sábado, 5 de julio de 2008

El Evangelio de hoy


Mateo 9. 14-17.

Los seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—Nosotros y los fariseos ayunamos mucho, ¿por qué tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó:
—¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; entonces sí ayunarán.
“Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo se encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque los cueros se revientan, y tanto el vino como los cueros se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos, para que así se conserven las dos cosas.”



El Señor me quiere feliz, en paz y libre ...


Quiere que mi vida cambie por completo para lograr esa felicidad.


No propone cambios parciales.


Es una vida nueva ...


¿qué cambios necesito para ser feliz como El me quiere, de fiesta, con el novio? …


¿qué cambios parciales no resultarían?


¿cómo cambiar por completo el traje de mi vida en lugar de tratar inútilmente de parcharlo parcialmente? …


El Señor quiere habitar en mi, y para eso el recipiente debe ser nuevo ...


¿qué debo cambiar para recibirlo?

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