Benedicto XVI muestra su dolor por los casos de curas pederastas estadounidenses
El papa Benedicto XVI dijo hoy en el avión que le traslada a EEUU que el escándalo de pederastia causado por los sacerdotes católicos de EEUU fue 'una vergüenza, que no se debe repetir'.
Esos casos, precisó el Pontífice, supusieron 'un gran sufrimiento para EEUU, para la Iglesia y para mí, personalmente'.
'No comprendo como pudieron suceder', agregó el Obispo de Roma hablando con los periodistas que le acompañan en el avión en su visita a EEUU y la ONU.
El Papa dijo estar "profundamente avergonzado" del escándalo de abuso sexual entre el clero que manchó a la iglesia católica en Estados Unidos y que trabajará para asegurarse de que los pederastas no se vuelvan sacerdotes.
El Pontífice explicó que para evitar casos como estos, la Iglesia actuará en varios niveles: "poniendo reglas, reconciliándose con los católicos y con una buena formación de los sacerdotes". Antes de profundizar en esos tres niveles, Benedicto XVI subrayó que se refería a la pedofilia "y no a la homosexualidad".
El Papa Ratzinger recordó que ahora la Iglesia cuenta con unas normas y que ninguna persona puede ser sacerdote "si es pedófilo" y subrayó que "hay que hacer justicia a las víctimas".
Benedicto XVI insistió en que hay que trabajar para conseguir la reconciliación.El máximo jefe de la iglesia católica dijo que está empeñando en trabajar para asegurarse que tales abusos no vuelvan a ocurrir.
Benedicto XVI insistió en que hay que trabajar para conseguir la reconciliación.El máximo jefe de la iglesia católica dijo que está empeñando en trabajar para asegurarse que tales abusos no vuelvan a ocurrir.
Benedicto habló en respuesta a las preguntas de reporteros a bordo de un avión especial de Alitalia que lo transporta hacia Washington, la primera escala de su peregrinaje a Estados Unidos. El Papa dijo también que hablará sobre el tema de la inmigración cuando se reúna con el presidente estadounidense, George W. Bush.
El Papa tiene previsto aterrizar en la base aérea Andrews, en las inmediaciones de Washington, a las 16.00 locales (20.00 GMT). Viaja acompañado por una delegación formada, entre otros, por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarciso Bertone, y los purpurados norteamericanos presentes en Roma Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y James Stafford, penitenciario mayor.
La visita a Estados Unidos es el octavo viaje internacional de Benedicto XVI en sus tres años de Pontificado. Con este nuevo viaje, Estados Unidos será, junto con Polonia, el país más visitado -en nueve ocasiones- por los papas. Allí, tiene previsto acudir a la Casa Blanca, pronunciar un discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, visitar la zona cero en Nueva York y celebrar dos misas en estadios de béisbol.
A su llegada a Washington, el Papa será recibido por el presidente de EE UU, George W. Bush, y su esposa, Laura, así como el nuncio del Vaticano en el país, Piero Sambi, para después trasladarse a la sede de la nunciatura apostólica para descansar de las 10 horas de viaje. Será la primera vez que el presidente estadounidense acude al aeropuerto para recibir a un visitante extranjero. EE UU cuenta con unos 70 millones de católicos reconocidos.
Religión Digital
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