Evoca el 150 aniversario de Lourdes, en su clausura, y los 150 años de la muerte del cura de Ars, en su apertura.
Lunes, 8 dic (RV).- Benedicto XVI, ha recordado de manera especial en el Ángelus la solemnidad que hoy celebramos centrando su mensaje en dos verdades fundamentales del Misterio de la Inmaculada Concepción de María: el pecado original y la victoria sobre él de la gracia de Cristo, que resplandece de manera sublime en María Santísima.
"La existencia de aquello que la Iglesia llama "pecado original" es verdaderamente de una evidencia aplastante, sólo con que miremos en torno a nosotros y antes que nada dentro de nosotros mismos. La experiencia del mal es tan consistente que se impone por sí misma y suscita en nosotros la pregunta: ¿de dónde proviene? Especialmente para un creyente, la interrogación es aún más profunda: ¿si Dios, que es Bondad absoluta, lo ha creado todo, de dónde viene el mal?
Las primeras páginas de la Biblia, en el Génesis, ha recordado el Pontífice a los más de 40 mil fieles reunidos a mediodía en la plaza de san Pedro, responden a esta pregunta fundamental: "Dios lo ha creado todo para la existencia, en particular ha creado el ser humano a propia imagen y semejanza; no ha creado la muerte, pero ésta ha entrado en el mundo por la envidia del diablo el cual, rebelándose a Dios, ha engañado a los hombres induciéndolos a la rebelión".
Es el drama de la libertad, que Dios acepta totalmente por amor, prometiendo, sin embargo, que vendrá un hijo de mujer que aplastará la cabeza de la antigua serpiente. Desde el principio, pues, "el eterno consejo" tiene un término fijo: la Mujer predestinada a convertirse en madre del Redentor, madre de Aquel que se humilló hasta el extremo para darnos de nuevo nuestra original dignidad".
Y esta Mujer -ha afirmado el Santo Padre- desde siempre tiene un rostro y tiene un nombre: "llena de gracia", como la llamó el Ángel visitándola en Nazaret. Es la nueva Eva, esposa del nuevo Adán, destinada a ser madre de todos los redimidos."En María nosotros contemplamos el reflejo de la Belleza que salva el mundo: la Belleza de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.
En María esta belleza es totalmente pura, humilde, libre de cualquier soberbia y presunción. De esta manera se mostró a santa Bernardita, hace 150 años, en Lourdes, y así es venerada también en tantos santuarios del mundo".
El Papa también ha anunciado la tradicional visita y la ofrenda floral que rendirá a María, en Roma: "Hoy por la tarde, siguiendo la tradición, también yo rendiré un homenaje a la Virgen en el monumento dedicado a ella en la plaza de España".
Después de haber invocado la confianza de la Virgen Inmaculada con el rezo mariano del Ángelus, el Santo Padre, dirigiéndose a los muchos peregrinos francófonos, ha vuelto a insistir en el aniversario de Nuestra Señora de Lourdes: "En la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, estamos en unión con los peregrinos reunidos en los santuarios marianos, y de manera especial con los que participan en Lourdes en la clausura del Año Jubilar de las Apariciones, e igualmente con los fieles reunidos en Ars, en la apertura del Año Jubilar en el 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney. ¡Que Nuestra Señora del Adviento, nos ayude a decir "sí" al Señor, que sabrá colmar nuestra vida! Nosotros podremos así vivir siguiendo su ejemplo con confianza".
El Papa ha dirigido también un saludo en español a todos los peregrinos de nuestra lengua presentes en la plaza de san Pedro.
Saludo a los peregrinos de lengua española en esta solemnidad de la Inmaculada Concepción, tan hondamente arraigada en España y en los países latinoamericanos. Confío a la Santísima Virgen María, la llena de gracia, los gozos y las preocupaciones de todos los discípulos de su divino Hijo, para que, acogiendo la Palabra de Dios con un corazón generoso y humilde, la pongan en práctica con constancia y sean fieles testigos y misioneros de Jesucristo en todos los ámbitos de la vida.Muchas gracias.
Ecclesia
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