martes, 2 de diciembre de 2008

El Evangelio de hoy


Lucas 10. 21-24.

En aquel momento, Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer.”
Volviéndose a los discípulos, les dijo a ellos solos: “Dichosos quienes vean lo que ustedes están viendo; porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.”





Yo también alabo hoy al Padre por haberme mostrado a su Hijo …


por haberme regalado el don de la fe …


por sentir su amor infinito …



Le doy gracias por acogerme entre sus apóstoles …


por querer mi felicidad. …


Gracias Señor …

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