Mateo 13. 47-53.
“Sucede también con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”
Jesús preguntó:
—¿Entienden ustedes todo esto?
Jesús preguntó:
—¿Entienden ustedes todo esto?
—Sí —contestaron ellos.
Entonces Jesús les dijo:
—Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas.
Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí
Entonces Jesús les dijo:
—Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas.
Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí
Jesús me dirige ahora la pregunta a mi ...
¿Has entendido lo que te estoy pidiendo en tu vida?
¿Has comprendido la diferencia entre actuar bien y actuar mal? ...
¿Puedes reconocer entre ser un pez bueno y uno malo?
Imagino ahora a Jesús enviándome a ser como un padre de familia ...
a amar y ayudar a mi familia, ...
a mi gran familia ...
A extender el Reino que se me ha confiado. ¿cómo hacerlo?, ...
¿qué dones he recibido?...
¿que puedo sacar de mi armario para servir?
(En este día tan especial, de la fiesta de san Ignacio, elevo una oración muy especial por él. ... Gracias Señor por habernos regalado a Ignacio de Loyola. ... Gracias por permitirnos seguirte ayudados de su espiritualidad.)
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