sábado, 21 de noviembre de 2009

El Evangelio de hoy



Mateo 12. 46-50


Todavía estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús:
—Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo.
Pero él contestó al que le llevó el aviso:
—¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
Entonces, señalando a sus discípulos, dijo:
—Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.


Reflexiono sobre la promesa de Jesús ...
"el que hace la voluntad de mi Padre lo considero tanto como mi madre y mi hermano" ...
¿Que siento al ser considerado un ser tan querido para Jesús? ...
¿Como llegar a serlo?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Que dice el Señor?
¿Dice que su madre y sus hermanos, o parientes, no lo son?
No dice eso.
¿Dice que sus discípulos estan haciendo, al estar con El, la voluntad del Padre?
Si. ¿Quien es el Padre? ¿A qué cielo se refiere?
¿Al mundo interior del hombre?
Posiblemente si. ¿Podemos decir que hacemos su voluntad? No, a menos que El lo quiera primero.
¿Quien es El? ¿Un misterio insondable? Sí. ¿Bastaría con comulgar y hacer obras exteriores de piedad? No.
¿Podemos pedir la gracia de no sólo parecer buenos, sino realmente serlo? Si.
¿Seremos escuchados y salvados?
Si, cuando El lo diga.
¿De quien hablamos? Del Hijo del Hombre, que ES Dios, Padre.
¿Sabemos más? No, sólo creemos o pensamos saber: perseverar en el bien, ser, y no sólo parecer.
Amar.
. . .
Mira como se queman las máscaras,
mira como sólo se condena
lo malo que hay en nosotros...
la misericordia transfinita del
Sumo Bien.
y su Justicia, rebosante de gracia
santificante,
por Amor.
. . .