Ningún chileno, de los 43 mil que vive en Australia será indiferente durante la Jornada Mundial de la Juventud, si bien no todos son católicos, cada uno, sin distinción, está feliz de ver en las calles los tricolores grupos de compatriotas que con alegría portan su bandera.
Profesionales, técnicos, comerciantes, de distintas ocupaciones y estratos sociales se unieron y organizaron para los DID08 o días en diócesis, los migrantes chilenos sonrientes se encuentran en cada calle y en cada iglesia, ellos han aceptado ser los padres adoptivos de los jóvenes que han viajado hasta el otro lado del mundo para ser testigos de fe y esperanza.
Lucía Correa, chilena residente desde 1972 en Melbourne, ha coordinado el proceso de alojamiento y distribución de peregrinos nacionales, ella describe su rol como delicado, por los detalles y cuidados que ha implicado, y con mucho orgullo señala “Todos han querido participar, los chilenos y también hermanos de otras nacionalidades hispanoparlantes, ellos han abiertos sus casas y corazones para tener estos nuevos hijos en sus hogares”
Más de treinta años lejos de la patria, hacen que para la comunidad nacional avecindada en Melbourne, la palabra Chile implique recuerdos y añoranzas difíciles de describir.
Al ser consultados por la experiencia de recibir jóvenes en sus casas, sus ojos brillan rápidamente, para las familias es como recibir su propia sangre y cultura a través de los peregrinos “con que ellos estén acá nos sentimos pagados por todo el trabajo realizado, es como si nos hubieran traído un poquito de Chile”, señaló María Eugenia de la Plaza
Cada día previo al gran encuentro en Sydney hay diversas actividades, el miércoles todo los hispanos celebrarán una misa en la iglesia Saint Brigide, el viernes vivirán un gran envío desde Telstra Stadium y el sábado, en forma anticipada, los chilenos residentes y peregrinos celebrarán a nuestra patrona la Virgen del Carmen.
Fuente: Comunicaciones Vicaría de Esperanza Joven
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