuba donde se dedicó a la formación de maestros y luego regresó a España donde continuó dedicándose a la educación. Destacó como profesor de ciencias naturales y vivió su consagración a Dios en la entrega a los niños y jóvenes con preferencia los más pobres y necesitados. En Cuba observó el uso de los habitantes de las plantas con fines terapéuticos e inició sus propios experimentos, que continuaría luego en España.Fundó la Congregación de Hijas de la Divina Pastora en 1885. Tres años después regresó por segunda vez a Getafe, donde paso los últimos 37 años de su vida. Falleció a los 94 años, el 8 de marzo de 1925 y fue beatificado el 25 de octubre de 1998 por el Papa Juan Pablo II.
Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 17/04/2009
1 comentario:
LA INTERCESION POR LOS SANTOS ES GRATA A DIOS, quien los usa como Mediadores de su gracia.
Las escrituras cuentan de mensajeros divinos, los ángeles;
y por boca de niños inocentes, de ancianos o enfermos, muestra sus sentimientos hacia nosotros y nos indica un camino de Paz.
En la espiritualidad popular o cristianismo común, "a la buena de Dios" también se advierte la presencia de "animitas" que piden oraciones, caminantes desconocidos que interceden con eventos a veces sobrenaturales.
Dios se muestra en sueños a san José, para que lleve al niño y su Divina Madre a Egipto, poniéndolo a salvo de las persecusiones. Otro José, en el Antiguo Testamento, recibe la facultad divina de interpretar los sueños al servicio de los bienes espirituales, de Dios.
El Padre Faustino, al igual que muchos santos desconocidos, de la Iglesia del Silencio, del Cuerpo Mistico de Cristo, del Pueblo de Dios, más allá de cualquier denominación Institucional, por ejemplo, en las soledades del campesinado Ecuatoriano, o, en este caso, en un Colegio de Chile, a través de una sencilla capilla comunitaria, de la oración, confiada y entrañablemente humana, valéndose de su siervo Faustino...
Dios muestra su gracia, su perdón y misericordia...¿por qué no?...
"Dios es más grande que nuestro corazòn" (Catecismo Holandés)
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