martes, 1 de julio de 2008

Obispo de Iquique bendijo y consagró reconstrucción del Templo de Macaya

Con el rito de la pagua, el saludo a la madre tierra y bendición del Dios creador de todas las cosas, el obispo de Iquique acompañado de la comunidad macayina y algunas autoridades, inició la celebración de consagración y bendición del reconstruido templo dedicado a San Santiago, el cual sufrió serios daños estructurales a causa del terremoto del 13 de junio de 2005.


“Venimos aquí a esta quebrada de Macaya a decirle al Señor: tú sabes de los sufrimientos de nuestro pueblo, tú sabes lo que ha pasado con el terremoto, tú sabes lo que nos pasa. Como Pastor le pido a Dios también que, así como libró a Pedro de la cárcel y sus temores, que me libre a mí y a mi pueblo de un temor: a que no pase el tiempo sin que podamos concluir la reconstrucción de las Iglesia. De estar pensando en que serán años de años y que todavía no podemos reconstruir todo este patrimonio”, pidió en la ocasión Monseñor Marco Antonio Ordenes.


También argumentó: “porque no es solamente por el templo, no es solamente por las piedras, es por lo que el templo contiene: a Dios y al hombre con su historia, por eso que es importante porque acá está la síntesis de una verdadera humanidad. El que camina en el Señor, camina también en la tierra. Y el que camina, camina con su historia, con sus costumbres, con la bondad de su corazón y con el deseo siempre de ser hermano con el otro. Esta casa, que es casa de Dios y puerta del cielo, es casa de fraternidad y cuando Cristo está entre nosotros, los hombres aprendemos a ser hermanos”.


En la oportunidad instó a la asamblea: “Ofrezcamos este templo, levantado en la Madre Tierra hacia el cielo, hacia el sol y que está edificado en la fe cristiana, en la fe de Jesucristo, y en él aprendemos todos nosotros a descubrirnos que somos hijos de un mismo Padre. Por eso saludamos a la tierra, al sol, criaturas de él, y con los Achachiras (los abuelos protectores que habitan los cerros), con todos los que nos protegen, levantemos nuestros ojos a aquel que vive en el cielo y se encarnó en la Madre. Aquél que murió en una cruz y que es nuestro redentor y salvador”.

Durante la celebración, además agradeció a la empresa minera Cerro Colorado por la ayuda económica con la cual fue posible la reconstrucción del Templo San Santiago del pueblo de Macaya. También agradeció la buena voluntad de las autoridades comunales de todas aquellas personas que hicieron posible esta obra.


El Sentir de la Comunidad

También la mayordomo del templo, Taina Copaira, dijo que para la comunidad de macaya “el recibir nuestra casa, donde nos reunimos todos a celebrar nuestra fiesta, es motivo de alegría y orgullo. Ver nuestro templo caído, para nosotros era como una herida en el corazón de los macayinos, y ahora recibirlo reconstruido es motivo de fiesta, fiesta que queremos compartir con todos ustedes”“Estamos felices, pero queremos que nuestra felicidad se extienda hasta otros pueblos que aún sufren por ver sus templos caídos. Ojala que haya más empresas como Cerro Colorado que ayuden a sanar estas heridas”.

Por último, junto con agradecer a quienes hicieron posible la reconstrucción del templo, señaló que “como mayordomo de San Santiago, patrono principal de este templo, me siento feliz y orgullosa saber que nuestra nave volvió a la vida, eso refleja y representa la fuerza de nuestro pueblo”.

En tanto que el representante de la comunidad ante Cerro Colorado, Carlos Báez, agradeció a dicha empresa minera, a los ejecutores de la obra y a la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre. “A nombre propio y el de Macaya, es motivo de gran alegría llegar nuevamente hasta este querido pueblo, cuna de nuestros ancestros, para participar en la inauguración de este templo”.


Minera Cerro Colorado

Por su parte Julio Aranis, gerente general de Cerro Colorado, empresa que entregó alrededor de 120 millones de pesos en la reconstrucción del templo San Santiago del pueblo de Mayaca, señaló la alegría de institución por la labor realizada y señaló que “una de las grandes satisfacciones en la vida es emprender un camino y llegar a buen puerto. Hoy estamos aquí presenciando la llegada de un camino que emprendimos hace tres años en conjunto con la comunidad, un grupo comprometido de organizaciones”.

Esta llegada, añadió el ejecutivo, “al final del camino está marcada por dos hitos: el retorno de este templo nortino a su comunidad de Macaya, a la región y el país porque es un valor patrimonial para todos los chilenos. Y segundo, cierra el ciclo de construcción de cuatro centenarios templos nortinos, de ser restaurados luego del terremoto de junio del 2005”

Iglesia.cl

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