martes, 16 de diciembre de 2008

Un semestre en la Misión Mapuche



Cuando cursaba mi séptimo semestre de Ingeniería Comercial decidí hacer realidad una fuerte motivación que me venía inquietando hace algún tiempo. Yo no quería terminar la universidad sin antes haber dedicado un período, de al menos 6 meses, al servicio y al voluntariado. Mi inquietud se la conté a un jesuita, y luego de algunas conversaciones y de realizar el previo discernimiento, salió el lugar y la forma.


Congelaría mi octavo semestre y me iría a colaborar con la misión mapuche de la Compañía de Jesús en Tirúa. Además yo tendría el privilegio de vivir en la comunidad jesuita y formar parte de todas sus actividades pastorales y sociales, tanto internas como externas. Llegando aquí se me asignaron algunas tareas y rápidamente me fui haciendo un espacio, tanto en la comunidad como en el entorno y su gente.

El trabajo ha sido bastante novedoso para mi, ya que la comunidad y la mayoría de las actividades pastorales y sociales que se realizan, no son en Tirúa mismo, sino que se encuentran en los alrededores, en el campo, por lo que el trabajo con el Hogar de Cristo, la Relmu Witral o el acompañamiento pastoral de las distintas comunidades católicas me han permitido conocer realidades rurales de mi país que se enmarcan en un encuentro tan gratuito que al llegar a la casa en la tarde, la alegría se funde con la impotencia de ver tanta injusticia, y la satisfacción se consume con el cansancio, entonces solo queda poner todo en las manos de Dios, para que El lo tome y haga de nosotros mejores servidores.


Lo que ha significado esta experiencia en mi vida, es muy difícil de asimilar aún, pero sin duda Tirúa marcará un antes y un después en mi vida, no tanto por lo vivido, lo aprendido y lo compartido, sino que por haberme hecho responsable de un llamado que Dios nos hace a vivir la fe, y por el inmenso regalo de haber vivido la gratuidad de Dios durante este tiempo tan bendecido.

Ignacio Silva

Misión Jesuita mapuche

2 comentarios:

Anónimo dijo...

PAZ A LOS HIJOS DE SAN IGNACIO.

Pasa que es una excelente iniciativa, para los Jóvenes y sus
Orientadores Vocacionales, no comprendí si era un llamano al Sacerdocio Pastoral.

Supongo que si y no es fácil, porque se hacen y se dicen cosas, movidos por el entusiasmo carismático, que despues son motivo
de desencantos.

Solo quize prevenirles, asi que, mucho ánimo a la JUVENTUD VIVA de nuestra Patria que verlos asi aunque sea en foto es ya algo
muy auspicioso.

SI, si es BUENO. Felicitaciones
y que su Navidad sea Completa,
"a pesar de los pesares" ya que
¿estarán lejos de sus familias?

Anónimo dijo...

Que interesante lo que realizan con las distintas comunidades mapuches, para mi como profesional del àrea social, me es muy grato, saber que existen personas con vocaciòn de servicio, que se preocupen de la realidad de las distintas comunidades rurales. Tuve la oportunidad de trabajar con algunas familias de los alrededores de Tirúa, y a pesar de que estas familias tengan muchas carencias económicas, no son estas las que mas les aquejan, sino la falta de compartir con personas que se preocupen tambien de su bienestar emocional, pero que feliz me hace saber que todavia existen personas que se preocupan de su pròjimo a cambio de nada, les deseo mucho èxito en todo lo que venga, que Dios los acompañe y les ilumine cada dia màs el camino.