Con gran asistencia de laicos de parroquias, movimientos y colegios se realizó desde el viernes 18 al domingo 20 la tradicional Jornada de Laicos que comparte con los agentes pastorales las acentuaciones más importantes para el presente año.
Desde 1991 se realiza una jornada anual de laicos donde se comparten las líneas pastorales y se aúnan criterios para el trabajo en común. De cada una de las 210 parroquias de Santiago asisten laicos destacados para luego llevar la información y la experiencia adquirida a sus consejos pastorales. Además, desde hace unos años, se invita a laicos de colegios y movimientos para que también participen de esta instancia que culmina con una Eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz.
Monseñor Rafael Hernández, Vicario General de Pastoral, señala que el llamado de este año es a impregnarse del espíritu y las conclusiones de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano. “Unidos a Aparecida es toda la conversión misionera. Uno tiene que descubrir y promover lo misionero: Ir al encuentro, estar más abierto al mundo, a la gente, a sus problemas y cómo servir al proyecto que tienen y a la construcción del Reino”, dice. También recalca que la Iglesia mantiene líneas fundamentales en lo pastoral: “Vamos a profundizar en lo que hemos venido haciendo en el tema de comunión al interior de la Iglesia, hacerla casa y escuela de comunión, mejorar los consejos pastorales, propiciar la participación de todos. Se trata de ser familia en nuestras parroquias. Y esto es parte de la misión. Para salir a misionar uno tiene que ser capaz de acoger”. Agrega que también para fortalecer la misión se dará un fuerte impulso al plan de formación de laicos.
Testimonios
Jorge Guzmán y su esposa, María Angélica Rigordi, del movimiento de cursillistas creen que la jornada es una instancia de encuentro “que no debiese terminar nunca”. “En un mundo donde todo es individual, hace falta interrelacionarse entre los laicos de las distintas zonas de Santiago, los sacerdotes y los Obispos”. Luego de participar en la jornada cree que su riqueza es “aprender de los aciertos y también de los errores de otras experiencias pastorales”.
A juicio de este matrimonio, también hace falta mayor compromiso de los agentes pastorales por formarse y ser verdaderos discípulos misioneros. “Nosotros nos quedamos con el desafío de conocer más para entregar más, de romper el hielo con la gente que uno recién empieza a conocer, de romper el encierro donde a veces estamos y llegar con la Palabra de Dios a quienes más lo necesitan, de salir de las cuatro paredes del templo para encontrarnos con la gente”.
Paula Díaz, representante del movimiento de los Focolares en la jornada, rescata el mensaje de ser verdaderos discípulos para luego ser misioneros. Dice que esto implica ser “cristianos, como en los primeros tiempos, con una profunda relación con Jesús que luego se lleva a la relación con nuestros hermanos, viviendo Su Palabra. Así nuestras capacidades estarán al servicio de Dios, al servicio de la Vida, como se mencionó en varias oportunidades en la jornada”. Para lograrlo, existen pistas para avanzar, como el “profundizar un diálogo fraterno con todos los sectores donde el avance de algunos en materias concretas sirva de guía para continuar con los aportes de todos quienes deseen integrarse”. Añade: “Por otro lado, evitar quedarnos en nuestras flaquezas, sino dar el paso. Recomenzar. Vernos nuevos para ir adelante. El desafío apremia y es muy apasionante”.
Fuente: DOP http://www.iglesiadesantiago.cl/
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