El Papa confía encarecidamente a los obispos de Chile el servicio en favor de los pobres

"Todos los sectores de la sociedad pueden ser iluminados con la luz de la fe", expresó el Santo Padre en su discurso en la audiencia colectiva con los pastores chilenos, al concluir la visita ad limina.

El Papa recibió este jueves 4 de diciembre en la Sala del Consistorio a los 31 obispos chilenos en la audiencia colectiva con que culminó su visita ad limina apostolorum, oportunidad que -sostuvo el Pontífice- "me ha permitido compartir, como Sucesor de Pedro, las fatigas apostólicas que afrontáis en esa amada tierra chilena".

Tras agradecer a Mons. Alejandro Goic, Presidente de la Conferencia Episcopal, las "amables palabras" que le dirigió en nombre de todos los obispos, el Papa expresó su afecto y reconocimiento a las diócesis de nuestro país y a todos y cada uno de los hijos de la Iglesia en Chile.

Citando el llamado de Jesús a sus discípulos y la elección de los apóstoles, después de haber pasado la noche en oración, recordó a los obispos que el Señor "se ha fijado igualmente en vosotros, queridos hermanos sucesores de los Apóstoles, y haciéndoos partícipes de su amor os ha encomendado extender por el mundo su mensaje de salvación".

Benedicto XVI invitó a los pastores de nuestro país a "cultivar una intensa vida interior y de fe profunda, porque en el trato íntimo con el Maestro en la oración, maduran las mejores iniciativas pastorales para responder a las necesidades espirituales del pueblo fiel y, así, partiendo de Dios podremos llegar hasta nuestros hermanos con una palabra eficaz de esperanza. Ciertamente las dificultades y los obstáculos son muchos, pero apoyándonos en la promesa de nuestro Señor, que nos asegura su presencia entre nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y en el poder de su Espíritu Santo, podremos lanzarnos con ilusión y entusiasmo a la gran tarea de llevar a Cristo a todos los hombres con el mismo ardor de los Apóstoles".

El Santo Padre valoró, como fruto de un vasto esfuerzo de discernimiento eclesial, y en consonancia con el documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, la elaboración de "unas apropiadas Orientaciones Pastorales para los próximos cuatro años. Con ellas pretendéis suscitar en todos los fieles el gozo de seguir a Cristo, así como una mayor conciencia misionera que permita a toda la comunidad eclesial chilena afrontar con verdadero impulso apostólico los desafíos del momento presente".

Ofrecer el don de la santidad

Añadió el Vicario de Cristo que esta gran empresa evangelizadora a la que se han consagrado, "exige de todos un esfuerzo particular de purificación y caridad. Sabéis bien que el hombre de hoy siente urgente necesidad de ejemplos de vida verdaderamente evangélicos y coherentes. Por eso, la santidad de todos los miembros de la Iglesia, y especialmente de sus Pastores, es uno de los dones más preciosos que podéis ofrecer a vuestros hermanos". En ese sentido, el Para destacó que el "maravilloso testimonio de fe y de entrega al servicio de los hermanos" de los numerosos santos y beatos chilenos, son un "patrimonio no sólo de la Iglesia católica sino de toda la sociedad chilena". Y añadió: "seguid proponiendo incansablemente el llamado universal a la santidad".

Acompañamiento a los sacerdotes

El Papa encomendó a los obispos "de un modo especial a los sacerdotes, vuestros más cercanos colaboradores, y os pido que les transmitáis mi reconocimiento por su fidelidad al ministerio recibido y por su trabajo constante y abnegado. Mostraos muy cercanos en sus dificultades y ayudadles para que, entre las múltiples actividades que llenan su jornada, sepan dar la primacía a la oración y a la celebración de la Eucaristía, que los conforma a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote". Sobre esta materia, alentó a los obispos para que no cejen

Formación de seminaristas y jóvenes

A este respecto, los alentó para que no cejen en sus esfuerzos por "mejorar la calidad de la formación humana, intelectual y espiritual de los seminaristas. Además, es necesario potenciar la dimensión vocacional de la vida cristiana en la pastoral con los jóvenes, mediante un adecuado acompañamiento espiritual que les permita responder con generosidad al llamado de Jesús en sus vidas".

Compromiso misionero de los laicos

El Santo Padre dijo conocer "la gran labor que habéis realizado para que los laicos asuman con responsabilidad y madurez las exigencias de su bautismo, participando según su propia condición laical en la misión de toda la Iglesia. Continuad ofreciéndoles una adecuada educación en la fe, así como un contacto más asiduo con la Palabra de Dios, que les lleve a un mayor compromiso misionero en sus vidas. Ellos han recibido como vocación específica la santificación del mundo, transformándolo desde dentro según el proyecto de Dios. Todos los sectores de la sociedad pueden ser iluminados con la luz de la fe. Pienso, entre otros, en el mundo de la cultura, de la ciencia y la política, en la promoción de la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, en la creación de condiciones de trabajo más justas y en la ayuda a los más desfavorecidos, en el cuidado del medio ambiente, en la defensa de la vida humana en todas las etapas de su existencia y en el derecho y obligación de los padres a la educación moral y espiritual de sus hijos".

Servicio a los pobres

Más adelante, el Santo Padre añadió: "Otro aspecto importante de vuestro ministerio que deseo confiaros encarecidamente es la actividad caritativa de vuestras diócesis en favor de los pobres. En efecto, a ejemplo de la primera comunidad de discípulos, hemos de intentar que la Iglesia, como familia de Dios, sea un lugar de ayuda recíproca".

Comunión eclesial

Finalmente, el Papa animó a los obispos chilenos a seguir cultivando el espíritu de comunión con el Romano Pontífice y con los demás hermanos Obispos, "sobre todo dentro de la misma Conferencia Episcopal y de la propia Provincia Eclesiástica. Queridos hermanos, habéis sido «configurados con Cristo para amar a la Iglesia con el amor de Cristo esposo» y para velar y proteger su unidad. Por tanto, sed para todos verdaderos modelos e instrumentos de comunión".
Al despedirse de los obispos chilenos, Benedicto XVI pidió que traigan a los Obispos eméritos, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los seminaristas, así como a todo el pueblo fiel, su saludo del Papa y la seguridad de su oración por nosotros. "Pongo en las manos maternas de la Virgen del Carmen vuestras personas, para que Ella guíe y conduzca a buen puerto vuestros afanes apostólicos, y os imparto la Bendición Apostólica, que hago extensiva a todos y cada uno de vuestros queridos fieles diocesanos", concluyó el Santo Padre.

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Fuente: Santa Sede
Vaticano, 04/12/2008