Treinta años después de la mediación pontificia
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 5 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha mostrado en dos cartas enviadas a las presidentas de Chile y Argentina cómo el diálogo y la negociación es el camino para solucionar conflictos, con resultados sorprendentes.
El Papa ha enviado las misivas con motivo de la celebración de la mediación pontificia que hace treinta años evitó un enfrentamiento armado entre Argentina y Chile, en el Monte Aymond, frontera entre ambos países.
Los mensajes a Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet, han sido publicados por el Vaticano este viernes. Son dos cartas idénticas, en las que únicamente cambia la invocación final a la Virgen, bajo la advocación "de Luján y del Carmen" (en la carta argentina) y "del Carmen y Luján" (en la carta chilena).
En las misivas, el Papa recuerda aquella "confrontación secular" entre ambas naciones por cuestiones fronterizas, que "llegaron a pensar que se había agotado toda posibilidad de lograr un acuerdo", y que no veían posibilidad de seguir negociando.
En un gesto "que iba más allá de las previsiones iniciales del posible compromiso del Papa y de la praxis habitual de la actividad internacional de la Santa Sede", Juan Pablo II decidió "ofrecer una nueva y peculiar intervención suya, de carácter más personal", enviando a un representante suyo, el cardenal Eduardo Samoré, para mediar en el conflicto.
Benedicto XVI añadió que su predecesor "impulsado por su especial sensibilidad para concretar la misión recibida del Príncipe de la Paz" se distinguió "durante su largo pontificado por la promoción de la concordia entre todos los pueblos".
El éxito de la mediación, añade el Papa, "causó una agradable e inesperada sorpresa en el mundo", y constituye aún hoy "un ejemplo de cómo, ante cualquier controversia, se debe vencer siempre el desánimo y no dar nunca por agotado el camino del diálogo paciente y de la negociación conducida con sabiduría y prudencia".
Este diálogo era necesario "para alcanzar una solución justa y digna a través de medios pacíficos, propios de pueblos civilizados, sobre todo cuando sus miembros se saben, además, herma nos e hijos de un único Dios y Padre", añadió, en referencia a la condición de países mayoritariamente católicos de ambos contendientes.
"La historia reciente, con la experiencia de varios intentos fatalmente fallidos y de soluciones drásticas que, en controversias en distintos escenarios del mundo, han generado gravísimas consecuencias, nos ayuda a descubrir los horrores que aquella mediación pontificia evitó a los pueblos argentino y chileno, e incluso a otras naciones de la región", explica el Santo Padre.
El mensaje del Papa fue leído este viernes por el cardenal Odilio Sherer, arzobispo de Sao Paulo, enviado extraordinario del Papa en misión especial, en Monte Aymond, donde se levantará el futuro monumento para recordar los 30 años de la mediación papal, en presencia de las dos presidentas.
Por Inma Álvarez
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